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Capítulo 112: Escapando del Tren Arcano (V)

Al final, Cuervo no tomó ninguna medida. Cuando sostuvo el cuchillo en su mano en silencio, rápidamente volvió a meter la mano en el bolsillo.

No debería haber pensado en eso, se repitió Cuervo. Sentía que no debería tener esa ... idea de tratar de resolver problemas matando a otros aunque, en su opinión, el comportamiento de Búho era muy anormal y muy probable que atacara a otros, y Cuervo definitivamente sería la primera persona en ser herida y amenazada sus acciones.

Pero Cuervo todavía no estaba dispuesto a actuar, pero no porque fuera amable y estuviera lleno de compasión. No pensaba que era una gran persona antes de perder sus recuerdos, pero tampoco pensaba que era una mala persona.

En este mundo, no habría bondad absoluta ni maldad. Cuando la mayoría de la gente pensaba que algo era correcto y justo, se definiría como bueno, y las personas que lo habían hecho se considerarían buenas, y viceversa.

La definición de bondad y maldad era muy simple, pero también determinaba la diferencia entre el hombre y la bestia. Después de todo, ninguna bestia definió su propia especie con bondad y maldad.

Entonces, ¿por qué elegir? Si uno pensaba que algo era lo correcto, entonces debería hacerlo.

Cuervo respiró hondo. Se relajó y se apoyó contra la pared. Búho todavía estaba agarrando una de sus manos. Los dedos de Búho todavía estaban tan fríos como antes, y tenía una temperatura diferente a la de un humano, pero por un momento, Cuervo se olvidó de estos minúsculos detalles. Se enderezó, miró a Búho y dijo: "Creo que tenemos que hablar de eso".

Búho ladeó la cabeza con una sonrisa: "¿De qué deberíamos hablar?"

"Sé que sospechas que soy el asesino ..." declaró Cuervo.

"No sospecho de ti", Búho lo interrumpió y se burló, "Estoy seguro".

"Entonces, ya que lo pones de esa manera, deberías tener alguna evidencia, ¿verdad?"

"Tengo pruebas sólidas". Búho se detuvo un momento y agarró con fuerza la mano de Cuervo. Luego, extendió la mano para tocar el cuello de Cuervo. Cuervo sintió el toque frío acariciando su frágil cuello, y no pudo evitar temblar.

"Tienes una marca de ligadura en la parte posterior de tu cuello". Búho tocó la parte posterior del cuello de Cuervo, y había un poco de depresión allí.

Cuervo no sintió mucho. Ni siquiera sintió dolor. Sin embargo, en el momento en que extendió la mano para sentir su cuello, sintió que algo delgado se deslizaba por su cuello.

"Lo que te pusiste en el cuello, y lo que tengo yo en la palma del cadáver..." Búho sacó el colgante de la cruz negra y miró a Cuervo. "¿Lo perdiste?"

Cuervo echó un vistazo a la cruz negra y dijo: "No tengo ninguna impresión de ello. Si lo digo de esta manera, ¿tendrías una sensación de placer cuando me interrogues como un prisionero?"

La expresión de Búho era extremadamente sombría: "Solo estamos tú, yo y el cadáver en el vagón de tren cerrado número 13. El cadáver sostiene con fuerza la cruz en la mano y la cadena de la que cuelga la cruz también está rota. Es obvio que alguien se lo arrancó a la fuerza del cuello, pero entre nosotros, solo tú tienes esta marca en el cuello. ¿No es esto suficiente para explicar el problema? "

"Yo no maté a nadie". Cuervo no alteró su declaración. Respiró hondo de nuevo y dijo: "No tengo ningún recuerdo relevante de eso. ¡Mis recuerdos comienzan desde el momento en que me desperté y leí esa nota! No sé lo que he hecho antes, ¡pero mi corazón me dice que nunca he lastimado a nadie! "

Búho no le creyó a Cuervo y continuó obligándolo a confesar: "Vamos, dadas las circunstancias en las que no tienes ningún recuerdo, ¡incluso tu cerebro podría mentirte!"