Capítulo 19. Bésame, estoy desesperado.

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Latch – Kodaline.

 

-Si mi padre se entera de que estuve en una prisión londinense me matará, y te matará a ti por traerme a este lugar de perdición y de lujuria –murmuró Rain al día siguiente de haber salido de la cárcel.

Honestamente, jamás creí que hacer señas obscenas frente a una pastelería nos traería tantos problemas. Pero ellos se lo habían ganado, no tenían bombones de chocolate como a nosotros nos gustaban. Ahora eran alrededor de las seis de la tarde, el sol comenzaba a ponerse y las hojas en Green Park comenzaban a tornarse anaranjadas por la luz.

Siempre que venía por aquí recordaba todos y cada uno de los paseos solitarios que hacía cuando era más chico. Al principio pensé que si construía una pequeña casa de madera podría mudarme aquí. Solo habían árboles, solo había un par de bancas que me hacían sentir en casa. Quería vivir en un lugar así, donde no hubiera una bulliciosa ciudad, donde no tuviera vecinos molestos que me tiraran la basura todas las mañanas, ni niños odiosos que se robaban tu periódico por las mañanas. Tampoco tráfico, tampoco quería que existiera alguien que perturbara mi paz, solo eso quería tener, un minuto más de paz.

Sentí que las manos de alguien rodeaban mi espalda y luego toqué su brazo con el mío. Rain reía mientras caminaba enganchada a mí. Me giré a verla y medio sonreí-. ¿Sabes que tu cabello está todo revuelto y que pareces una vagabunda?

-Deja de ofenderme, así soy lo suficientemente atractiva –respondió alejándose de mí y haciéndome reír. Alcé una ceja y ella puso una mano en su cadera.

- Deja de jugar, vamos –reí- ambos sabemos que te ganaría en lo que sea que tú propongas.

- Vamos Harry…

- Te lo estoy diciendo en serio –ella alzó una ceja y sonrió divertida al ver que yo estaba dispuesto a hacer lo que quisiera con tal de ganar un reto.

- De acuerdo, entonces… acompáñame.

-Esto no era lo que yo pensaba que sería un reto tan especial para ti –murmuré cuando noté la cartulina que ahora tenía frente a mí. “Bésame, estoy desesperado” y ella tenía uno igual: “Bésame, estoy desesperada”.

- Dijiste que me ganarías, la persona que junte más besos hasta el final del día gana –sonrió y yo me acerqué a ella un tanto inseguro.

- ¿Puedo preguntarte qué ganaré entonces?

- La cama en el hotel.

- ¿Bromeas? ¡Tú siempre duermes en el suelo! –recriminé y ella me fulminó con la mirada. Me incliné y la abracé fuerte haciendo que ella gruñera y clavara sus uñas en mi espalda.

- Lo sé, es por eso que hoy pienso ganártela.

- De acuerdo, el que consiga mayor número de besos gana la cama –ambos chocamos puños y tomamos nuestras respectivas cartulinas mientras salíamos de la papelería en la que los habíamos comprado.

Cada uno de nosotros se tenía que tomar una fotografía con la persona a la que había besado. Por lo que tendría que vaciar toda mi galería de fotos, en las que no existía ninguna importante además de las de hace miles de años que aún conservaba con Russel y Jamaica.

Caminé con el letrero a unos metros alejado de donde Rain estaba haciendo su parte, un par de chicas me miraron y sonrieron algo tímidas-. Hola –sonreí y entre ellas se empezaron a reír. Esto sería pan comido.

-¿De verdad? –asentí.

- En serio, y no estoy enfermo ni nada –reí- solamente estoy cumpliendo una apuesta.

Ps: I Love You (Original) IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora