Capítulo 34. Estás loco.

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Human – Christina Perri.

Desperté sintiendo que alguien respiraba sobre mí. Me aparté bruscamente y fue cuando me di cuenta de que Rick, uno de los pacientes más peligrosos de la clínica estaba frente a mí. Tenía esa mirada que decía que me asesinaría justo en este momento y por extraño que parezca, no tenía miedo.

Me le quedé mirando, esperando que me asesinara. ¿No era eso lo mejor para todos? Me senté y él dio un par de pasos hacia atrás-. Por favor, hazlo… pero no toques mi rostro. Me gustaría que el ataúd esté abierto cuando vayan a velar mi cuerpo.

-¿No tienes miedo?

- No –respondí rápidamente- vamos, mátame antes de que se den cuenta de que no estás en tu habitación. Puedes tomarme del cuello y girarlo hasta que no puedas más –dije arrodillándome frente a él-. Anda, rápido y seguro.

- Estás loco….

Alcé el rostro para mirarlo fijamente. Estaba furioso, de hecho creo que estaba más que molesto por lo que había dicho. ¿Loco? ¿Yo estaba loco cuando él llevaba más de dos años aquí tratando de ‘recuperar’ la cordura que jamás tuvo?

Lo empujé hacia la puerta. No estaba asegurada por lo que ambos caímos al suelo y sobre este comenzamos a pelear. Mi puño chocaba una y otra vez contra su mejilla. Sus manos estaban en mis hombros tratando de empujarme. Alzó una pierna enroscándola en mi cabeza, tiró de ella y caí de espaldas sintiendo cómo hacía unas tijeras en mi cuello.

Encajé mis dedos en sus piernas intentando hacer que éste me soltara, pero no lo hacía. Cada vez que yo forcejeaba bajo sus piernas él las apretaba con más y más fuerza. Intenté gritar, pero no hubo siquiera un pequeño murmullo saliendo de entre mis labios. Los ojos me picaban. ¿Estaba llorando? Creo que sí. Miré al techo y noté que los bordes de mi visión comenzaban a oscurecerse. ¿Este era mi final? Por fin. Cerré los ojos y esperé a dejar de sentir.

Lamentablemente ni siquiera mi muerte sería tan emocionante y tan rápida. El aire volvió a mis pulmones, mi fuerza a los brazos y al empujarlo noté que Rick estaba recostado con las manos levantadas. Miré hacia atrás y  noté que Brendon estaba parado ahí con un arma en la mano-. ¿Qué demonios es eso?

-Un sedante.

- ¿Eso es legal?

- No –dijo de todas formas apuntándole a él-. Pero tampoco lo es el asesinato. Levántate –ordenó hacia Rick y este quedó aún en el suelo. Fruncí el ceño y me levanté poniéndome entre Rick y el arma que Brendon sostenía-. Muévete.

- No le vas a disparar a nadie.

- ¿Quieres probarme? Este juguete no es nuevo Harry, muévete… -iba a responder pero antes de que pudiera decir algo; un fuerte golpe se asestó contra mi nuca y me hizo caer de lleno al suelo. Escuché un disparo y luego un golpe sordo. Me giré y noté a Rick boca abajo. Me levanté rápidamente para comprobar su pulso y este parecía estar simplemente dormido.

Me giré hacia Brendon y con el puño logré golpear su mejilla hasta hacerlo girar el rostro-. ¡No tienes el derecho!

-¡Yo puedo hacer lo que quiera! ¡Te hubiera matado si no lo hubiera detenido!

- ¿Qué más da? –pregunté furioso-. ¡¿Qué más da mi muerte?! ¡Deja que me mate!

- ¿Tío? –escuché la voz temblorosa de la única persona con la que no había hablado durante todo este tiempo. Miré sobre el hombro de Brendon y noté a la pequeña figura de ojos enrojecidos mirándome. Tenía las manos echas puños y una mueca furiosa en el rostro-. Muérete entonces.

Ps: I Love You (Original) IIWhere stories live. Discover now