Capítulo 15. Indefensa.

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Almost is Never Enough – Ariana Grande Ft. Nathan Sykes

 

Estaba sentado en medio de la calle, veía a mi alrededor, la luz estaba disminuyendo puesto que el sol se ponía a mi alrededor. Cerré los ojos un momento y pensé en lo que podía seguir ahora. No encontraba una manera más feliz de sentir. Era como si todo lo que hubiera imaginado, todas esperanzas y todas esas promesas que alguna vez me hice comenzaran a cumplirse. Todo cambiaba, el tiempo no se detenía y tenía lo que realmente quería a mi lado.

Sentí que algo suave se estrellaba contra mi frente, reí sin siquiera abrir los ojos. Russel me dio un golpe en la cabeza y se dejó caer a mi lado-. ¡Deja de cerrar los ojos, las ardillas terminarán robándote todos los bombones con chocolate y nuez! –me regañó y yo lo empujé.

-A Jamaica no le gusta la nuez…

- Dije ardillas no… ¡Hey! –se quejó empujándome más  fuerte casi haciendo que me estrellara en el suelo que estaba a mi lado.

- Ya, ya… lo siento –me encogí de hombros, tomé el bombón y lo metí a mi boca. Él se metió de nuevo unas gomitas azules de ositos y gimió-. Te están saliendo llantitas en la panza.

- Seguiré siendo más sexy que tú, envidioso.

- ¿De ti? ¿Qué puedo envidiarte que yo no tenga? –pregunté arqueando una ceja, él se encogió de hombros y volvió a comer otra gomita.

Me le quedé mirando. A Russel no parecía importarle nada, era el tipo de hombre que tú sabías y cualquiera que lo conociera, sabía que sería exitoso en la vida. Sabía que encontraría a una mujer increíble, sabía que tendría hijos maravillosos y sabía que moriría de viejito en una casa hecha de madera, con un gran taller donde repararía siempre su bote, puesto que su casa estaría en un sendero donde detrás corriera un lago. Un lugar donde por las noches pudiera leer un libro sentado en una mecedora con una aburrida y cansada Jamaica a su lado tomando su mano, sonriéndole por la más estúpida tontería, simplemente haciéndole feliz y entonces lo supe.

-Tienes un futuro –susurré mirándolo. Sus ojos azules, perplejos, llenos de confusión se situaron en los míos.

Me encogí de hombros y él sin decir nada, simplemente volvió a comerse otra gomita.

Cuando desperté, sentí que el sudor corría por mi pecho, agitado miré a mi alrededor, aún estaba en la habitación del hotel en Londres. A mi lado solamente estaban un par de almohadas que seguramente estuve abrazando hace un segundo. Cerré los ojos un momento, trataba de aferrarme al recuerdo tan vivo de su mirada, de su voz, pero desapareció en un segundo, porque al siguiente yo ya lo estaba olvidando y eso me aterraba, me asustaba la idea de olvidarlo un día.

Me levanté de la cama y caminé hacia donde estaba el baño, estaba por empujar la puerta cuando escuché la regadera. Por el espacio entre ella y la pared me di cuenta de lo que estaba pasando.

Podía ver su espalda, podía ver toda la constelación de lunares que existía en ella. Podía ver cómo esos puntitos resaltaban en su pálida piel. La fina y suave línea bajar por su espalda hasta su trasero. La forma en que las gotas caían por todo su cuerpo, el cómo su cabello mojado se pegaba a su espalda. Ella era la mujer más hermosa que había visto en mi vida.

Di unos pasos hacia atrás, regresé a la cama y me acurruqué entre las cobijas. Cerré los ojos y me obligué a pensar en cual sería mi siguiente paso. Tendría que ir a casa con mamá, tendría que hablar de nuevo con mi hermana, tendría que enfrentar a Landon y a mi padre y mientras tanto tenía que mantener a Rain en un lugar seguro en el que no la bombardearan con ideas malas sobre la horrible persona que yo era. Sabía que ella se iría algún día, sabía que pronto uno de los dos tendría qué desaparecer, pero ahora, hoy, solamente por estos diez minutos de paz, no quería pensar.

Ps: I Love You (Original) IIWhere stories live. Discover now