Capítulo 29. ¿Podemos?

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What I Like About You – Poison.

Lo que realmente pasa conmigo es que no se medir las consecuencias de nada. No sé cuándo reflejar lo que verdaderamente pienso ni cuando detenerme. Tampoco sé cuándo tengo que pedir perdón o cuándo realmente ni eso es válido. Hago las cosas y luego sufro las consecuencias, ya sabes… la primera vez te duele, la segunda te resignas, y la maldita tercera vez te vengas.

Esa era mi ley de vida.

Estaba con Nicky parado en medio del patio, él tenía las manos levantadas y yo estaba justo del otro lado de la colchoneta, sobre el sube y  baja. Apreté los labios y él sonreía emocionado  mientras presionaba su casco y lo aseguraba. Flexioné un poco las rodillas-. ¿Estás seguro de esto? –pregunté alzando una ceja. Asintió y levantó su pulgar.

-No me pasará nada Tío Harry –dijo mientras se preparaba.

- Tu madre me matará cuando se entere de esto –dije a punto de saltar.

Nicky estaba del otro lado del sube y baja con casco y rodilleras, envuelto en almohadas mientras que esperaba que yo saltara para que él fuera propulsado al aire. Todo indicaba a que saldría mal, pero a él ya le había dolido, ya se había resignado y… si esto salía mal, sabría que encontraría una forma para hacerme pagar a mí.

-Anda, antes de que mamá llegue –pidió y yo asentí mientras veía a mi alrededor, tal vez si no hacía demasiado peso él no se caería y se mataría. De cualquier forma, si más lo pensaba más me asustaba así que sin dilatarme más, lo hice.

Salté y apenas logré ver cómo Nicholas salía disparado desde el asiento del sube y baja y quedaba enganchado al árbol que estaba en el jardín trasero. Gritaba una y otra vez mientras caía de las ramas. No sé por qué sentí una especie de deja vú… tal vez me recordaba a su madre cuando la conocí.

-¡Nicky! –escuché que gritó Jamaica detrás de mí.

-Oh cálmate, no es tan alto –aseguré al ver la distancia que quedaba de la rama en la que Nicky se enganchó al suelo- si se cae solo se raspará las manos y las rodillas.

- ¿Qué demonios pasa por tu cabeza? ¡Pudiste matarlo!

- Ah… ¿no te suena conocido a eso de lanzarse al vacío? –pregunté cruzándome de brazos-. Vamos J, tú hiciste lo mismo.

- No me sentía bien.

- No, mandé a un idiota a que te toqueteara –respondí y ella frunció el ceño mientras seguía caminando hacia el lugar indicado.

Una vez debajo del niño se estiró hasta lograr tomarlo por la cintura y jalar de él-. ¡Otra vez! –gritó Nicky mientras ella lo sacudía ya en el suelo.

-No, nunca más, ¿me oíste? –dijo J bastante firme. Rodó los ojos y me miró a mí.

- ¿Mañana?

- Tal vez otro día, enano –aseguré y él sonriente se tiró al suelo y con las almohadas cubriendo su espalda y su pecho se fue dando vueltas por el jardín hasta que llegó al piso de concreto antes de la entrada a la casa.

-¿Qué le estás enseñando Harry? –preguntó J cuando logró atrapar mi atención. Me encogí de hombros, la realidad es que  no me estaba esforzando por influenciar en su pequeña mente maestra, pero estaba tratando de involucrarme en su vida si a eso se refería.

Le había echado de menos y por eso me encontraba ahora con él, porque quería estar cerca de su pequeño mundo sin dolor. Debo admitir que el niño me hacía muchas preguntas sobre Rain, de cómo era una amiga con muchas caras, él se imaginaba que ella cambiaba de tamaño cada que cambiaba de nombre. La mente de un niño es realmente impresionante. Le podía enseñar un dibujo y él me sacaba muchas definiciones aunque solo fuera un punto negro en una hoja grande de papel.

Ps: I Love You (Original) IIWhere stories live. Discover now