En la mañana despertamos sin novedad, cuando abro los ojos Sasuke ya no está a mi lado, sólo veo a Naruto en la esquina aún babeando, tomo mi mochila y me cambio en el baño de la habitación, el sensei continua durmiendo también .
Bajo a la sala y le ayudo a Tsunami a preparar el desayuno, luego como en silencio sin decir casi una palabra, cuando terminamos salimos en dirección del bosque más cercano, seguimos las indicaciones del viejo Tazuna quien se va a continuar con sus labores en el puente, Naruto y yo ayudamos de vez en cuando al sensei que utiliza unas muletas improvisadas que hizo el señor Tazuna, no son muy comodas ya que hay ocasiones en que se tropieza.
Justamente cuando llegamos a la mitad del bosque el sensei se detiene.
-Bien, aquí será perfecto, les enseñaré lo que deben aprender y luego iré a proteger a Tazuna, no es prudente dejarlo sólo tanto tiempo, nos comunicaremos por los radios.- Dice el sensei llevándose una mano al oído para que veamos su audífono conectado con la radio ninja que nos dió antes de salir de la casa de Tazuna.
-¡Bien! Es momento, deberás.- Grita Naruto con una sonrisa de oreja a oreja, yo giro los ojos, sigo bastante incrédula respecto del super entrenamiento milagroso.
El sensei nos pide calma, en especial a Naruto, luego nos explica que el entrenamiento consiste en aprender a controlar nuestro chakra. Para mí, no hay ningun problema, no creo que sea tan complicado ya que lo hemos visto en clase, pero Naruto esta sumamente confundido, el sensei me pide que le explique al equipo lo que se de chakra y eso hago. Pero creo que no entiende casi nada, al contrario lo llama "Gatra" no sé porque es tan despistado.
El sensei nos enseña en qué consiste el entrenamiento, es escalar los árboles sin usar las manos, por medio del control del chakra y las piernas, lo que hace que me resulte fácil. El chakra lo he sentido desde que tenía 8 años, solo se necesita concentrar la cantidad necesaria en las piernas y listo.
El primero en intentarlo y quién también está super emocionado es Naruto, camina despacio al árbol y comienza a escalar ... Pero apenas da dos pasos y cae de cabeza contra el pasto y algunas rocas pequeñas, se ve adolorido e incluso se revuelca de dolor. Tras el subió Sasuke, el si sube un par de pasos, llega a una cuarta parte del árbol cuando la corteza se quiebra y lo derriba. Naruto lo mira con rencor, mientras que se rasca la cabeza desde el suelo.
Tomo la iniciativa, intento ver más o menos que hacer, mucho chakra quebrará la corteza y muy poco no servirá, corro velozmente, pero al llegar a la parte inferior del árbol me freno, siento el chakra fluir por mi cuerpo hasta llegar a mis pies, mis plantas cosquillean, subo uno, dos, tres pasos, me atormento cuando siento que estoy subiendo, mi mente me traiciona unos segundos y pierdo un poco el agarre , pero el miedo a caer es lo que me mantiene en control, uno, dos, tres más y lo domino, lo siento en los pies, no necesito ya concentrarme de más, he conseguido llegar más arriba del árbol, decido mirar el progreso de mis compañeros arriba de una rama gruesa.
-¡Hey, esto es divertido! - digo con una sonrisita, los tres voltean de inmediato y no tardan casi nada en verme, yo les sonrió y les muestro la lengua como gesto de victoria.
-Vaya, parece que el miembro femenino del equipo es quien está llevando la delantera.- Dice mirando a mi dirección y yo me sonrojo. -Creo que Sakura tiene una mayor posibilidad de convertirse en Hokage, ¿No crees Naruto? - Continúa el sensei quien le lanzar una mirada de desafío a Naruto como esperando que diga algo para contraatacar. -Y sobre el clan Uchiha, qué alegría que Sakura también sea miembro del clan Uchiha, ¿No lo crees Sasuke? Tal vez tú clan debió quitarse ese pensamiento de que las mujeres no tienen potencial, porque Sakura te está demostrando todo lo contrario.- Sus palabras me hacen sentir mucha pena, Sasuke dedica una mirada llena de fastidio, y eso es todo.
-Sensei ya basta.- Chillo con un hilo de voz, el sensei ni me mira.
-Muy bien hecho Sakura Chan, yo siempre supe que eras tú la mejor, deberás.- Me grita Naruto, por primera vez le veo una sonrisa fingida, si a Naruto le afectaron los comentarios de mi sensei no quiero ni imaginar que pasa por la cabeza de Sasuke. Los chicos se ponen en posición de salida y corren rumbo a su respectivo árbol.
