Feroz. Aullidos [Capítulo 6]

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John. G.

Entré al Banco Crux, me detuve y recordé que debía apagar mi teléfono inmediato y lo hice.
Explore el lugar buscando las ventanillas de consultas, luego de encontrarlas me choque con la figura de una chica que se giró inmediatamente. Ella estaba haciendo cola justo en dónde quería estar.

Es nada menos que Elizabeth Shepherdson...
¿Casual o apropósito?

Avancé a su dirección sin pensar, cuando de repente se me atraviesa una pareja de ancianos que se colocaron primero detrás de esa chica. Suspiro derrotado.

Y bueno...

Esperé y cuando Shepherdson siguió a un ayudante del banco, la seguí con los ojos estudiando su comportamiento. Si algún día la voy a conocer debo observar primero antes de hablarle.

Me tocó el turno y la mujer de atrás de la ventanilla me pidió que esperara hasta que uno de los ayudantes me llamaran...

Al momento de verla más de cerca quién dicen ser mi hermanastra, la noté... algo nerviosa ¿porqué será?

Fui atendido y recibí una carta de mi 2do padre.
No la leí hasta llegar al alquiler en que estoy para leerla tranquilo.

* * * *

Ahora mi objetivo es ir a una de las islas Argentinas llamada "Gran Malvina"
Oí hablar de esa tierra, en la escuela, por supuesto. Es una de las islas que habitan pocos habitantes, con casas de techos de colores oscuros y tienen un muelle muy interesante con muchas historias ocultas.

¿Pero porque justo ahí?

El señor Guillermo, contó gran parte de su historia en la carta, y también ofreciéndome una salida de toda está miseria y mala racha en que estoy pasando. Me dijo que me darían dinero si estudiaba y acababa la secundaria en tan sólo 1 año, que luego me darían beneficios y posibilidades de recuperar mis antiguos empleos incluido un departamento nuevo para mi sólo.
Yo creo que... es demasiado fácil y sospechoso, un cambio así alguien que apenas conozco como mi segundo padre no debería hacer tales cosas como estás, ni siquiera no nos conocemos.

¿Pero tengo elección?
Porqué no sale de Inglaterra Guillermo y me lo dice de frente: Hijo, te prometo mejorar tú carrera si terminas la secundaria, te ayudaré en todo lo que necesites.
Bueno, ¿no es muy tarde para eso, viejo?

Pero que va, acepto. Mientras tanto me saldré de está polsiga y me tomaré un descanso sensacional en la isla de de las maravillas y tal vez conozca lindas chicas...
¿Qué puedo perder? Es más de un año nada más. No tengo un hogar a cuál llamar hogar, no tengo una familia decente que me respeten por lo que soy, y mis amigos no me necesitan ni siquiera llamando por teléfono a invitarme salir, tampoco fans que me recuerden por mi fama, sinó que me ven como un modelo porno para revistas.

Guardé la carta en mi mochila y comencé a prepararme para llevar todo lo que necesite en el viaje en barco. Tendría que estar agradecido, me saque la lotería en un momento tan gris de mi vida, y ni siquiera me interesaba con quienes viviera tanto tiempo.

* * * *

Cité a mi primo en una cafetería para relatarle todo lo que me estaba pasando y que me iba de viaje por un largo tiempo.
No le conté sobre la escuela, no, ni hablar, tampoco de mi media hermana. No quería que Thomas fuera con cuentos expandiendo como una epidemia a las familias Grangerfords y Espinolas, no quiero que se enteren nadie de los que me quieren lejos de sus vidas.

El día estaba llegando...

Me fui despidiendo en el camino mientras tanto, empezando con una jovencita que fue amable conmigo, alguien que trabaja en un barcito nocturno. Luego saludé al hombre de los diarios cerca de donde duermo, a la señora de las verduras que siempre me vende bajo precio porque dice que soy alguien importante, alguien quien va a cambiar el mundo. Y por último a unos chicos hackers que venden cómics en una galería, suelo comprarles como excusa para charlar.

Feroz. AullidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora