Capítulo 28.

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Antes de que pudiera cantar victoria... Rain volvió a la normalidad y digamos que discutimos un par de veces -alrededor de dos horas enteras- en saber qué era lo mejor para los dos, aunque no creo que hubiera algo bueno para ambos en Londres. Ella pertenecía aquí. Ella tendría qué quedarse aquí para que yo pudiera 'arreglar' mi problema y ella el suyo. Durante toda su vida no había tenido tantos cambios desde que me conoció. Fue como si yo disparara todo a sus límites. Razón por la cual ella estaba volviéndose un tanto más inestable. ¿Qué puedes hacer cuando lamentablemente eres la peor enfermedad para una persona?

Después de dos días pudieron darme de alta dándome indicaciones suficientes como para atender a mil personas. Tenía qué cuidarme de hasta lo que comía y con mi corazón dañado de todas las experiencias fuertes. Así como de los lugares a donde viajaba. Comenzaba a odiar el deterioro de mi salud, todo aunado a que sufría de estrés por cualquier cosa.

Hoy estaba con mis estudiantes, les daría una última clase antes de irme para siempre de sus vidas. Cuando entré la mayoría se quedó en silencio, la última vez que los vi fue cuando tuve mi raro ataque de ansiedad y todo se había ido a la mierda desde ahí. Caminé con mucho cuidado hasta donde estaba la plataforma y luego me senté sobre el escritorio como siempre lo hacía. Los miré a todos y luego me crucé de brazos.

-Durante los últimos días han estado experimentando muchas malas experiencias debido a mí. Ya sea por un trabajo que les encargué o por los malos tragos que les he hecho pasar durante mis clases con mis regaños con mis retos, mis acertijos -asintieron- pero estoy conforme con el hecho de que les he enseñado la mayoría de lo que deberían saber para este día. La mayoría de ustedes tiene la inteligencia suficiente como para armar y desarmar un buque completo, si se esfuerza lo suficiente por aprender. Confío en que harán con su vida algo bueno, y que podrán dedicarse a lo que realmente desean... como tú Stevie Wonder -señalé a uno de mis estudiantes menos prometedores-, deberías armarte de valor y dejar de jugar a los barquitos cuando tienes un delicioso sazón -alzó las cejas-. Me gusta la comida que preparas para los eventos, dejé de creer en que tu mamá lo hacía cuando te vi esperando nuestras muecas el día de San Valentin.

- Había hecho un nuevo guisado -reí un poco y luego los miré a todos y cada uno de ellos.