"No puedo permitir que incluso Sakura me supere, deberías" La cara de la frustración y la emoción que Naruto tiene me demuestra que las palabras del sensei le afectarón.
"Con eso basta para que se motiven, Sakura es buena, pero ellos tienen un montón de chakra en su cuerpo que deben aprender a controlar, incluso pueden llegar a tener más que yo" el sensei no se dice nada, solo se dedica a mirarnos por un rato , hasta que ambos caen del árbol.
-Bueno, está tarde harán eso, Sakura tienes que intentar llegar a la punta, si lo logras hoy mañana te reasignaré a la segunda fase del entrenamiento.- Nos pide el sensei, pero después de su boicot no me siento con muchos ánimos.
Miro desde lo alto una vez más e intento bajar del árbol con cuidado, pero cuando ya estoy muy cerca de bajar resbalo y caigo de trasero.
Pasan las horas, mis intentos no son buenos, solo llegó a la mitad o a tres cuartos del árbol, decido subir una última vez y casi llegó a la punta, luego bajo con cuidado, al menos mi aterrizaje mejoró.
-Oye, Sakura- Me llama Naruto, me giro y noto que está a unos pasos de mi en cuclillas.
-¿Qué pasa? - Preguntó con una ceja arqueada, casi nunca hablamos en privado.
-Shhh, Quería pedirte un consejo. Me dice mientras ubica su mano en su mejilla, yo sonrió y coloco mi mano de igual modo.
-Esta bien- le susurró en el mismo tonito.
Luego de un par de consejos de control de chakra Naruto se va contento, me pide que no le cuente a Sasuke para que no se crea mucho, yo sonrió y preparo mis cosas para que vayamos a descansar, son cerca de las 7 y necesito una ducha
-Chicos es hora de ir- Digo con una sonrisa, pero soy ignorada por unos minutos. -Sasuke Kun vamos.- Digo con una sonrisa, luego de un rato acepta y Naruto sigue detrás.
Llegamos a la casa del señor Tazuna y cenamos tranquilamente, hoy no hemos visto a Inari, luego de cenar y darnos un baño nos vamos a dormir.
La siguiente mañana despertamos casi al mismo tiempo, nos preparamos y salimos rumbo al bosque, entrenamos todo el día, son casi las 6 y llegue a la cima, no a la punta claro, la caida sería mortal, pero estoy agotada, mi pecho arde, quiero ir a casa a descansar, el día de hoy mi técnica fue más ruda que la de ayer ya que me di cuenta que para mayor alcance necesito impulsarme más, tengo heridas en las rodillas porque en varias ocasiones he derrapado, pero fuera de ahí el entrenamiento ha sido agotador pero limpio.
-¡Sasuke Kun, volvamos a casa.- Digo desde lo alto del árbol con una gran sonrisa, esperando algún tipo de comentario alentador o si quiera una muestra de aprobación o sorpresa de su parte, pero este me mira solo por un segundo y luego concentra de lleno su vista contra el árbol que está delante de él.
-¡No! - Dice de mal humor, yo lo tomó como una invitación a insistir un poco más.
-Vamos Sasuke Kun, es tarde.- Digo con una sonrisa zorruna y un tono dulce.
-Ya dije que no, en vez de coquetear deberías concentrarte más en tu entrenamiento y no comportarte como una molestia..- Sus palabras me toman por sorpresa, pero es una mala sorpresa, mis ojos se llenan de lágrimas que él ignora, es la segunda vez que me llama así... Pero ignora el impacto que sus palabras causan en mí, toma impulso y sube corriendo de nuevo, esta vez no me quedo simplemente escuchando, me dejó caer en derrape desde la punta del árbol concentrando todas mis fuerzas en atinarle a las ramas correctas para no caer de bruces contra el suelo, lo consigo a la perfección, agarro mis cosas y salgo de ahí sin dedicarles una mirada más.
-¡Sakura chan! - Escucho la voz de Naruto, pero ya es muy tarde, estoy muy lejos para volver y sinceramente no quiero hacerlo y por el bien de mi poca dignidad espero que no me estén siguiendo.
Corro en Zig zag evadiendo el camino conocido, corro con rabia y sintiéndome estúpida, corro hasta que las piernas se me acalambran, me giro y nadie me siguió, y me sorprendo a mí misma esperando de verdad ver algún destello a la distancia, alguna muestra de preocupación... de interés, pero ¿Qué esperaba? Ni siquiera somos amigos en la realidad, Sasuke tiene razón, soy una molestia. Continuo caminando en lo profundo del bosque, colina arriba.
Cada que recuerdo lo sucedido me ganó fuerzas de seguir, pienso lo tonta que he sido, corro del nuevo, pero soy tan idiota y predecible que tropiezo y caigo colina abajo, mientras ruedo a través de las rocas, la hierba alta y las espinas de los matorrales, siento el dolor de la caída, las cortadas en las extremidades y el sabor a derrota en la boca, pero todo eso no es nada comparado con el dolor de darse cuenta de que tienen razón ... SOY DÉBIL.
Me tocó la cabeza en la cuál siento gran dolor y para acelerar más mi ritmo cardíaco descubro que me he hecho una herida, ya que mi mano se llena de sangre apenas hay tacto... Intento mantener la calma, pero poco a poco todo se oscurece.
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>> En otra parte <<
-¡Eres un idiota! - Le grita el rubio apenas la pelirosa sale de su vista, muestra los dientes furiosos. El azabache lo ignora y continua caminando sobre su árbol.
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"Deberías dejarlos, sabes que puedes ser más fuerte que ellos". Escucho su voz, mierda, tenía años que no la oía, ahora no es una voz infantil, es una voz más mayor, puedo verme como si estuviera fuera de mi cuerpo, me veo en el fondo de una zanja, veo la sangre en mi cabeza y el pequeño chichón también ... Pero mis ojos son lo que más me aterra, están en un extraño color negro, luego el escenario cambia, no veo nada, es como si estuviera en un cuarto oscuro, no percibo nada más, no siento nada, es como si estuviera simplemente vacía.
"Jajajaja, solo eres una basura, sigues sin comprender el sentido de todo, yo te ofrezco una salida rápida, podemos hacer un trato ... Libera el sello" su voz es dulce al principio, pero luego es aterradora, intento despertar, pero no puedo, intento correr pero mi cuerpo no reacción, de un momento a otro hay un par de parpadeos que me la muestran y después volvemos a la infinita oscuridad, decido apretar los ojos, es como si mis pesadillas regresarán, no recuerdo a ciencia cierta su rostro y se que mi mente lo bloquea por alguna razón que no quiero descifrar. Intento buscar calma, intento distraer mi mente, intento no pensar, intento mirar el cielo, intento ver... sólo tengo miedo, me quedó en el suelo unos segundos, busco calma, intento respirar, me digo a mi mismo que pasará y así es ... Luego de unos minutos puedo verme y efectivamente estoy en el suelo ... Me pongo en pie con dificultad, me duelen las costillas, me duele todo... Trato de concentrarme en eso que es real que es el dolor, trato de pensar que parte de mi cuerpo duele y me recuerdo a mí misma lo que causa el dolor, no es ella, no puede hacerme daño, las heridas son reales y me las hice al caer por la colina, ella no me lastimó, ella no puede tocarme...
-Hola- Dice el sensei con una sonrisa, yo recobro el conocimiento de golpe, ya no estoy en la colina, me encuentro en la habitación que compartimos y quién me habla es mi sensei.
-Hola- susurró, el aparta la mirada de su libro y su expresión cambia, ya no aparenta tranquilidad, ahora tiene una expresión seria la cuál me obliga a explicarle todo.. -Caí en el bosque- digo con los hombros arriba anticipadamente a su pregunta, intentando a toda costa restarle importancia a la situación y tratando de creer a toda costa que tuve fuerzas suficientes para llegar hasta la casa de Tazuna sola y que él o los chicos no me encontraron en medio de la colina.
-Perdiste el control- Me dice con una expresión seria, yo me llevo un mano a la cabeza descubriendo vendajes limpios, me muerdo las mejillas por dentro intentando no caer en pánico.
-No- susurro con un nudo en la garganta.
-Tú vestido esta roto, qué curioso ¿Podrías decirme si esas marcas las hemos visto antes? - mierda, pienso para mí y miro en el espejo, los mismos agujeros con sangre están ahí, sólo que ahora se multiplicaron, ya no son sólo dos, ahora hay cuatro. -Sumando a eso que lo vi todo ¿De verdad imaginaste que los Castores te cargarían hasta aquí y te meterían a la cama?- Dice con tono de burla retomando su lectura, es como una muestra suya de que no está molesto, pero aún así me veo obligada a decir lo siguiente.
-Lo siento- Susurró mientras me dejó caer en la cama. -Esto no es para mi- Digo con la voz un poco cortada, pero siendo honesta... mi mayor preocupación esta tarde fue que "eso" entrará dentro de mi cuerpo, estar viva y bien ya es una victoria para mí hoy.
