Capitulo 45

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- ¿Ya podemos entrar? - Seguí golpeando mi pie contra el suelo y Zabdiel levantó su mirada hacia mí, otra vez.

- Ya es la décima novena vez que me lo preguntas ____. - Junté mis cejas ante su tono de cansancio.

- Y siempre me respondes lo mismo.

- No lo sé. - Otra vez esa respuesta.

Los gritos de Mason se habían dejado de escuchar hacía ya, al menos, diez minutos. Antes había estado nerviosa, pero ahora estaba ansiosa. Quería entrar y descubrir la razón por la que ese hombre había intentado matarme. Saber por qué había causado tal alboroto en la fiesta y saber por qué había matado a ese inocente chico que poco tenía que ver en todo esto. Aunque bueno, yo tampoco tenía mucho que ver con todo esto, pero algo más había. Un gato encerrado, o como sea que dijera el dicho.

Miré a Zabdiel nuevamente que se encontraba apoyado en la pared, mirando hacia la puerta a la espera de que alguno de sus cuatro hermanos saliera. Por el tiempo que llevábamos juntos y lo poco que conocía de él, podía decir que estaba nervioso y ansioso al igual que yo, pero que no quería demostrármelo.

- ¿Y ahora? - Zabdiel abrió la puerta de repente y me paré para caminar detrás de él, pero me cerró la puerta en la cara.

Es oficial. Estoy indignada.

Volví a sentarme en mi silla con mis cejas fruncidas y mis labios juntos mientras apoyaba mi rostro en mis manos. A los segundos, Christopher abrió la puerta y me hizo una señal para que pase. Me levanté de inmediato y entré a la habitación. Los Vélez estaban repartidos estratégicamente por todo el lugar, evitando salidas o puertas cercanas. Mason se encontraba en el mismo lugar que antes. Atado y sentado, pero ahora parecía dormido.

- ¿Es su siesta de belleza o algo así? - Le susurré a Chroistopher para que los demás no me escucharan. Aunque no tenía caso, porque todos tenían súper oído así que podían escucharme perfectamente.

- Es la reacción de su cuerpo al haber recibido tanto dolor en tan poco tiempo. Se agotó de sobremanera así que estamos dándole un pequeño descanso para poder interrogarlo. Pero Zabdiel ha entrado y me ha dicho lo insoportable que estabas, así que pensamos despertarlo ahora. - Miré mal a Zabdiel por lo que había dicho.

- Sólo quería saber lo que estaba pasando. - Zabdiel revoleó los ojos.

- ¿Podemos despertarlo de una vez? ¡Ya me estoy durmiendo! - Erick saltó como un niño pequeño haciendo un berrinche. Christopher asintió con la cabeza. - ¡Al fin! ¡ARRIBA BELLA DURMIENTE! ¡TU PRÍNCIPE ACABA DE LLEGAR! - Mason abrió los ojos al instante en que Erick había gritado en su oído. Parecía confundido, cansado y dolorido. Su rostro estaba cubierto de sudor al igual que su cuerpo, pero no perdió la oportunidad de reír al darse cuenta en dónde estaba.

- No puedo creer que hayan tenido el coraje de no soltarme. Es admirable. - Erick se agachó a su altura mientras yo me ponía al lado de Christopher. Era estúpido, sí, pero estar cerca de él me daba una extraña sensación de protección que no tenía sentido en mi cabeza.

- Mira bella durmiente, no te tenemos miedo, ¿si? Podemos hacerte nuestra sirvienta si queremos y tendrás que lavar mis calzoncillos siempre que te diga. Y no es un lindo trabajo. Éste chico de aquí, -señaló a Richard. -Tiene sexo las veinticuatro horas del día todas las semanas de todos los meses de todos los años, ¿sabes cómo quedan sus calzoncillos? Y tú tendrás que lavarlos. - Richard avanzó tres pasos y golpeó con MUCHA fuerza la cabeza de Erick, haciendo que éste cayera al suelo mientras reía y se sobaba el lugar afectado. - Está bien, no tendría que haberlo dicho en público. Tienes que mantener tu intimidad para ti, lo entiendo. - Richard amenazó con avanzar de nuevo pero Erick levantó las manos sonriendo. - ¡Bromeaba hombre! ¿Es que acaso no hacían chistes del siglo en el que vienes? Tranquilo. - Christopher, cansado de estas estupideces (bastante divertidas para mí, pero no tanto para él), caminó hasta Erick y lo hizo levantarse del suelo mientras se plantaba en frente de Mason, que seguía sonriendo. La protección que sentía se esfumó en el momento en que Christopher se alejó de mí.

Christopher Where stories live. Discover now