Feroz. Aullidos [Capítulo 12]

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Al segundo día de clases los maestros los mantuvieron ocupados estudiando a John y a Elizabeth, tanto así que los enviaron a casa con tareas de sobra para hacer.

- ¿Te preocupa algo? -De repente John le preguntó a la chica cuando caminaban juntos a casa.

A Elizabeth se le aceleró nuevamente el corazón y trató de responder:

- No. Sólo que en la escuela hay... mucha presión.

- Mucha adrenalina diría yo. -Dijo él levantando la mirada a las nubes oscuras que recorrían en cielo a la hora 18:40.

De la nada en el camino una mujer obesa con un gorro de lana en su cabeza, vestida de gitana pasó corriendo espantada por algo. Pasó de largo sin detenerse hasta girar la esquina y desaparecer.

- Por el carajo que le ocurre a esa gorda. -John se preguntó quedándose viendo a esa dirección que la mujer desapareció.

Cuando John regresó la mirada a la chica vió que ella no se detuvo. La vió que Elizabeth estaba tan distraída con los auriculares puestos oyendo algo que al parecer no le importó la escena extraña.

- Ey, ey espera, nena

- ¿Qué? -Dijo la chica desprendiéndose un audífono de su oreja y preparando valor para levantar la mirada a él que se le puso a su lado izquierdo.

- Si, qué. Te vas a esa misma dirección que esa gorda loca salió ¿estás chiflada?

- ¿Y... cual es el problema? Grangerford, la... casa queda a esa dirección.

- Hmm no sé. Puede ser la bestia que todos hablan.

- Mira, son las 18:45. Falta tres cuadras.

- Vamos entonces si tenés los pechos llenos de valor.

- ...los tengo.

- Oh vaya, bebé.

- Ya basta.

Comenzaron a caminar y dando la vuelta de la esquina, en la vereda de una casa había una animal destrozado.

Elizabeth pegó un gritito y se giró asustada al ver la escena esa.

- Te lo dije. ¿Y que mierda es eso? -le dijo John al aproximarse al cadáver y explorarlo de muy cerca. - Oh mierda, que asco y pobrecito.

- Grangerford, no, no me digas que es te lo suplico. -Le dijo Elizabeth a apunto de ponerse a llorar.

- Bien. Vamos a casa y comeremos helado después de cenar. -John, se giró y le dió varias palmaditas en la espalda para calmarla.

* * * *

- Debió ser esa bruja -Comentó la chica con la mirada escondida mientras subía las escalinatas a la casa.

John suspiró y no dijo nada.

Por lo visto sangriento, Elizabeth no tuvo mucha ganas de comer churrasco con papas. Durante la cena John que comía su alimentos vegetarianos no le quitaba la vista de encima a la chica a igual que Hermen que la veía serio, menos la señora Rakel que les sonreía a todo el mundo como siempre lo hace.
Después Rakel le pidió a Elizabeth que la ayudara en la cocina con los platos.

Elizabeth mientras quitaba los sobrantes de comida con un tenedor y lo echaba en otro recipiente, la mujer resaltó:

- ¿Que hacés mihijita? Así no es...

- Es... para los animales de la calle.

- Pero...

- No se preocupe, lo dejaré a la mañana..., es una... costumbre que en mi familia hacíamos.

Feroz. AullidosWhere stories live. Discover now