-No, ¿entonces cuando las cosas van mal simplemente corres? ¿Planeas que se resuelva por sí sólo? Como si abandonando tu entrenamiento y viviendo una vida feliz como aldeana ella decida dejarte tranquila.- Dice mi sensei en tono de burla, yo me llevo las manos al rostro como si cubriendome consiguiera ocultarme del mundo.
-No, pero soy un peligro, para ustedes, ya lo dijo antes.- Me excuso.
-Dime una cosa Sakura... ¿cómo conseguiste hoy que los vectores se detuvieran?- Nuevamente aparta su vista de su libro y se enfoca de lleno en mis ojos ¿A caso es tan capaz de descubrir si miento con tan sólo mirarme?
-No estoy segura, sólo tenía miedo, desconozco hasta que punto estuve realmente despierta... sólo trate de concentrarme en lo que me dolía.- Digo tratando de mostrar que no miento...
-Eso significa que una parte de ti consigue este consiente cuando los vectores salen... interesante.- Dice mi sensei con extraña sorpresa y eso me revuelve el estómago, como si analizará mis palabras, como si estuviera un paso por delante de mí y lo que los médicos le han dicho a mis padres... Me pone de malhumor.
-Creo que eso no importa en este punto, usted mismo lo dijo, si pierdo el control estoy fuera del equipo y al parecer es más que obvio que he perdido el control hoy... Esperaré a que termine la misión y solicitaré mi baja.- Murmuró desviando la mirada, me doy cuenta de eso y la sostengo nuevamente.
-Bien, estoy seguro de que tu decisión no es sólo porque perdiste el control y conociendote como te conozco deduzco que la mayor razón por la cual quieres abandonar tiene que ver con Sasuke.- Sus palabras hacen que de inmediato desvíe la mirada de nuevo ¿qué pensará de mi ahora? y lo peor de todo es lo obvia que soy.
-Siendote honesto me decepciona bastante tu decisión, esperaba más de ti Sakura, reconozco que tienes potencial y puedes llegar a ser una gran Kunoichi, pero si dejarás de lado esa obsesión que tienes por Sasuke y te concentrarás un poco más en lo que verdaderamente importa ya que parece que piensas que ella puede cambiar de opinión y te dejará vivir en paz ... No te preocupes, puedes abandonar, pero el mundo es duro y no sólo el mundo ninja, la humanidad esta podrida y lo mejor que puedes hacer es luchar, la vida ya ha sido injusta contigo, pero créeme que hay quien se la ha pasado peor y está demostrando tener más coraje sin tener a nadie que lo respalde.- Se que se refiere a Naruto... Lo sé, bajo nuevamente la mirada. -Se que tienes miedo, se que es algo que no es común y por supuesto no te preparan en la academia para vivir con ello, pero te prometo que podremos controlarlo, te doy mi palabra, como dije antes, no voy a permitir que nada ni nadie les haga daño, hasta el último momento de mi vida los voy a proteger, así que no... No acepto tu renuncia, hoy me diste la prueba que necesitaba para comprobar que mis sospechas eran ciertas, con el entrenamiento adecuado no vas a necesitar de nadie más que te ayude a controlar tus sellos de barrera, tu misma serás capaz de reforzarlos y controlarlos.- Me dice mostrando una sonrisa, sus palabras me hacen sentir mejor.
-¿De verdad? ¿Está seguro sensei ?- Me apresuro a decir, el asiente con una sonrisa aún firme bajo su máscara.
-No será fácil, eso debes saberlo, pero no estás sola en esto.- Me dice con demasiada gentileza y dulzura que nuevamente me dan ganas de llorar.
-Gracias sensei, estoy lista.- Digo con la mayor decisión que puedo, conteniendo las lágrimas.
-Aquí está la cobija que me pidió sensei.- Dice en tono alto Tsunami quién me saca de mis pensamientos y hace que recupere la postura, al parecer ella fue quien trato mis heridas, me lleva con ella para cambiarme el vendaje y descubro que estuve más de un par de horas inconsciente y que él chichón de mi cabeza es más grande de lo que pensé, ya pasan de las diez.
-Sakura deberías dormir aquí conmigo, tengo una cama extra, no es muy cómodo para una señorita dormir con puros hombres y allá solo son dos camas.- Me dice con una sonrisa algo autoritaria, yo hago una mueca, pienso en lo feliz que me sentía cuando me dijeron que iba a dormir con Sasuke, pero ahora la idea de verlo el menor tiempo posible me convence más.
-Sí, eso sería excelente.- Digo con una sonrisa.
