Capítulo 3. A la M....

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This is gospel – Panic! At The Disco.

 

Ambos nos sentamos en la arena, mirando hacia donde el sol se ponía, ella bajó la mirada y de sus ojos comenzaron a salir lágrimas. Apreté los puños, los cuales estaban debajo de la arena y ella no podía ver. Intenté recordar todas aquellas veces en las que le fallé. Se había enojado conmigo, estúpido, seguramente dije o hice algo malo y ahora no quiere verme más. Fue mi error, qué tonto. ¿Cómo podía creer que podría tener una relación seria con ella?

-Conocí a alguien…

Bueno, esto definitivamente cambiaba toda mi perspectiva. Todo ese miedo que tenía en mi estómago cayó hasta el suelo y sentí que la sangre se me helaba. ¿En serio? ¿Ludwika Hazel Schmidt me  estaba diciendo que había conocido a alguien?

-Lo siento –susurró- tú estabas lejos y yo entré al instituto, era una escuela nueva y él siempre ha sido tan dulce y tan amable y… no lo sé. Yo…

- ¿Cuándo?

- Hace seis meses…

Estupidez esto era una reverenda estupidez. Bajé la cabeza intentando parecer tranquilo, intentando comprenderla, era joven, muy joven, estaba en la edad en la que todo el mundo cometía errores en la edad en la que no comprendías realmente lo que pasaba con el mundo, en la edad en la que siempre cometes errores, en la que no te das cuenta de cuando una cosa es importante o no. En la edad en la que… ¡Una mierda! ¡Me estaba engañando! Fruncí los labios y apreté más los dientes.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez. Me le quedé mirando y ella seguía llorando fuertemente.

-Sé que me odias, sé que lo he hecho mal, sé que no te merezco, sé cuánto confías en mí, yo simplemente lamento herirte, lamento haberte mentido durante tanto tiempo, yo… no quiero que me odies Harry –decía ella mientras tomaba mi mano-. Por favor –apreté su mano hasta que ella tuvo que retirarla porque le tronaban los dedos- dime algo…

No, no me pidas que hable. Desvié la mirada, seguía reteniendo todas las palabras que había en mi cabeza, seguía pensando en qué hacer para no regarla más-. ¿Te gusta? –asintió-. ¿Por qué?

-Es que… yo quiero hacer cosas que un adolescente normalmente hace –susurró, noté que sus mejillas se sonrojaban y yo apreté los labios. Estaba jugando, por favor Dios, dime que está jugando. Ella no era así, ella era inteligente, ella podía ver lo que estaba mal en mí antes de que nadie más lo notara, ella era bastante prudente, dulce, no una adolescente idiota.

-¿Quieres dormir con alguien? –pregunté y ella bajó la cabeza, podía sentir sus nervios a leguas de distancia-. No puedo… yo… -me levanté y solté un suspiro, aunque realmente fue casi un grito-. Será mejor que me vaya.

-¡No, por favor, si lo haces no te volveré a ver y tú..!

- ¿Yo qué? –pregunté mirándola fijamente-. ¿Qué quieres de mí Ludwika? –fruncí el ceño. Ella se puso de pie y meneó un poco la cabeza mientras se abrazó a sí misma.

- No quiero que me dejes –susurró mirando hacia el suelo- no quiero que no vuelvas nunca a verme, yo solo… dímelo, dime la verdad. ¡Dime que soy una tonta!

Por Dios, si mi boca se abría le gritaría hasta de lo que moriría. Negué con la cabeza y le di la espalda mientras intentaba llegar hacia el final de la playa, ella estaba corriendo detrás de mí, aún podía escuchar sus gritos y sus sollozos, pero yo estaba realmente enojado, me frustraba demasiado la forma en que se comportaba y si ella me decía cualquier tontería más yo terminaría hiriéndola y jamás se repondría de ello.

Ps: I Love You (Original) IIΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα