Si todo fuera de un color cer...

By Refineyen

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¿Qué pasaría si Naruto no fuera al único al que los aldeanos llaman un "monstruo"? ¿Cómo reaccionaria Sasuke... More

1. Destierro.
2. Adiós Suna.
3. El regreso de la chica de los vectores.
4. Conformación del Equipo 7.
5. El examen de Kakashi.
6. La foto del Team 7.
7. La primera misión del equipo.
8. Una noche en la aldea de la niebla.
9. Entrenamiento.
10.La Pelea en el Puente de la neblina.
11. Mientras pasa el tiempo.
12. Visitantes.
13. Examen escrito Chunin.
14. El Temible bosque de la Muerte.
15. Sakura Florece.
16. La Pandilla de la Pata de Sasuke.
17. La última oportunidad.
18. Muerte súbita.
19. Entrenar.
20. Sakura vs Temari.
21. ¡Ataque a la Villa!
22. El regreso de Itachi Uchiha.
23. Intentar que te quedes.
24. Convencerte.
25. La gota que derramo el vaso.
26. Despedida.
27. Gritos fuertes ante oídos sordos.
28. Hasta pronto.
29. Reglas de un ninja médico.
30. Tiempo muerto.
31. Escuadrón de combate de Konoha.
32. Sakura Pantera Negra
32. De vuelta a casa.
34. Rescate al Kazekage.
35. El Puente Tenchi.
36. Reencuentro.
37. El sol no regresa.
38. Lazos.
39. Sasusaku.
40. La Muerte de Asuma.
41. Reemplazada.
42. La amenaza de Pain.
43. Libro Bingo.
44. Lazos rotos.
45. Dejalo ir.
******13 Cosas sobre mi.******
46. El amor es perdición.
47. Inicia el juego.
48. El Tiempo Se Acaba.
49. Receptora.
50. Mi Elección.
52. Aprender A Luchar Para Sobrevivir.
53. Estamos A Mano.
54. La Cuarta Guerra Mundial Shinobi A Comenzado.
55. ¡Lucharemos juntos!
56.Dolor.
57. Equipo 7.
58. Al borde de la muerte.
59. Kaguya.
60. El fin de la guerra.
61. Destrucción.
62. Secuelas
63. Las pases

51. Lucy.

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By Refineyen

Desperté un par de horas después, lo sé porque ahora es de noche, la vi una vez más en mis pesadillas, se que nunca me dejara porque ahora es parte de mi, ya no le tengo miedo, tampoco lastima como con Lucy en algún momento, no puedo decir que entiendo todo a la perfección porque hasta hace unos segundos estaba feliz pensando en que todo era un sueño y lo más raro que había en mi era el color de mi cabello, tarde cerca de 5 minutos en acostumbrarme a la oscuridad y conseguir ver que vengo en una carreta, pensé que había dormido más, pero al parecer aún no llegamos a la aldea, intento sentarme pero el dolor de mi cuerpo es tanto que es casi imposible estar sentada, mi cabeza también duele, pero es por las vendas tan apretadas que tengo, se que quien lo hizo fue Ino, acostumbra además exagerar mucho en la cantidad de vendas, me quito todas las de la cabeza y la muñeca y descubro la mirada de mi loba quien me observa tranquilamente del otro lado de la carrera, ella agacha la cabeza sin comprender porque me quejo tanto y luego mueve la cabeza bruscamente a la puerta delatando a Naruto.

-No deberías quitartelas aún, tus heridas están frescas. - En su mano lleva un vaso con agua, el otro está vendado a la altura de su pecho, siento pena por el ya que sus técnicas lo habían dejado muy lastimado.

-Ahora entenderás lo frustrada que me siento cada que te curo y abandonas las vendas apenas pasan 5 minutos. - Digo tranquilamente mientras poco a poco me recuesto para calmar el dolor que me hace sudar.

-Hehehe, es un buen castigo. - se acerca y jala una silla sentándose a mi lado, mi loba agacha la cabeza y se recuesta de nuevo para retomar su sueño, suspira lentamente y me mira a los ojos luego de darme un calmante. - ¿qué rayos pasó? - Me dice con el ceño fruncido, yo sonrió tristemente.

-No lo sé. - Digo mirando la pequeña pastilla que me quitara un poco el dolor.

-No puedes simplemente decirme eso... Sentí que... Olvidalo. - Me dice y yo me sorprendo por ver la angustia en su rostro.

-Sentiste que iba a morir. - Completo su oración lanzando la pastilla a mi boca.

-Sentí que te había perdido desde hace mucho y darme cuenta tan tarde fue el peor error de mi vida. - Me dice causandome sorpresa, se sienta a mi lado mirando el suelo.. La carreta es molesta cuando tu cuerpo tiene tantas heridas, cada movimiento es un martirio.

-No... No me has perdido y no lo harás. - Miro el suelo y luego lentamente nuestras miradas se hacen una.

-Quiero sentir que es verdad... - Murmura y se acerca a mi, su rostro queda enfrente del mío.. -Durante todo este tiempo te he arrastrado conmigo a la oscuridad de Sasuke sin darme cuenta de que tu también te estabas hundiendo. - Coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja sonrojandome.

-No es algo que pudieras evitar, es parte de mi como tu, si los llego a perder nada seria lo mismo. - Murmuró mientras mantenemos la mirada fija en el otro.

-Promete que no habrán más mentiras. - Me dice y me hace desviar la mirada.

-Lo prometo.. - miento.

-Confío en ti Sakura chan, ella está esperando a que despiertes, dime ¿es de confianza? - Se pone de pie dejándome con ganas de sentir sus labios, me obligó a sacar ese pensamiento de mi mente, llevo mi mano izquierda a ami cabello y me rasco provocándome dolor de cabeza por mis contusiones.

-Si, Lucy no es la Pantera Negra, es difícil de explicar, pero tranquilo, yo respondo por ella. - Digo con una sonrisa, el me mira un momento, deduzco que no le gusta la idea y no me sorprende ya que casi nadie le cae bien de primera impresión.

-Bien. - coloca el frasco de pastillas a lado de mi cama y sale de la carreta, lo miro partir y me quedo un segundo en la casi perfecta oscuridad.

-Deberías seguir inconsciente hasta mañana. - Su tono es molesto como casi siempre, se recarga en la pared con los brazos cruzados, noto que sus heridas aún se mantienen, imagino que nadie la trató con chakra, no confían en ella y me revuelo pensando si debería o no confiar en ella.

-No me golpeaste tan fuerte. - Murmuró recordando el golpe y el zumbido que vino después.

-Lo siento, iba a ser peor si continuabas consciente, eres resistente al dolor. - Me provoca una sonrisa, pero al instante hay silencio, jaló aire, respiro y exhalo, siento un poco de rabia.

-Ya estuvo bien de fingir que nada a pasado, Lucy... Si ese es tu verdadero nombre, quiero toda la verdad, quiero saber que tanto de lo que vi es cierto. Quiero saber quien eres tu y quienes son ellos, necesito la verdad ahora. - Digo con rabia, ella me mira unos segundo y luego suspira.

-Bien, pero escucharas con atención, no quiero ninguna interrupción ni sonido. - Me dice... Asiento mientras el calmante comienza a tomar efectos en mi.

-Mi nombre real es Lucy y quisiera decirte que recuerdo mi apellido, pero me temo que no es el caso. -

**********Lucy********
Mi vida mortal no fue para nada similar a tu vida, hay más allá de las barreras de los reconocidos países ninja, existen los países libres y los países del sur cuyos hombres no se atreven a visitar por temor a no volver jamás, la vida ninja se originó en ellos, pero su dominio pertenece a un clan muy poderoso que se hace llamar Saibankan conformado por un grupo de personas previamente seleccionadas por su líder Samui y en su momento habían 5 subordinados de este entre los cuales se encontraba La Pantera Negra, pero vayamos al principio.

Soy la primogénita del Rey Natsu y la Reina Haru, gobernantes del país del Cristal 100 años atrás, ellos eran reyes justos y bondadosos o eso es lo que recuerdo y me contaron, no recuerdo sus rostros, solo recuerdo que mi parte portaba un collar de diamante negro y mi madre uno de diamante blanco que al juntarse producían la forma de una estrella contra la luz, el clan Saibankan fue creado por todos países más poderosos de ese continente, mi padre no consideró oportunos reconocer la existencia y alianza con ese clan, debido a que se consideraban algo así como la policía de las grandes 8 naciones del continente Kyu, pero debido a la presión social producto de los demás países mi padre terminó cediendo y como medida precautoria consideraron prudente establecer la base de operaciones del clan en nuestro país, todo eso fue antes de que yo naciera, yo nací 5 años después, mi madre me bautizo Lucy como su madre, no recuerdo mi apellido, como las reglas de ese entonces dictaban automáticamente al ser primogénita tenía el derecho de adquirir el poder al cumplir 16 años, pero.. No contaban con que mi cabellera al crecer se tornará de un rosa intenso, los vectorisnos son una enfermedad que a existido desde hace cientos de años, habían provocado caos y destrucción en los países ninja de Kyu y la caza a ellos era ley, pero mis padres no podían permitir que yo muriera, fue similar a tu situación, se encariñaron conmigo y fueron en contra de las leyes establecidas, desde que mi cabellera creció mi madre comenzó a llenarme con enormes sombreros y gorros evitando a toda costa que mi cabello fuera descubierto, luego comenzó a oscurecerlo con pintura vegetal, se moría de risa cuando mis vestidos blancos y rosados terminaban manchados con esa pintura, trataron de criarme con amor y cariño.. Eran excelentes padres, fui feliz... Cuando cumplí 8 que se supone es la edad promedio en la que el virus ataca tu cerebro y crea en algunos casos cuernos en la cabeza o ojos rosados también se cumplió la profesia, asesine sin querer a mi primer hombre, era muy bueno, era uno de los jardineros del castillo, siempre me traía chocolate amargo hasta mi habitación y me llevaba a montar, en ese momento me caí del caballo y como respuesta los vectores salieron y le arranque la cabeza tanto al caballo como a él... Yo estaba llorando dentro de mi, pero algo más lo disfrutaba y se reía mucho, luego de eso los casos fueron llegando más y más seguido, intentaba controlarlo de verdad, pero no podía porque siempre terminaba en el cuarto de luces y sombras y ella tomaba el control, las personas del reino comenzaron a darse cuenta de las muertes extrañas y mis padres decidieron ocultarme de ellos encerrandome en la parte baja del castillo, fue lo mejor, poco a poco volvió la paz y yo comencé a controlarlo, mi padre puso un par de sellos de barrera en mi que funcionaban por poco tiempo, incluso crearon una habitación especial para cuando ese instinto homicida llegara y no lastimara a nadie, pensaron que si lo controlaria y me jure hacerlo cuando supe que tendría una hermanita, para ese entonces tenía cerca de 10 años, creo, mi madre me lo dijo y yo abrace su pequeña pancita y le prometí a mi hermana Mía que me iba a curar para jugar con ella en el jardín y para protegerla de todo, pasaron los 9 meses más emocionantes de mi vida, disfrutaba mucho sentir la panza de mi madre y cuando se movía era lo mejor, ella ya reconocía mi voz y se movía para mi, tenía miedo de que ella también tuviera este mal, pero no fue el caso... Su melena oscura fue lo primero que vimos cuando nació, ella me miro con esos ojos enormes azules y supe que estaba en el lugar correcto, luego de unas horas la cargue y le prometí protegerla por siempre.

