Ps: I Love You (Original) II

Capítulo 47. Capítulo extra. Aún con tu peor versión.

Let There Be Love – Oasis.

-Estás loco, siempre estoy aquí tratando de ayudarte. Siempre estoy paseándome entre el olor a pescado y entre hombres vestidos de blanco para venir a verte. Siempre me haces lo mismo. Haces que te espere por horas para que al final nunca salgas conmigo. Tenga que volver a casa y esperarte sola. ¿Crees que esto me gusta? ¿Crees que soy feliz? –preguntó Chloé mientras yo me levantaba desde detrás del escritorio en el que ahora estaba-. No, no te atrevas. Respóndeme Harry.

- ¿Qué quieres que te diga ahora? ¿Quieres que te diga que no puedo mantenerte? Tengo que partirme el culo todos los malditos días con personas que no me agradan, con personas a las que no les entiendo nada de lo que hablan. ¿Crees que a mí me encanta vivir en un estúpido castillo?

- ¿Ahora no te gusta? –preguntó riendo-. Oh vamos Harry, a ti nadie te tiene contento. Estoy harta. Odio la forma en que me hablas, la forma en que me miras, también la forma en que te comportas conmigo.

- Sí, soy un mal esposo, ¿qué más da? ¿Para qué me decías que sí?

- ¡Bien! –dijo dándose la vuelta para caminar hacia la salida del lugar, la seguí y tomé su mano-. ¡No, suéltame! Si te le acercas de nuevo a Jenna voy a poner una puta demanda contra ti.

- ¿Oh que? ¿Ahora no puedo acercarme a la niña? ¿Ahora soy un mal padre?

- ¿Quién dijo que eras bueno? –preguntó y yo puse los ojos en blanco-. Apártate Harry, y firma de una vez por todas los papeles de divorcio.

Me le quedé mirando, Chloé me miraba fijamente a los ojos, di dos pasos hacia atrás y levanté las manos en son de paz. Odiaba cuando estas cosas sucedían, odiaba cuando llevaba las cosas hasta el límite y ella estallaba frente a mí. Podía ver cómo se le cristalizaban los ojos e intentaba contener las lágrimas. Di pasos hacia atrás hasta que logré recargarme en el escritorio.

-Yo no pienso firmar nada –respondí y ella frunció el ceño- ¿Crees que voy a dejar que me apartes de ti? ¿Crees que voy a dejarte ir solo así? ¿Crees que soy lo suficientemente estúpido como para simplemente cerrarme a ti? –ella me miró-. Ambos sabemos que no quieres que me vaya. Sabes perfectamente que te amo, y que haré lo que sea por ti. Que aunque sea un idiota, siempre te seguiré a donde vayas. Hasta a un museo a miles de kilómetros de aquí simplemente porque tú tienes una exposición. Sabes que trabajaré turnos extras solo porque a nuestra niña le encanta entrar a cada maldito curso que la escuela imparte. Sabes que siempre me pondré un traje de vestir porque tú tienes que presentar a tu esposo el más atractivo y comprensivo que tienes y tengo que preparar toda una fachada para no avergonzarte porque te amo y eso es lo que tú más amas en este mundo. ¿Crees que me importa parecer un maniquí? No. Porque haría hasta imposibles por ti. Porque me vestiría de lo que tú quisieras y porque siempre, siempre haré lo que me pidas si eso te hace feliz. Pero me conoces, me conoces y sabes que tengo un límite. Sabes que aunque lo intento no puedo ser perfecto y sabes que siempre voy a ser inferior a ti. Sabes que tengo más contras que pros y sabes que apostar a quedarte conmigo es hacer tu camino al infierno. Soy un maldito lobo vestido de oveja. No te engañes, lo que ves… -dije señalándome el cuerpo completo- es lo que hay. No hay más. Lo que tengo aquí –dije señalando mi pecho-. Este estúpido corazón, te pertenece hace mucho tiempo. Si tú quieres que me vaya… si ese es tu mayor deseo, es mejor que vayas cambiando de idea porque yo no me voy a ir a ninguna parte a donde tú no vayas.

- Eres un cabrón –respondió Chloé- ¿Crees que por puras palabras bonitas voy a quedarme contigo? –me encogí de hombros y ella caminó hacia mí abriendo sus brazos y rodeándome con ellos-. Te amo.

- Lo sé, eres medio berrinchuda más en estas épocas del año –toqué su enorme barriga y ella gruñó dándome una palmadita en la mano-. Ay… -me quejé y ella sonrió dándome un beso suave en los labios-. ¿Te sientes bien?