Capítulo 26. Dime que no es lo que estoy pensando.

1.9K 192 17
                                    

The Only Exception – Paramore.

 

Caminé por un largo tramo hasta que por fin pude llegar a la casa de Russel, un día más para mí, uno menos para él. Ni siquiera me molesté en tocar la puerta, lo único que quería era entrar allí y verlo. Liv estaba en la sala con un trago en su mano, veía hacia la mesa de centro como si fuera una pantalla plana y Ludwika estaba sentada en el otro extremo del sillón abrazada a un  osito de peluche que yo le había obsequiado hace un par de meses atrás.

Me acerqué a Liv, le quité el vaso y luego me incliné para besar su mejilla. Cuando lo hice, ella rodeó mi espalda y me abrazó a sí llorando un poco sobre mi pecho. Permanecí quieto mientras que ella lloraba todo lo que tenía que llorar, cuando por fin pudo calmarse me soltó y se disculpó conmigo, yo  no dije nada. Solo me alejé de ella y caminé hasta donde estaba Vicky, sonreí y la abracé fuerte-. Hola –susurré.

-Hola –dijo con voz quebrada.

- ¿Cómo te sientes? –pregunté y ella se encogió de hombros, esto sin duda alguna le destruiría su infancia. Todo el mundo sabía que esto nos destruiría a todos-. ¿Quieres que después de que vea a tu hermano te lleve a ver alguna película? –asintió y yo sonreí mientras la abrazaba y luego iba a la habitación en la que Russ se quedaba.

En cuanto llegué, abrí la puerta y entré como si fuera dueño y señor del lugar-. Saca tu trasero de la cama, hoy veremos una película en… -no pude terminar la oración, Russel estaba en el suelo y se sostenía solo con su brazo, había sangre por todas partes y él tosía fuertemente- mierda, Russ…

Me acerqué corriendo y lo ayudé a levantarse con demasiado cuidado, corrí al baño por una toalla y luego se la entregué tratando de buscar un vaso con agua, cuando lo tomé noté que mi mano estaba llena de sangre, lo que hizo que mi pulso se acelerara. Cuando volví a donde él estaba, ahora sentado sobre su camilla se lo entregué. Lo tomó y luego soltó un suspiro mientras terminaba de beberlo.

-¿Estás bien? –preguntó con voz ronca. Asentí, pero él no parecía estar convencido y yo tampoco.

Me senté a su lado tratando de tomar una gran respiración pero parecía que mis pulmones se rehusaban a cooperar, todo indicaba que mi corazón quería estallar y eso estaba mal, muy mal. Las manos comenzaron a temblarme y los dedos se movían de forma extraña como si se me contrajeran. Dios, algo andaba mal conmigo.

-Russ, yo…

- Shh, mírame, mírame –dijo tocando mi rostro y haciéndome que lo mirara- todo está bien, todo está bien.

-No… no me toques –él se alejó de mí y yo sentí que mi cuerpo comenzaba a debilitarse- Dios… -mi cuerpo comenzó a temblar y yo sentí que el sudor se traspasaba por mi camisa.

- Harry, tranquilo, aquí estoy, no me voy a ir a ninguna parte, por favor… tranquilízate, habla conmigo –pidió pero yo no podía pronunciar nada, no podía tampoco pensar, estaba muriendo-. ¡Cabrón! ¡Concéntrate! Mierda, mierda… ¡tú no te vas a morir primero que yo! –me gritó desesperado.

- ¡Cállate estúpido! –le grité como pude y él rió-. Oh… -respiraba ahora más agitado y él solamente me miraba-. Idiota, tú no te vas a morir todavía… y por mí queda que… el día que te mueras… te insultaré… hasta cansarme.

- Lo sé –rió- ¿te asustó la sangre?

- No lo sé –respondí tratando de estirar mis brazos, él tocó mi mano y la estiró tratando de destrabarla.

- Parece que tienes párkinson –me estremecí de nuevo y negué con la cabeza- ¿Qué fue eso? ¿Uno de tus ataques de ansiedad?

- Están empeorando –confesé y él apretó los labios preocupado.

Ps: I Love You (Original) IIOù les histoires vivent. Découvrez maintenant