Pero el siempre no fue una eternidad porque está es una historia de terror, cuando Mía cumplió 2 años yo estaba en mi habitación en la parte media del castillo por mi progreso, tenía un amigo.. Su nombre era... No lo recuerdo, pero era hijo de un noble guerrero ninja, tenía la misma edad que yo y la misma cabellera azabache, disfrutábamos de jugar a ser ninjas y luego a ser reyes, con el mi vida estaba completa, no se si mis padres no supieron que la guerra venía o si lo sabían pero no encontraron apoyo de los demás países ninja, esa noche yo me había escapado del castillo para jugar con la nieve y mi compañero siempre estaba ahí para mi, para las 2 de la mañana ya eramos un duo de niños mojados y tosientos, corrí de regreso a casa para entrar por medio de una curva pequeña que me llevaba a la sala este, pero no pude pasar.. Bolas de fuego, gritos de terror y cristales por doquier fue lo primero que mire, corrí a la entrada principal para que mis padres me vieran y saber que pasaba, conocía apenas lo básico de taijutsu y dominaba un cero mis vectores, no importa, igual mi destino ya estaba sellado, corrí y choque contra la multitud de los cuales una mujer me tomó del brazo y me levanto sobre su cabeza, nunca había visto a una mujer tan fuerte, comencé a llorar cuando vi su rostro sin párpados y esa sonrisa extrañamente alargada, tampoco tenía la parte que cubre la nariz, solo tenía un par de agujeros.

-Te encontré. - Dijo alargando aún más su sonrisa, hizo una señal a uno de sus generales y los vi salir.. Encadenados y con sangre en sus ropas, todos menos a Mía.

-No tengas miedo mi princesa, vamos a negociar y todo estará bien.. No temas.- Me dijo mi padre, mi madre iba en shock, y yo no podía dejar de pensar en mi hermana.

-Papi, Papi, ¿Dónde esta Mía? - Esperaba que me dijera que estaba bien, tal vez los malos habían tenido piedad de ella y habían permitido que una nana se quedara con ella.. Pero ver a mi madre gritando desgarrada y dejarse caer con las manos en los oídos me confirmó que ya era hija única de nuevo.. Y que jamás debía hacer esa pregunta de nuevo.

No entendía muy bien que estaba pasando, en mis años de vida jamás había visto algo así, no habían ninjas en mi país ya que se supone que vivíamos en paz, ahí entendí una valiosa lección.. Los seres humanos mortales no pueden estar jamás en paz, esa ilusión de la paz mundial es solo una fantasía que se rompe en cuanto los intereses de unos son superiores que los de otros, el humano es perverso por Naturaleza.

Me llevaron a los calabozos del castillo los cuales muy pocas veces habían sido utilizados mucho antes de que yo naciera, era justamente la habitación a la que ella te llevaba, ese calabozo oscuro con rejas e infinita oscuridad, me encadenó de brazos y piernas y me dio un leve golpecito con la uña en el pecho.. En su momento no entendí que ocurrió y era demasiado cobarde como para intentar escapar, mi madre me había preparado para ser una buena reina, bondadosa y tranquila, sin miedo ni preocupaciones porque ¿qué puede atormentar si se supone que hay paz?

Los primeros dos días estuve en paz, no me alimentaban y solo bebía agua cunado me daban que era una vez al día, pero cuando se cumplió el tercer día algo en mi comenzó a nacer, el recuerdo que tanto me había obligado a ocultar en lo más profundo de mi mente, la vi delante de mi como si estuviéramos tomando el té en el ala oeste, sentada con las piernas cruzadas y una mirada vacía observandome.

-¿quién eres? - Pregunté con una voz de gallina a punto de correr, ella sintió aún más dejando notar sus dientes afilados, era igual a mi salvo por la cabellera rosada intensa, los ojos del mismo tono y una especie de cuernos saliendo de su cabeza, soltó una risita como de una niña de 2 años.

-Soy tu, tonta. - Dijo con gracia como si fuéramos grandes amigas, mi cobardía pudo más, intenté salir corriendo ¿pero a dónde? Las cadenas en mis piernas me obligaron a caer de culo contra el suelo, sólo me cubrí la cabeza y comencé a gritar para que esos gritos ahogaran su voz. Me quedé así hasta que la garganta me dolía y mi cuerpo había dejado de temblar, luego levante la mirada más a fuerza que de ganas por el golpe de luz que provenía de la puerta, mis ojos tardaron en acostumbrarse para darle forma a las siluetas borrosas las cuales se convirtieron en La Pantera Negra y un hombre pequeño y robusto de quien nunca me pude aprender su nombre.. Solo recuerdo que llevaba una C al principio, ella entró con una mano en la espalda.

-Es demasiado joven aún. - Dijo el hombre mientras tomaba notas en un cuadernillo.

-Servirá, es lo que necesitamos para ambas misiones. - Dijo ella mientras me quitaba los grilletes de las manos y piernas con ayuda de sus vectores.

-Tu.. Tambi..-

-Shhh, no hables. - Me dijo dándome un golpe en la boca. - Escucha Lucy, hay una rebelión en el país, el castillo cayó, pero tus padres están a salvo, lamento lo de tu hermana de verdad, los usurpadores lo hicieron y este es el último lugar en el que te buscarían, lamento haberte traído aquí, necesito que seas obediente y hagas todo lo que yo te pida, ¿Entiendes Cariño? - No lo niego, era estúpida y se que cualquiera lo habría hecho si tuviera tan solo una oportunidad de salvar a un ser querido.

-Si, haré todo lo que usted diga Lady Pantera Negra. - Le dije mientras ofrecía mi mano pálida, ella la tomó con esas uñas horrendas y esbozo una sonrisa.

-Lo que harás será salir de aquí con escoltas, no puedes quedarte en tu habitación, pero estarás en un lugar más seco y con ciertas comodidades, lo único que quiero por ahora es que le digas a tu gente que los reyes aceptan la caída del castillo y están negociando la paz. - Sus palabras me hicieron dudar, no lo niego, ¿pero qué otra opción tenía? Acepte agachando la cabeza con cobardía.

-Y mis... -

-Ellos estarán bien, los veras más adelante, si quieres que les tengan piedad necesito que sigas todas y cada una de mis ordenes, cualquier falta será muy costosa. - Dice con seriedad ya no sonando como mi amiga, le da la orden al hombre que la acompañaba para que me saque de mi celda, camino con nervios por entre los pasillos descubriendo que todas las celdas ya están llenas, hombres, mujeres, niños, ancianos, bebes, todos dentro encerrados como animales, muchos gritaban mi nombre, otros escupian mis piernas al mirarme cruzar mientras maldecian mi nombre, camine con los ojos llenos de lágrimas hasta que las voces comenzaron a desaparecer, ella tenía razón, mi nueva habitación era lo esencial para sobrevivir, sin ventanas, con doble puerta de grilletes y un enorme sello de barrera en la misma, no vi a mis padres los primeros dos días y fui obligada a firmar ciertos documentos que no me permitían terminar de leer, ella no contestaba ninguna de mis preguntas, y poco a poco esa bondad y compasión que mostró fue desapareciendo, regrese a mi celda sólo para descubrir que tenía a una compañera de cuarto... Ahí descubrí que hasta ese momento no conocía el verdadero dolor ni la rabia, se trataba de un pequeño bulto cubierto con una cobijita que yo le había ayudado a mi madre a bordar con finos hilos de oro, nunca había visto un cuerpo muerto... Y menos así de descompuesto, lo hinchado, como los rasgos podían llegar a desaparecer deformando por completo su apariencia y el olor que transmitía era nauseabundo... De verdad quería abrazarla y llorar como cuando la abrazaba en casa, con el dolor que sentía.. Pero mi estómago me traiciono, la poca comida que había ingerido en la tarde salió de mi cuerpo, la rabia y la cólera me cegaron, jale aire con rabia y los vectores salieron de mi espalda destrozando todo a su paso mientras mis manos se estrellaban una y otra vez contra el suelo, hasta que los nudillos me sangraron, hasta que mis gritos se ahogaron y me quede sin voz, intente ser fuerte, intente convencerme de que ella estaba en un lugar mejor y todos esos cuentos que nos venden a todos.

La noche la pase sin poder dormir ni un segundo, la sepulte en una esquina del calabozo, le hice la promesa de que la sacaría de esa prisión y la enterraria en un campo de las más hermosas flores de primavera, me prometí sobrevivir, prometi muchas veces que estaríamos juntos de nuevo.

-hey tu, sal, te toca baño. - Boris era el peor de todos mis cuidadores, era realmente agresivo y disfrutaba mucho romperme la ropa cada que me llevaba con las cuidadoras a que me dieran un baño con agua helada, eso era máximo una vez a la semana, mi gente estaba sufriendo conmigo, claro los que quedaban con vida... Escuche que una guerra se acercaba, no tenía muchas noticias de las afueras del castillo, comenzaba a creer que mis padres ya estaban muertos, pero me regañaba a mi misma y me obligaba a confiar, las noches eran lo peor, me metía los dedos hasta lo más profundo de los oídos deseando ahogar los lamentos de dolor y la agonía de mi gente, aquella mujer que me llevaba leche fresca al castillo, aquel panadero que creaba esas enormes galletas de jengibre en forma de dragon o princesa, aquellos aldeanos que me daban los buenos días y aquellos otros que me miraban de arriba a bajo porque era una vectoriana, me dolía la agonía de todos y me sentía realmente agoista cuando el interrogatorio no me tocaba a mi.

Sabes te odie mucho cuando me enteré que tu primera vez fue con el Uchiha porque detestaba que tu fueras feliz y yo no... Mi padre decía que yo era su princesa y ningún chico así se tratara del hijo de un rey o lord me merecía, me decía que lo golpearia o mandaría colgar si se atrevían a mirarme las pantorrillas, decía que si mis ojos se llenaban de lágrimas por un chico el se encargaría de hacerle pagar todas y cada una de ellas, pero en realidad no era capaz ni de castigar a los traidores, su bondad y alegría reinaba en el castillo y en todo el reino, mientras que mi madre me preparo para ser feliz, tener una familia, hacer feliz a mi marido y buscar mi felicidad propia, ella y mi padre se casaron por compromiso y después nació el amor, mi madre quería romper con esa tradición y permitirme casarme con quien yo gustara, quería que me enamorara y mi primera vez fuera un sueño... Y ¿Sabes? Fue con Boris cuando le dio 3 monedas de bronce mi cuidadora quien me bañaba, fue justamente en la esquina de una recámara vacía luego de que me sometiera a golpes, mis gritos no sirvieron de nada, pero al menos quedé demasiado aturdida como para estar consciente de lo que me estaba pasando.. Me desmaye cuando azotó mi cabeza contra el concreto.

Desperté un par de horas después en mi cama con sangre en mi rostro y entre mis piernas, fue el inicio de una larga temporada de violaciones y palizas, ya no solo era Boris, ahora cada uno de mis cuidadores me violaban cada que se le antojaba... Incluso mujeres, poco a poco me fui llenando de odio, una buena mañana mientras el dolor de las heridas comenzaba a sanar ella se presento ante mi como hace algunos meses no lo hacía.

-Estas haciendo un buen trabajo Cariño. - Me dijo con una enorme sonrisa, yo me eche a llorar y le conté lo que me habían hecho, lo cual le importo una mierda. - si, si, nos encargaremos.. Ahora hay cosas más importantes que hacer, verás .. Hay golpe de estado en todos los países ninja, tu madre fue enviada a la horca y tu padre sigue en el calabozo, ellos vienen por lo que hay dentro de ti. - Me dijo causando que me quedará helada y confundida.

-¿qué puedo tener yo que les interese? - Pregunté temblorosa sintiendo la sangre correr por mis labios cada que abría la boca, no podía dejar de pensar en mi madre, no podía ser cierto.

-Tu sangre. - Me dijo con esos ojos amarillos y esa maldita sonrisa que también me atormentaba hasta los huesos, por instinto mire mi muñeca.

-¿Para qué? -

-Verás niña, es algo complicado que solo te voy a resumir.. Existen los mortales inmundos conocidos como humanos, cuya vacía existencia consiste en respirar y morir, existen los vectorianos los cuales son creación evolucionada de los seres humanos con defectos congénitos generados en los cromosomas de sus cerebros los cuales los hacen perfectas máquinas de matar y existe la creación perfecta conocida como recepciones los cuales no son ni mortales, ni vectorianos, son algo más, son la enfermedad y la cura misma fusionada, su sangre es suficientemente buena como para soportar cualquier cantidad de chakra, cuentan con los vectores sin desarrollar el defecto en el cromosoma les permite un dominio de hasta el 100% en sus vectores y la creación de nuevos, además de que su recuperación es mayor y tienen una mayor adaptación con el chakra.- Me quede en silencio escuchando cada una de sus explicaciones sin conseguir entender que carajos tenía eso que ver con mi reino.

-Pero yo... -

-Eres la única receptora que a sido conocida en los últimos 200 años, o por lo menos la única que a sobrevivido, hay rumores de la existencia de otra chica con cabellos rosados pero no se a podido localizar, tu gente se niega a hablar y tus padres fingen no saber de quien se trata, necesito que me digas quien es o que los convenzas de hablar. - Su mano se localizó en mi brazo y sus garras se clavaron en mi.

-Yo no se de otra chica con... - Su primera bofetada fue el inicio de la tortura.. Fueron meses largos, una paliza tras otra, lo que tu viviste ahí en 2 semanas yo lo viví por 8 años... Hasta que hasta la última gota de mi chakra fue absorbido, hasta que los abortos fueron tantos que me tuvierón que arrancar la matriz, hasta que cada uno de mis huesos había sido roto, hasta que el odio me quemó por completo y decidí que no contendría más eso que habitaba en mi, pero era justo lo que ella quería, cuando mi espíritu se rompió mi sangre elimino el cromosoma malo y regenero por completo mi sangre eliminando los cuernos que aun no nacían en mi y haciéndome la receptora de un 80% de su poder.

Destroce mi cárcel asesinando a cada una de las personas que me habían maltratado, salí hecha una puta fiera de mi cárcel con sed de sangre y deseo de venganza, llegué hasta la torre principal encontrando a una persona completamente extraña para mi, era un hombre de 1.80 anciano, con cuerpo musculoso el cual obligaba a una mujer a que le comiera la verga, su cabellera azabache y abultada impedía que la reconociera al principio, el hombre me miro y esbozo una sonrisa complacido, preparé un par de garras de chakra en mis manos para cortarle el cuello, el no era el rey.. No merecía estar en un trono de sangre, pero al dar un par de pasos la mirada nerviosa de la mujer me conmovió hasta los huesos.. Solo tenía un ojo, el otro aunque lleno de venas y nervioso se inundó de cariño al mirarme, se cubrió el rostro avergonzada ya que sus ropas no eran las de una reina, su vestido dejaba a relucir sus senos y la mano del hombre ni por un momento salió de la ropa interior de mi madre aunque yo estuviera presente, no hay sangre que desee tanto como la suya, camine con furia latiendo por mi piel, mi chakra era palpable, podía ver su color oscuro y sentirlo brotar de mi, me acerque y frene de golpe cuando la tomó por el cuello como rehén.

-Parece que Pantera tenía razón respecto a ti, si eres receptora, aunque un tanto defectuosa, tardaste demasiado en liberar todo ese potencial. - Pronunciaron sus labios sin soltar la cabeza de mi madre la cual mantenía estirada mientras con la mano derecha acercaba una daga a su cuello.

-Basta, se supone que yo soy lo que quieren, déjenla libre, también a mi padre.. Lleguemos a un acuerdo. - Dije temblorosa, la idea de que mi madre no haya sido fusilada ya era bastante buena.

-¿Tu padre? Ese pobre tipo el cual no duró ni dos días en los calabozos? Fuimos bastante nobles contigo niña, ese fue el trató, mantenerte con vida por su reino, tu madre se salvo por ese culo tan deseado que tiene, pero tu en cambio tardaste demasiado en mostrar potencial, tu reino ya no existe, hasta el último habitante ya murió, de nada nos sirve un reino sin gente que lo mantenga, su caída será una mejor advertencia para futuras rebeliones... El caos ya no será alternativa de gobierno.. Tu voluntad ya no sirve de nada si has demostrado ser lo que ella busca, sientete afortunada, el proceso comienza hoy. - Aligeró su agarre... Me mantuve inmóvil creando miles de planes en mi cabeza.

-Mam... - Su daga de cristal esa que mi padre guardaba con cariño en el despacho fue la que le corto el cuello a mi madre, un tajo completo.. No lo vi venir ni por un segundo, se limpió la mano con la ropa de mi madre mientras ella se desplomaba contra el piso, grite como una maldita loca.. Salte a su auxilio pero me quede a milímetros.. El me cogio por el cabello y con habilidad creo un par de cadenas las cuales me impidieron avanzar, grite.. Patalie y llore como nunca, ella se retorcía ante mis ojos, suplicaba ayuda sin poder emitir otro sonido que no fuera de dolor... Me miraba y extendía su brazo intentando tocarme... Algo de mi murió ese día, presencie cada maldito segundo hasta que los movimientos dejaron de ser desesperados, hasta que su pecho dejó de levantarse por su respiración.. Maldita sea.

Fue ahí cuando conocí una parte del infierno, se creó el mundo que tu conoces, se rompió mi único sello de barrera y mi cuerpo mortal por fin cedió, mi cabellera dejo de ser rosada y se inundo de un tono oscuro quemado, perdi mis uñas y mis ojos dejaron de ser azules, ella inicio su maldición con un trío de sellos que memorice a la perfección, su cuerpo explotó ante mis ojos en toneladas de tinta y sangre las cuales corrieron por mi piel entrando por cada orificio de mi cuerpo... literalmente es sentir un demonio entrando a tu cuerpo, en cuanto más gritaba más entraba desgarrando mis musculos, eliminando mis celular y cada una de la gota de mi sangre, pensé que habia muerto en ese momento.

Me dolio el alma cuando desperte, recuerdo bien que soñaba con mi madre, se despedía de mi y me pedía ser fuerte, dijo que mi destino comenzaba, no pudo darme un abrazo porque desperte antes... cuando abrí los ojos me encontraba sentada en el trono de mi padre.

-Escucha Lucy, las cosas no salierón como lo planeado, lamento las medidas que tuve que tomar, pero fue todo preservando tu vida... eso es lo que tus padres...-

-¡Cierra la puta boca! mientes, matame ahora, acaba con mi vida de una vez, ya no me interesa vivir, matame.- Lloraba sin conseguir que mis ojos mostraran una lagrima, gritaba sin que mi boca emitiera algun sonido, ya no era yo.

-No sirve de nada que te pongas así, ahora ambas somos una, deberías estar orgullosa, eres la primera que a completado el proceso.- Me dijo mientras pellizcaba mi mejilla provocandome un leve dolor.

-Ya estoy harta, no entiendo quien eres, ya tienes lo que tanto anhelabas, el reino es tuyo, yo simplemente quiero morir.-

-No, no has comprendido nada, a mi no me interesa en lo absoluto el castillo, ni tu familia, yo no queria matarlos, fue Samui quien lo hizo, tus padres fueron en contra de sus reglas y decidió ponerle fin a su reino.. como tu gente no estuvo de acuerdo entonces por eso se provoco el golpe de estado, son inútiles pensando que con el poder de su mente y espíritu detendran una bola de fuego o una estaca de cristal, fueron buenos guerreros... pero ya es suficiente, ahora nosotras estamos en el juego.- Dijo con esa voz tan falsa y disfrutando cada palabra que era más que obvio que mentia.

-No somos nosotras...- Poco a poco moví mi mano... hice un gran esfuerzo por levantarla.

-No tienes elección cariño, no lo tomes como una hermandad, yo soy la Pantera Negra y al ser una receptora y yo tu nuevo huesped eso te convierte a ti en una Pantera Negra también.- Sus palabras me provocaban cólera , me costo mucho llegar a mi cuello con un pequeño cristal producto de una pulsera que mi madre me habia regalado y había conseguido quebrar, el dolor guiaba a mi mano hasta mi cuello..

-No me interesa ser una Pantera Negra, yo no soy tu...- Corte de tajo... sentí un dolor del coño en mi cuello, pero la sangre no brotó en abundancia como la de mi madre, sólo fue un tenue calor que fue contenido con mi mano izquierda la cual cerró la herida sin conflicto alguno.

-Quiero dejar las cosas bien claras sobre la mesa, no soy tu amiga, no soy tu confidente, tu sangre y la mía son iguales, los parásitos que implante en tu padre mucho antes de que tu nacieras fueron los correctos, tu eres algo así como una inversión, como la otra parte de la Costilla de Adán y yo soy Adán .... Tu conciencia terminará cediendo ante mi, tu vida mortal terminó hoy y lo que viene es un futuro lleno de oscuridad, es la era de la Pantera Negra.. no tienes elección niña, hasta que mi virus domine tu cuerpo al cien por ciento sólo hasta ese momento puedes morir.. mientras sólo eres un estorbo que tengo que cargar... pero sabes, no es tan malo, ¿Quiéres venganza? yo se que si, tu quieres asesinar a quien te hizo esto, a quien ordeno la guerra contra tu país y el mismo que le arranco la lengua a tu padre apenas pregunto por ti, se que lo odias por hacer a tu madre una puta y por ordenar la muerte de tu hermana, ¿Sabes ? también ordeno las violaciones, también el ordeno la muerte de hasta el último de tus aldeanos ¿No te conviertes en la nueva reina? es tu deber vengar su muerte y que mejor que utilizar el poder que yo te estoy prestando, hazlos pagar, baña de sangre tus manos y condena su destino del mismo modo que ellos condenaron el tuyo, arranca la vida de sus seres queridos así como te arrebatarón a los tuyos, ¡Matalos a Todos!- Cuando no tienes nada más que perder es cuando la vida deja de tener valor para ti, tenía mucha razón, quería venganza, quería derramar sangre, es un deseo maldito que nosotras tenemos desde que tenemos consciencia y no niego que lo disfrute, el primero en mi lista fue Boris, le arranque la verga he hice que la comiera junto con cada uno de sus dedos... luego lo fui cortando poco a poco y curaba sus heridas para que la agonia fuera perpetua, seguí con sus ayudantes, las doncellas y los cuidadores de todo el castillo, cada uno pago con lágrimas de sangre su traición, sali hecha un demonio del castillo para encontrarme una tierra muerta, la luz se había ido, eran cerca de las 10 de la mañana y no podía ver casi nada por la espesa capa de humo que inundaba la zona, tarde un par de décadas en descubrir que se trataba de el resultado de una técnica de aniquilación masiva, recuerdo que en un momento de lucidez lo busque para saber si estaba con vida, no conseguí verle, supongo que con base a su lealtad fue de los primeros en morir junto con su padre como caballero, corrí por todo el campo de batalla buscando vida para salvar, para matar, no lo sé , no lo recuerdo.

Tardamos cerca de una década en llegar con ellos, mi cuerpo había perdido movilidad y para mi sólo habían pasado dos días, las heridas ya no me provocaban dolor, era como mirar una película sin sentir nada, sólo sentía las muertes, la sangre que brotaba de mi piel cuando era una herida profunda y me atormentaba ver en que me había convertido, ella no hablaba conmigo, a veces su excitación en combate era tanta que disfrutaba comer las biceras de los oponentes muertos, la tortura era parte de su día a día, ni una derrota en 2 décadas concluyó, cuando mis pensamientos eran sólo para saber mi nombre y la edad que tenía cuando ella entro en mi la golpiza me trajo al mundo real, no recuerdo mucho, sólo sentí un dolor punzante en el pecho, sentí que me despellejaban con vida, se trataba de Samui quien descubrió un tanto de utilidad en su hija rebelde que quería el trono, no se si fue afecto o utilidad, pero decidió sellar mi cuerpo mortal en un pergamino con 6 candados, al hacer eso me dio más vida y consciencia, la lucides fue casi nula, estar sellada es el infiero, es un mundo lleno de luz sin nada más que pensar, imaginar o sentir, una palabra se transforma en un siglo para ser pronunciada, sientes morir cada una de tus células y nacer nuevas, sientes tu cabello crecer y tu intestino moverse, pero al menos el baño de sangre tuvo pause, no entiendo hasta ahora porque tomo esa medida, Samui es el líder del clan y la Pantera Negra una rebelde con sed de sangre, tal vez lo hizo para no perderla del todo, tampoco entiendo porque permitió el caos futuro...

