Ps: I Love You (Original) II

Capítulo 40. Ru, el tiburón.

Do I Wanna Know - Arctic Monkeys

 

Estaba recostado en el sillón esperando a que Jamaica volviera de la cárcel en la que Brendon estaba pasando la noche. Nicky estaba a unos metros de mí mirando televisión. Me parecía lo suficientemente extraño estar en su presencia y aún más que él estuviera observando televisión cuando bien sabía que no le gustaba mucho. Él prefería estar inventando cosas. Prefería estar desarmando toda la casa antes de ver Bob Esponja.

Me levanté y caminé hacia donde él estaba, al mirarme se estremeció un poco y luego hizo media sonrisa-. ¿Por qué estás viendo eso?

-Porque… es que… me gusta Patricio –entrecerré los ojos. Patricio dijo algo sobre la suciedad y el jabón y él arrugó la nariz.

- ¿Qué te pasa? –pregunté y él negó-. Dime la verdad Nicholas…

- Me das miedo –susurró despacio, medio sonreí. No lo culpaba; de hecho, creo que me había encargado de que él sintiera temor por mí en las últimas semanas.

No había hablado directamente con él desde el día en que nos gritamos y que yo lo había aventado. Creo que me temía de verdad, pero una pequeña parte de él sabía que yo no podría hacerle tanto daño y por eso se quedaba conmigo, por eso permitía que yo me acercara y le hiciera preguntas. Me le quedé mirando y cuando tuvo el suficiente valor, me sonrió.

Puse mi mano en su cabello negro, era tan largo ahora, le cubría gran parte de la frente y nuca, sus pestañas eran largas y negras; y sus ojos realmente azules. Sus gruesos labios rojos y esa sonrisa brillante que solamente él tenía. Noté que bajo sus ojos tenía pequeñísimas pecas, seguramente eran por parte de Jamaica ya que Russel no tenía ni una sola mancha en su cuerpo que no fuera un lunar.

-Eres un buen niño –susurré y él me miró sorprendido de que pudiera hablarle directamente, le sonreí y besé su frente- lo eres, de verdad. No dejes que las personas como yo arruinemos lo que has vivido. Deja que los adultos arreglemos las cosas, tú siempre mantente al margen de la situación. Nunca pienses que es tu culpa, nunca lo será. A pesar de cualquier cosa que suceda, siempre serás mi niño favorito. ¿De acuerdo? –asintió—todas esas veces que te grite… nada de lo que diga es cierto, ¿sí? –asintió de nuevo y yo suspiré para luego abrazarlo fuerte.

- ¿Por qué siento como si estuvieras despidiéndote? 

- Porque lo estoy haciendo –susurré para él- me iré a un lugar a donde no puedes acompañarme.

- ¿Jamás volveré a verte? –asentí y desvié la mirada-. ¿Irás donde fue papá?

- No… -medio sonreí- él está en un bonito jardín… con un lago enorme donde hay barcos que él puede reparar y otros que él puede hacer.

- ¿y dónde estarás tú?

- Posiblemente en ningún lugar –él asintió y luego se atrevió a abrazarme fuerte. Cerró los ojos y luego soltó a llorar.

Quisiera poder consolarle del dolor y la pérdida que él estaba sufriendo ahora, pero la verdad es que ni siquiera yo tenía el poder necesario para hacerlo sanar.

Tomé su mano y lo levanté del suelo-. Ven… vamos a navegar un rato.

…

-¿Te puedo hacer una pregunta? –inquirió Nicky mientras yo secaba su cabello y le pasaba la camisa y los pantalones para que se vistiera.

- Dime –pedí y él se empezó a acomodar su camisa, me acerqué y comencé a secar sus pies con una toalla.