Feroz. Aullidos {Capítulo 14}

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En la cena, seguía la costumbre de John no quitarle los ojos de encima a su hermanastra todas las veces que se sentaban a comer, en el desayuno y la cena, menos el almuerzo y la merienda porque lo hacían en la cafetería de la escuela. Pero esa noche que comían en familia, Elizabeth no se sentía de ánimos para molestarse a causa de la mirada pegada sobre ella de Grangerford.

El aullido regresó a resonar en las paredes interrumpiendo el silencio incómodo. Rakel con una sonrisa en su rostro para atraer la atención de los chicos preguntó con todos los ánimos:

— ¿Quién quiere el postre?

— Ahora vas a preguntarnos "¿como nos fue en el colegio?" O "¿si no van bien en las notas?" ¿Ah mamá? —Se expresó con sarcasmo, John.

— ¡John! —Le retó el anciano.

— No, no déjalo Hermen... el muchacho no está equivocado. —Rakel se rió y luego les invade con una lluvia de preguntas. - Bien ¿Se están adaptando en el colegio? ¿tuvieron algún problema con sus compañeros? ¿Se están llevando bien con los maestros?

— Señora, Rakel... —Habló la chica sin que nadie se lo esperara. - el colegio es un asco, pero el resto de las clases todo regio.

— "¿regio?" ¿qué, qué es eso? —Preguntó, Rakel confundida.

— Amor, es una palabra que los jóvenes hoy en día utilizan, que significa que todo está —Explicó, Hermen Armando y para terminar la oración levantó el pulgar hacia arriba. - bien, cool, magnífico.

— Ay estos niños. No sé que les enseñan los maestros hoy en día ¿y les enseñan palabras como esas? ¿y vos como sabés mi querido? —Rakel, le habló a su marido.

— Tengo un compañero allá en el muelle que tiene un sobrino, y le tengo que aguantar todo el resto del trabajo quejándose sobre su sobrino. —Relató, Hermen a la vez que empequecía los ojos.

— Hm oh. —Rakel, admitió y luego continuó cortando su carne del plato. A pocos minutos, agregó mirando a los chicos. ‐ Yo... bueno intento iniciar una conversación en familia ¿no quieren hablar? ¿cualquier cosa?

— ¡No! —Se apuró a decir, John.

— No, no. —Contestó al mismo tiempo que su hermanastro, Elizabeth.

La pareja se miran del uno al otro desconcertados.

— ¿Pero que les pasa caray, chicos?  —Rakel, habló con el bocado de carne en la boca.

— ¿Se sienten bien? —El hombre les pregunta a los dos.

— Muy regio me siento. —John, responde sonriendoles, y luego le guiña un ojo a la chica.

En pocos segundos Elizabeth tragando saliva les contesta a la pareja:

— Claro. Creo que... me duele un poquito el estómago. ¿Ya me... puedo levantar?

— Oh, cariño —Le decía Rakel poniendo cara de lástima. - ¿no quieres una pastilla para calmar la acidez?

— He... Rakel —Iba hablar la chica pero la mujer la interrumpió con una sonrisa:

— Porqué no me llamas mamá mejor, se siente bien.

— He..., si, claro. Mamá no es acidez, y si no me haces preguntas deseo que... me dejes ir al baño. —La chica se puso de pie.

Feroz. AullidosWhere stories live. Discover now