La primera víctima del sello de Pantera Negra fue un mortal de 47 años, era un brujo feudo que quería el poder anhelado de la Pantera Negra, ella quedó sellada dentro de mi y yo quede como el huésped, no soy una buena persona, nunca he dicho lo contrario, si mi reino había caído yo debía vengarlo, no era mi intención estar encerrada en ese infierno, ya no más, no tuve la culpa de que su cuerpo no soportara mi poder, no pensé que sus ojos se botaran de su rostro y que su corazón explotará como un globo, mi libertad sirvió para una mierda, al morir el recipiente nuevamente ella sale, es una maldita alianza en la que yo más perdía, con el llegaron más humanos estúpidos deseosos de poder, mujeres, hombres, ansiamos y jóvenes herederos de clanes gloriosos, todos convencidos de poder controlar mi poder, pidiendo que me sellaran e incluso ellos mismos sellandome, mi utilidad para ella estaba muy cerca de expirar hasta que llego Ureshi, jeje, era menor que tu, tenía 4 años, su madre fue quien ordeno el sellado, era una mujer detestable, era obesa y con verrugas de sifilis por todo su cuerpo, no entendía como una mujer como ella podía ser madre de un pequeño como el, la vida no es justa para nada, maldita sea, de verdad, juró por mi vida que no quería hacerle daño, durante el proceso no lloró, únicamente apretaba los dientes y las lágrimas caían por sus mejillas, fue muy valiente, su Kekkei genkai era perfecto, el chiquillo ya había superado el proceso cuando yo comence el mío, sin darme cuenta y sin poder hacer algo al respecto, si antes no había llorado ahora suplicaba con mi veneno propio entrando por su torrente sanguineo absorviendo y adoptando todas y cada una de sus celulas dejandolo seco.. y yo en cambio me llene de la semilla producto de su Kekkei Genkai, era mejor que cualquier jutsu copia, era puro y natural, únicamente yo podía hacerlo, soy una receptora y era casi perfecta, ella estaba feliz, no había sido una mala inversión, ahí comenzo nuevamente una alianza a la fuerza pasando de manos en manos, de sangre en sangre, obteniendo poder, era la arma perfecta, el dúo más eficaz porque podía aprenderlo todo, por eso llegamos hasta la primera guerra mundial shinobi, usadas como armas momentaneas en lo que mi sangre consumia la de mi contenedor, pase por decenas y decenas de personas, con algunas me quedaba una temporada, con otras solo bastaban días, sin poder hacer nada por nadie, todos desde el más abaricioso hasta la víctima inocente cayeron ante mi poder. Todos hasta que en la tercera guerra mundial shinobi ella considero que era el momento ideal para salir y buscar la revancha con Samui, fue ahí cuando conocimos el poder de los nuevos shinobis de la aldea de la hoja, la liberación y sellado de las bestias con cola, el sabio de los seis caminos y la maldición que son los Uchiha cuya sed de poder y ese precioso Kekkei Genkai como regalo no merecido nos trajo de regreso una última vez, Madara encontro el sello décadas en el pasado y lo guardo planeando el futuro destino, existen muchos mitos sobre mi poder, algunos decían que los jutsus que había aprendido podían generar la inmortalidad para un ejercito, otros decían que con un jutsu podía terminar con un país entero y unos cuantos que podía asesinar a los shinobis con mi mirada, enormes rumores de grandesa y miedo, nunca fui más que un titere en realidad, cuando Madara le dio a Itachi Uchiha el pergamino y le exigio realizar el sellado fue un cobarde, tuvo piedad de ti generando un par de jutsus de barrera, el sabía que eras receptora, no cualquiera puede sobrevivir a un jutsu prohibido de Kekkei Genkai, ese estúpido era realmente listo y astuto para su edad, consiguió engañarla sin siquiera conocernos, ocultando tu poder con un sello de barrera y limitando el nuestro con otro mayor, todo contigo fue igual al resto... hasta que la serpiente con patas sumo una maldición a tu cuerpo separando mi parte mortal de su parte demoníaca, por lo menos en consciencia, durmiendo su poder y facilitando mi salida, fue como despertar de un largo sueño, sentir dolor, miedo, frío, recordar y pensar por mi misma una vez más, y colorin colorado, aquí estamos.- Dice mientras se revuelve la melena negra por encima de la cabeza, la miro perpleja... su historia me a conmovido y me ha hecho sentir rabia, se que no miente, consigo mirar esos ojos con tonalidad azul y descubrir que no miente, pero eso no resuelve todas mis dudas, me he perdido a la mitad y no comprendo bien el objetivo de ese tal Samui y La Pantera Negra.

-Bien, no se que decir, lamento tus perdidas, de verdad, quisiera que existiera un modo de regresar el tiempo y evitar que eso pasará ...- Digo estúpidamente provocando que sonría con amargura.

-Ya te lo dije, el mundo ninja va mucho más allá de este continente, fuera de aquí hay países sin honor ni dicha, incluso más lejos que Akimira, y lo que es peor su poder no se compará ni al de todos los hokages juntos, las bestias con cola reunidas no equiparan el poder de todo el clan unido, no podemos hacer nada, es mejor que nadie conozca la existencia de esos países.- Dice tranquilamente mientras golpea la pared.

-No entiendo nada ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué si son tan poderosos nadie sabe de su existencia?- La cabeza me da vueltas, espero que no sea por los farmacos que ingeri, no es momento de dormir.

-¿En verdad sigues creyendo que tus Hokages son blancas palomitas que velan por el bien de los pueblos ajenos a su gobierno? lamento reventar tu burbuja, pero las alianzas por debajo de la niebla son las más solidas e inquebrantables, piensa sólo un momento en la masacre del clan Uchiha, la tierra escondida entre las olas, las masacres en los países ninja, Akimira, el país del sol y la luna, los carroñeros... y todos aquellos exiliados, ¿Tu crees que en verdad los gobiernos ninjas son ciegos y no saben que esta pasando? Había una princesa prometida, su nombre era Lucy en su momento y ayer por la tarde se descubrió que su lugar fue tomado por alguien más, tu eres la princesa prometida, tu eres lo que ella busca, lo que el desea controlar, no es una guerra entre naciones ninja, es una guerra entre esos cerdos que establecen su clan.- Sus palabras me abren los ojos, a mi mente viene el rostro del tercer Hokage, de Danzou y de Lady Tsunade.

-No, mientes, nosotros detuvimos el conflicto en Akimira y nada malo paso....-

-Eso es porque no les interesa esta tierra olvidada, pero ella ya dio la señal, debes irte, cometiste un grave error al jugarle a la heroína y sellarla en tu cuerpo, sellaste tu maldito destino, mandaste a la mierda el sacrificio de mis padres, de Mía, de mi gente, de Itachi y tus padres, incluso los míos, por tu maldito deseo de ser valiente sellaste el destino de toda tu gente, lo que le paso a mi país le ocurrira al país del fuego.- Se alteró demasiado, me sujeta por los hombros acercandome a su rostro en el cual miro la desesperación, jaló aire lentamente y hago que me suelte.

-Ya no quiero huir de mis problemas Lucy, tu lo has dicho, tu destino nunca fue ser la Pantera Negra y te arrastre conmigo, yo soy la que busca, me niego a que el sacrificio de tu gente haya sido en vano, no me vengas conque fue por mi... quita esa maldita coraza y entiende que lo que en realidad querían tus padres era salvarte, negociar tu vida y tu felicidad, que vivieras aunque ellos no... basta de ese escudo, basta de la protección, si estas viva es por algo y si ella llegó con vida hasta mi es de igual modo por algo, tu dijiste que podía ser su salvación o su derrota, estoy harta de correr y esconderme... yo te protegere a ti y protegere a mi gente, no voy a sumirme en su mierda nunca más, no permitiré que les toquen ni un cabello a la gente que amo.-

-Sabías palabras para una chica que tiene hasta el alma rota en este momento.- Dice con el ceño fruncido y rabia en cada palabra.

-Si, lo sé, son palabras llenas de arrogancia y soberbia, puede ser... pero dime ¿Qué podría hacer sola? ellos no iban a desaparecer si la sellaba en tí, no les cuesta nada venir un buen día y cogernos a todos, eres la única esperanza, bien o mal estamos en su juego, ambas, no puedo hacerlo sola... y quiero que sepas que ahora si cumplire mis promesas, te juró que sobreviviremos, tendrás una vida como tus padres querian que la tuvieras, no te prometo un reinado, pero podrías incluso ser hokage o velar por la aldea junto con nosotros, en mi tienes una familia, prometo ser tu mano derecha, no como huésped, ni como contenedor, sino como equipo, como compañeras de combate o como familia si quieres... te veo como la hermana molesta que nunca tuve, incluso se que Kouta te mira del mismo modo.- Digo con lágrimas en los ojos de desesperación, ella sonríe amargamente.

-Familia... amigos, ya tuve en su momento, me hice la promesa de no tener jamas esos lazos de nuevo, es el dolor más hijo de puta el perderlos.- Dice con un suspiro amargo.

-No nos vas a perder... cueste lo que cueste, así ella nos atrape, asi nos destroce cada uno de nuestros huesos la vamos a frenar.. lo hicimos hoy a medias, podremos hacerlo una vez más y si no se puede, si todo falla... podemos elegir el exilio, somos lo que busca, podemos irnos a otra tierra donde ellos no puedan localizarnos, somos dos grandes cerebros, si Itachi consiguio un sello eficiente y Orochimaru la separación completa de sus cuerpos entonces tu y yo podremos eliminarla sin pelear.- Digo mientras me incorporó con nervios y todo el cuerpo temblando debajo de mi ropa.

-¿Por qué haces eso? Te traicione, estuve a segundos de elegir tu vida a cambio de la mía, permití que rompiera los sellos y que te hiciera esto.- Me dice señalando con la cabeza mi cuerpo herido, yo sonrió con los ojos cerrados.

-También cambiaste de opinion, elegiste salvarme de la oscuridad, protegiste a mi familia y colaboraste conmigo en el pasado, has salvado mi vida en innumerables ocasiones sin pedir nada a cambio, entendí quien es ella, se que tu no eres mala, se como controla tu mente, como te hace creer que puedes moverte para convencerte de que tu tienes el control de los actos viles que comete, pero no es así lucy, tu no eres una asesina, tu no mataste a tu clan y tampoco asesinaste a Ureshi, tu no eres la Pantera Negra.- Ella me mira a los ojos pensativa, luego cierra los ojos y suspira una vez más, extiendo mi mano enfrente de mi causandome mucho dolor.

-No te puedo asegurar que viviremos....- Dice sin dejar de mirarme.

-Encontraremos un modo... lo prometo.- Ella se acerca a mi y poco a poco levanta su mano colocándola sobre la mía . -Bienvenida al Clan Haruno y a ser una ninja de la aldea de la Hoja, Lucy.- Digo con una enorme sonrisa mientras poco a poco llevo mi pulgar hasta mi boca, muerdo despacio abriendo apenas una pequeña herida.

-Si te pones sentimental cambiare de idea.- suelta mi mano y acerca su muñeca a mi rostro.

-Igual ya estaba poniendose incómodo, hago posiciones de manos y terminó poniendo mi propia marca en su muñeca concluyendo con una mordida la cual transforma a mi compañera en un mar de tinta y sangre el cual corre por mis piernas hasta llegar a mi muñeca herida.

-No hay marcha atrás Lucy.- murmuro acariciando mi mejilla herida.

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