Feroz. Aullidos {Capítulo 41}

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La chica tembló cuando su hermanastro se asomó y los miró uno a uno con cierta sospechas.

— Órale. Creo que no fui invitado a la fiesta —John, se anunció siendo grosero a su vez que dió dos pasos hacia adentro.

Ni el uno ni el otro se les ocurría que decir por la sorpresa del aparecido en la casa.

— Se pusieron amarillos, che. Nos voy a morderlos ¿eh? —John, agregó notando que nos le iban a responder.

La chica con los nervios en las venas y con la voz entrecortada, dijo muy esforzada y con timidez:

— He..., John, no... esperaba que..., pensé que..., pensé que estarías evaluando tareas grupal.

— ¡¿Quién te dijo eso?! —Se sorprendió John por la respuesta inesperada, porque creía que su hermanastra era una idiota, y como la clases que le había tocado ayer a ella no incluía deberes grupales como las demás secciones de aulas.

— Ya sabés..., oigo en los pasillos, es por eso... —Contestó ella, modestia.

— Ah. Eso. Por supuesto. Claro. ¿Y quién es éste? —John, le preguntó sin desviar la vista de los ojos de Elizabeth.

— Patricio, si, mi compañero que se molestó en alcanzarme los deberes perdidos... —Con nervios notables y muy deprisa ella le contestó a su hermanastro con intenciones de que la cortada de una buena vez.

— Ah mira vos. —John, no la dejó completar la frase interrumpiendola con una tonada de incredulidad sin saludar, porque no deseaba dejar el asunto como asi. Así que la continuó dirigiéndose la mirada ahora al invitado. - Y che, vos Patricio, ¿ya nos conocíamos?

— Si algo así. No recuerdo tú nombre... ¿tú eres? —Patricio, le conocía muy bien su nombre pero le preguntó arrede.

— John. —Le respondió rapidísimo sin darle tiempo que el chico pelinegro añadiera una oración más. - Y... con exactitud, no me digas que sos el pibe que sale con mi chica Liz.

Los ojos de Elizabeth Shepherdson se le pusieron turbios y le tembló los labios involuntariamente por el atrevimiento de su hermanastro que le hizo poner incómodo al invitado.

El silencio intervino, Patricio meneó la cabeza perplejo, buscando palabras como responder a eso. En cambio Elizabeth no sabía que decir, esto era demasiado. John esperaba una respuesta de razón a las intuiciones que había olfateando al conocer a Patricio. Patricio pensaba también, no describía como un tipo de sentimientos de proteger a los suyos y territorial.

Patricio a no hallar como contestarle, tomó su mochila y muy incómodo se preparó para marcharse, pero John le paró:

— No, por favor loco, no tienes porqué, no te vayas como así. No vine a unirme a la fiesta, siéntete como en casa. Si, es mi chica y está bajo mi cuidado pero no es para que me invadas. Ya iré a mi cuarto a echarme una siesta, sólo... es que... quiero conocer mejor a la persona con quién se junta Liz ¿eso es un problema para vos?

— Grangerford..., detente... —Elizabeth, se quedaba corta de que decir a como esto no se convirtiera en una gravedad.

Los dos ignoraron a la chica que trataba de interponerse entre ellos que se hacían frente.

— ¿No me escuchaste? ¿Es un problema? —John, le miró de lado a Patricio.

"Maldito tarado" - La chica se molestó con John.

— Ya déjalo, detente te digo. —Elizabeth, le digo a su hermanastro con voz esforzosa pero su voz no era suficiente ni causaba efecto entre los dos.

Feroz. AullidosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt