Capítulo 7. Tú no sabes nada.

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Let Her Go – Passenger

 Después del primer grupo que había tenido clases temprano, tuve que ir a la biblioteca a conseguir uno de los libros de física avanzada en el que pudiera basarme para poderles explicar a mis alumnos el tema siguiente. Mientras caminaba por el patio, debido a que el lugar era enorme y la biblioteca quedaba demasiado lejos de mi despacho, noté que había un círculo de gente cerca de la fuente principal dedicada a uno de los marines fallecidos en la guerra el año pasado.

Gritaban escandalosos mientras levantaban las manos y hacían burlas a quienquiera que estuviera en el centro de eso. Quería ignorarles y seguir caminando, pero mi curiosidad podía más conmigo. Me acerqué un poco para ver qué era lo que realmente pasaba.

Si luciera un poco más viejo y mi barbilla de vago no estuviera en mi rostro, probablemente se dejarían de tonterías y pararían el alboroto. Pero como lucía como un chico cualquiera, nadie me prestó mucha atención, ni se movió de su respectivo lugar.

-¡Te dije que no volvieras jamás a entrar a mi casa!

- ¡Tenías mi cartera, necesitaba la tarjeta! –gritó ella mientras él la empujaba. Mi estómago se comenzó a revolver. Los chicos gritaron de nuevo y ella caminó hacia atrás. Tenía el rostro lleno de sangre, un corte bajo su ojo y sangraba por la boca.

- ¡Vamos Rain! –gritó otro chico, uno rubio, lo desconocía.

Antes de que pudiera decir algo, él chico con el que ella peleaba se abalanzó sobre sí y golpeó su rostro haciéndola caer al suelo. No sabía cómo reaccionar, no sabía si gritarle al chico o simplemente matarlo. Nunca había odiado tanto el hecho de que le pegaran a una mujer, ni siquiera porque ellas lo merecieran. Yo solamente una vez lo hice, y no me siento orgulloso de eso.

Empujé al chico que estaba frente a mí, y llegué al centro del círculo, cuando lo hice, noté que Rain se levantaba, sacaba de su bolsillo una navaja y comenzaba a atacar a su contrincante, lo había dejado rasguñado por todas partes. Su rostro había cambiado y esa furia que tenía en su interior sobresalía por la forma rápida en que se movía, miró cierta parte en su pecho, y yo me atravesé, lo mataría. La navaja quedó atrapada en mi mano izquierda, no me la había atravesado pero había hecho una cortada… profunda.

-Mírame –ordené y ella, sus ojos completamente azules estaban observándome, confundida, asustada, temblando. Miró a su alrededor y fruncí el ceño-. Media vuelta, tienes que irte.

- Pero yo…

- ¡Largo! –ordené, ella asintiendo y un poco mareada ante lo sucedido, solo soltó la navaja y comenzó a caminar hacia el lado contrario del que nosotros estábamos.

Una vez fuera de mi vista me giré hacia donde estaba el chico que hace un rato la golpeaba y con el bastón logré darle un buen golpe en el estómago-. No te mato simplemente porque me expulsarían de la escuela y necesito el trabajo. Si cantas sobre esto haré que te expulsen por lastimar a una mujer. Eres un imbécil, cabrón aprovechado –escupí-. Te vuelvo a ver cerca de esa alumna y te cortaré los huevos con esta navaja –amenacé mostrándole la mano que ahora me sangraba. Se me quedó mirando y se irguió como pudo.

-Ella tuvo la culpa, me estaba molestando.

- Si no la hubiera detenido te hubiera matado –solté- ella dejó de jugar cuando la tiraste al suelo. Ten más cuidado la próxima vez que intentes jugar al boxeo con una mujer que no conoces –confundido se me quedó mirando y yo miré a mi alrededor, había un montón de alumnos que no entendían lo sucedido, pero yo sí lo hacía-. A sus salones… -ordené-. ¡Ahora! –todos comenzaron a separarse y a irse a sus respectivas clases.

Ps: I Love You (Original) IIWhere stories live. Discover now