- Saben, siempre pensé que era demasiado estúpido cuando un profesor se sentía orgulloso de un montón de adolescentes que acabarían viviendo bajo un puente el día de la graduación, pero ahora siento lo que ellos sienten -unos pocos rieron ante esto- me siento orgulloso de lo que ustedes pueden llegar a ser. Tengo un montón de espectativas sobre ustedes, creo que ya sé lo que puden ser aún cuando no estaré aquí para su graduación. Es por eso que hoy haremos un procedimiento de pregunta y respuesta. Diré lo que tenga qué decir y ustedes también a mí. Me pueden mandar a la mierda si así lo desean -admiti y -admiti y mientras me sentaba sobre el escritorio y además esperaba que alguien comenzara a hablar.
Ninguno de ellos se atrevía a hablar hasta que Brian Adams se puso de pie y levantó su mano izquierda con el dedo medio levantado. Todos se quedaron en silencio mientras yo lo único que hice fue reírme y mirarlo-. Genial.
- Lo sé ahora me siento mucho mejor –rió encogiéndose de hombros- De todas formas no era eso lo único que quería decir. De hecho quería darle las gracias porque gracias a sus interminables explicaciones logré pasar el nivel cero y me hace pensar que puedo llegar a graduarme si sigo estudiando.
- Eso llegó a ser hasta tierno eh -admití mientras ponía una mano en mi mejilla, él se sonrojó para luego volver a sentarse y miré a los demás-. ¿Algo? ¿Nadie? -todo el mundo murmuraba cosas bajo-. Tranquilos, todo se queda entre nosotros, no se preocupen.
Como la mayoría de todos no hablaba y simplemente me observaba, solté un suspiro y cerré los ojos-. Mi nombre es Harry Styles... cumpliré años en un par de meses, probablemente soy mucho más joven que ustedes pero tengo el alma de un viejo. No duermo bien hace muchos años y mi cuerpo está pasando la cuenta del daño justo ahora. Siempre fui una persona con problemas internos, sé que todos aquí tienen un montón de oscuridades ante las cuales intentan luchar, pero hay algo que deben de saber... -todos me veían con atención- yo nunca salí de ella y dudo mucho que lo haga algún día. No digo que sea una persona miserable pero hubo un momento en mi vida en el que fui realmente feliz. Cuando hasta la familia me dejó de importar y lo único que había en mi vida era un cabrón que me hacía pasar las mejores tardes de mi vida -los murmullos comenzaron y solté un bufido- Oh vamos, no soy gay... y la señorita del fondo puede contestarlo, ¿verdad Mary Anne? -pregunté alzando una ceja y ella se sonrojó.
-Solo pasó una vez -sí, en día de descanso cuando ella fue a buscarme a mi velero solamente para comprobar que vivía en uno de verdad.
-Sí, y me acuerdo bien -me encogí de hombros-. Él era mi mejor amigo, y me conoció como ninguna persona en toda mi vida. Sabía leer lo que pensaba desde antes siquiera de que yo pudiera relacionarlo bien con mi vida. Era una de esas personas que existen solo una vez cada mil años... No he podido superar su partida -todos parecían tensos- hablar de él aún duele y sigue provocándome taquicardias y estos ataques de ansiedad. Creo que me echa de menos también porque quiere llevarme consigo -reí-. Diles Russ -susurré.
-¿Cuál era su nombre?
-Russel Nicholas Schmidt -pronuncié- por cierto tuve un amorío con su hermana pequeña, es medio enfermo de contar, la quería pero la pequeña perra de ahora diez y siete años, creo -me encogí de hombros- sale con un morrito de su edad.
-Wow -susurró una chica totalmente divertida- ¿qué hiciste tú?
-Mandarla a la mierda como todo un hombre normal ¿cierto?
-¡Cierto! -gritó la mayoría del alumnado varonil y uno que otro gay que había camuflajeado por aquí. Casi todos rieron y luego esperaron aque continuara hablando.
-Tenía cáncer... duré poco tiempo realmente lididando con su enfermedad, se me fue más rápido de lo que realmente quise y no podía hacer nada, simplemente sabía qué se iría. Pero lo sigo extrañando porque hay algo mal en mi mente que no me deja separarme y forzarme a asimilar su ausencia así que tengo un problema serio... por eso me voy -dije metiendo mis manos a los bolsillos de mi chaqueta- me llevarán a una clínica donde se supone que vuelva a ser el viejo Harry, o al menos uno no tan jodido.
-Lo extrañaremos -respondió otra chica llamada Sam.
-¿Cree que lo volvamos a ver algún otro día? -inquirió Brian y reí.
-Sé que me extrañas desde ya cabrón -sonrió y me encogí de hombros- posiblemente.
-¿Pasó algo entre tú y Rain? -inquirió una chica en las filas de atrás con la que raramente hablaba, su nombre era Sophia.
-Es... fue... realmente no lo sé, pero éramos pareja -la miré- una muy buena, pero estoy enfermo y ella tiene suficiente gente rara con la qué tratar como para quedarse con alguien como yo. Así que la he dejado en libertad, pero si alguno de ustedes imbéciles intenta algo con ella, les partiré los dedos de las manos y los pies -amenacé-. Tenemos un par de horas para que se decidan en lo que me confesarán así que... vayan empezándolo ahora.
...
Estaba parado al lado de la puerta de abordaje para los que íbamos de camino a Sidney. Era un vuelo corto y realmente no había traído nada conmigo, era poca mi ropa y lo único que realmente me importaba se había quedado al cuidado de Gustave y Axel.
Landon estaba un tanto más incómodo puesto que Jamaica nos esperaría solamente para luego tomar otro vuelo y de ahí irnos a Londres. Con nosotros se iba Nicky, lo que lo haría más interesante. Hace mucho que no pasaba tiempo con él y de hecho, lo extrañaba.
A mi lado estaba Rain y con Gustave, Axel quien seguía jugando con el videojuego que me prestaría para usarlo durante el vuelo a Londres. No sabía qué decir exactamente, para mí la vida siempre fue más fácil cuando lo escribía. Regularmente de mi boca lo único que salía era veneno, así que si había algo que verdaderamente me importara decir, lo escribía.
Me giré para verla y ella alzó sus preciosos ojos azules hacia mí. Sonreí y sin decir otra palabra simplemente la abracé-. ¿Cuando fue tan tedioso y difícil encontrar un momento para nosotros solos?
-Probablemente cuando Riley y Remy decidieron conocerte -se encogió de hombros- pero sigo siendo yo -asentí-. ¿Te divertirás en Londres?
-Claro -admití- tomaré mi guitarra y cantaré en medio de un círculo con todas las personas gritando a mi alrededor lo bien que hace estar en armonía con el YO interior -rió fuerte y levantó las manos.
- Oh gran señor Harry, libérame de las cadenas que me condenan, quiero ser buena -comenzó a cantar mientras yo aplaudía y comenzaba a danzar a su alrededor- ahu wahi ah ho ho ho ahhu wahi ah ho ho ho.
- ¿Esa no es de Nemo? -nos quedamos mirando. De repente sentí que me empujaba Axel y Landon llegaba detrás de él.
- Di tu nombre -murmuró Axel. Rain me miró y luego a su hermano.
- Err... ¿Rain?
- Hermano Landon... proceda -dijo moviéndose. Landon se acercó y con una mirada superior y seria soltó un suspiro y alzó los brazos.
- ¡Rain! Novata azul y blanco... y rosa y... todos los colores que traes -reí- te hemos traído al monte del kikiriskeaga -señaló al aeropuerto completo- para unirte a los vínculos fraternos de la hermandad UltraMachosCalientes del Aeropuertedad.
- ¿Qué?
- Tú solo di que sí -observó su padre y ella asintió.
- Ah sí -murmuró divertida.
- Pero solamente si eres capaz de caminar por.... -pausa para dramatizar el asunto- ¡El pasillo de la vergüenza!
- ¡Ahu wahi ah ho ho ho! -comenzamos Axel y yo mientras bailábamos a su alrededor. Rain se reía fuerte mientras nosotros seguíamos agitándonos a su alrededor.

No era necesario aclarar que la gente nos mirara como si estuvieramos locos, pero de verdad nos observaban.

Ps: I Love You (Original) IIWhere stories live. Discover now