Feroz. Aullidos {Capítulo 37}

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Elizabeth le veía la esperara a su hermanastro cuál sería su percución mental cuando descubriese el rabo allí atrás. Esperaba nerviosisma que despertará para ver si podía animarse apoyarlo para lo que necesite.

Al despertarse John, ella se vió envuelta de miedo, se retractó y no tuvo las agallas admitir una pizca de ir a por él cuando fue soñoliento a meterse en el baño, luego minutos después le oyó gritar ahogado...

La señora Rakel que justo pasaba delante de su puerta cuando estaba barriendo, entró de prepo al dormitorio y con ojos engrandecidos preguntó por aquel grito...

¡Rakel! Exclamó sorprendida la chica y luego se abalanzó para atajar el paso de la mujer que iba directo hacia el baño. - No, no... puedes, no entrés, es que..., mira, tuvo... una pesadilla y... se está lamentando por ello.

¡No te creo, jovencita! Semejante gritazo...

Es la verdad, Rakel...

¡Voy a ver! ¡Sueltame te digo, por favor!

A Elizabeth no la pudo retener más y se le escapó de la agarre. La mujer abrió con bruscalidad y se metió en el baño, Elizabeth quedó en espera con la boca abierta aún lado de la puerta esperando escucharla reaccionar alocada...

¡HIJO! ¿Pero que tienes? Elizabeth le oyó preguntar a Rakel con un tanto motivada.

¡Mamá! Hay reglas en éste cuarto, ya te lo repetí..., quiero que... ¡Lárgate! Alzó la voz John Grangerford.

No tienes que gritarme así, Johnny. Me asustaste...

¡Vete! Volvió alzar la voz con un gruñido peculiar.

¿Qué te pasa? Puedes contarme, mi hijito...

¡No te acerques más! ¡No quiero que me veas!

John...

¡SÓLO LARGÓ!

Ay, pero que carácter tienes...

Me duele la cabeza y me veo feo ¿okay?

¡¿Feo?! Bueno..., nadie en realidad es verdaderamente feo, te he visto mirar esas revistas y es natural...

¡Déjame en paz, mamá!

¡Bien! Te dejo con tus locuras y espero que... te disculpes en la cena.

Elizabeth recibió el acercamiento de Rakel con interrogarla en voz bajita:

¿Qué le sucede? Me ha puesto nerviosa.

No sé que decirte...

Liz, si le está pasando algo ¿me lo dirías? ¿me lo dirías?

* * * *

Después de que la mujer de la casa no recibiera ninguna respuesta y saliera del cuarto con su escoba, tímidamente luego Elizabeth se fue acercando hacía el baño, asomó la cabeza y vió la silueta de él sentado dentro la bañera vacía con la cortina cerrada.

Cuando tuvo intención de entrar éste le gritó por igual:

¡Vos lo mismo! ¡Largo! John, quebrado su tono de voz le advirtió.

* * * *

En la escuela, todavía en vacaciones.

Rrr me da picazón. John, protestó rascándose el trasero en el medio del patio durante el receso sin importar haciendo que algunos estudiantes les llamaran la atención. - Ahora, niñita anota esto: TENGO COLA QUE PARECE UN PE**

Feroz. AullidosWhere stories live. Discover now