Capitulo 74

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-¿Qué estás haciendo tú aquí? - Las palabras salieron de mi boca aún más agresivas de lo que en realidad quería decirlas. Ella me miró mal e hizo una seña hacia Johann, que estaba parado a unos cuantos metros por detrás de ella. A pesar de que me sentía algo aliviada porque Tris había aparecido como mi salvación, también me di cuenta de que ella era parte del escuadrón de las porristas. Y eso significaba que era bastante conocida en la escuela, tal vez no la más popular, pero sí era conocida. Las tripas se me revolvieron.

- Ven. - Le ordenó a Johann, que se acercó a regañadientes a muestra mesa. Llevaba una bandeja con comida de la cafetería en sus manos y se veía tenso desde la punta de los pies hasta el último cabello perfectamente peinado de su cabeza. - Sentado. - Le dijo Tris, mientras lo veía quedarse junto a ella, intentando mantenerse lo más alejado posible de nosotros. Johann le hizo caso, después de insultarse a sí mismo unas diez veces. Tris sonrió como una niña que obtiene lo que quiere y acarició su cabeza. - ¡Buen chico! - Metió una de las uvas de su plato de comida en la boca de Johann y observé cómo él la comía con desagrado y placer al mismo tiempo.

Eso sí me hizo sonreír.

Miré a los Vélez, que contenían las risas y estaban a punto de decir algo ofensivo sobre la escena que Johann y Tris acababan de darnos. Hasta Richard mordió su labio inferior para no sonreír, un acto que me causó suma ternura.

- Al primero que dice algo, le arrancó la garganta. Con mis dientes. - Fue lo único que dijo Johann, y a pesar de que los Vélez no temían de sus amenazas, se quedaron callados. Porque Tris y yo les dimos la mirada. Sobre todo a Christopher, que se deleitaba de la escena como si fuera su nuevo regalo de cumpleaños. Me imaginaba lo difícil que sería para Johann tener que sentarse con ellos, sólo porque quería complacer a Tris, como siempre. También me imaginé lo que la gente pensaría. Todos sabían que Johann odiaba a los Vélez, y todos sabían que los Vélez no lo soportaban para nada... Las tripas siguieron revolviéndose.

- No voy a armar una escena, sólo porque todos están mirándonos y porque no quiero que Gina y Jonathan tengan que venir por una estupidez, así que sólo haré como si no existieras. - Christopher sonrió con todos sus dientes, y juro que casi llegué a ver sus colmillos crecer, de la satisfacción que corría por su cuerpo. - ¿Qué se te ofrece? - Tris miró mal a Christopher, y era una mirada que estaba comenzando a hacérsele costumbre. No me gustaba. Pero peor sería que le revoleara lo primero que se le cruzara, por la cabeza. Christopher lo esquivaría, por supuesto, pero Tris no se rendiría tan fácilmente.

- Dado el hecho de que ahora todos saben que ustedes dos están juntos...

- Nosotros no... - Dijo Christopher, pero lo interrumpí.

- Todavía nadie lo sabe... - Tris revoleó los ojos.

- Como decía... Dado el hecho de que ahora todos saben que ustedes dos están juntos, me pareció correcto invitarlos oficialmente a la fiesta de Halloween que organiza la escuela este año. - Junté las cejas mientras los demás reían con fuerza y escuchaba los susurros aumentar a nuestro alrededor.

- Nosotros no vamos a fiestas que organiza la escuela. - Erick se balanceaba en la silla mientras reía y cruzaba sus brazos por detrás de su cabeza.

- Bueno, boo-hoo, niño bonito, irás a esta. - Tris puso una cara extraña que me hizo reír, y que ofendió a Erick. - Aquí tienen las entradas, yo invito. - Dejó una tarjeta en frente de cada uno de los chicos que las miraron extrañados. - Los disfraces van por su cuenta.

- ¿Disfraces? - Zabdiel parecía horrorizado.

- Sí, es una fiesta de Halloween, tienen que ir disfrazados. - Su tono de obviedad hizo que revoleara los ojos. Escuché la risa de Joel de fondo al ver la cara de ofensa que Erick y Zabdiel tenían.

Christopher Où les histoires vivent. Découvrez maintenant