La noche la paso despierta, el miedo me come, de momentos que pienso seriamente en renunciar, ahora mi mente es la que juega conmigo ya que por cualquier movimiento siento que pierdo el control, trato de controlarme y pensar que no las palabras de mi sensei, pero el cansancio y la sensación que viene al momento de dormir en la que mi cuerpo se debilita a tal punto que parece indefenso me provoca desconfianza, sumado a mi paranoia está el dolor de espalda, mareos y nauseas, intento ser lógica y comprender que el chichón en mi cabeza no pasa desapercibido en mi sistema, incluso intento prestar atención en escuchar la llegada de los chicos... pero eso tampoco distrae del todo mi mente, parece que el pánico no me dejo hasta que me quede dormida.
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>>En otra parte.<<
Los chicos regresan a la casa adoloridos, tienen algunas cortadas en la cara debido a un mal movimiento al esquivar, algunos moretones por caer mal y sudor por todas partes, llegan y comen lo que está en la mesa sin cruzar una palabra, únicamente lo que se cruza son sus miradas de desprecio.
Cuando terminan de comer se ducha el rubio que salio corriendo al baño apenas dejó su plato limpio, no le molesta salir desnudo del baño con tal de tener una victoria sobre Sasuke, el azabache sube las escaleras con cuidado, es cerca de media noche, abre la puerta de la habitación con cuidado y dentro se encuentra con su sensei que lo mira.
-Llegan tarde.- Dice el Joven Jonin mientras observa como el azabache cruza hasta donde esta su maleta de ropa.
-¡¿Sakura no ha vuelto?!- Pregunta de golpe alzando aparatosamente la voz.
-Vaya, parece que después de todo si te importa y no caíste en la inconsciencia de dejarla volver sola, ¿Verdad Sasuke?- Dice el sensei con un tono de ironía en su voz, pero si respuesta en automático provoca que el azabache relaje su postura.
-Ella ya no es una niña, ¿Qué no se supone que es una Genin que puede cuidarse por si sola?- Se defiende el azabache, girando la cara por un instante antes de regresarla sin expresión alguna.
-El único que duda de la capacidad de Sakura eres tu, además son un equipo, no te pido que seas su niñera, simplemente hablo de compañerismo, si no dejas de tratar a los demás como estorbos entonces todo esto se vuelve una perdida de tiempo.- Contesta el Jonin de cabello plata, esta vez esta demostrando una expresión seria que no pierde de vista la expresión de Sasuke.
-Tsssk, ¿Volvió?- Dice el Azabache con una mirada desafiante.
-Sí, pero de hoy en adelante dormirá con la hija de Tazuna y ya no tomará entrenamiento con ustedes, a final de cuentas ese entrenamiento ya lo superó, es lo mejor para ella, servirá para que ustedes comiencen a valorarla como miembro del equipo y dejen de verla tanto como el complemento.- Dice tranquilamente mientras regresa la mirada a su libro. El azabache agarra ropa de su mochila y sale de la habitación sin emitir algún ruido.
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Despierto ya cerca de las 10 de la mañana, me duele todo el cuerpo, me lavo la cara y me miró en el espejo, tengo un labio roto y la ceja abierta, salvó por eso todo lo demás está bien, bajo preocupada pero me encuentro con mi sensei quién ya está leyendo su libro como de costumbre.
-Buenos días sensei, lamento la tardanza.- Digo con un sonrojo evidente.
-No te preocupes lo supuse por estos días de trabajo, desayuna rápido porque vamos a comenzar con el entrenamiento.- Sigo sus órdenes, luego de desayunar vamos al bosque, no la parte que ya conozco, ahora vamos en sentido casi opuesto, llegamos a lo profundo de los riscos justo donde los pinos son más alto, el pasto está siempre húmedo y el sol casi no se ve, parece de noche apenas a las 11:30 de la mañana.
-Muy bien, te explicaré las reglas de este entrenamiento, primero que nada necesito que medites... Quiero ver cómo actúan tus pensamientos en tu cabeza, sientate.- Me pide y yo obedezco, el pasto está húmedo así que me moja el trasero, el sensei se recarga en un árbol, las muletas no le ayudan mucho en zonas tan rocosas.
-Pon tu mente en blanco.- Me ordena, hago lo que me pide cerrando los ojos, pero por más que intento no puedo dejar de pensar en algo, hasta el pasto bajo mi es importante en este momento. -Respira y cuenta del 100 al 1.- Me ordena y no sé cómo rayos llegó únicamente al 87, me veo en una habitación blanca, ni siquiera logro mirar con precisión las esquinas, me doy cuenta de que la respiración automática ya no funciona, ahora tengo que respirar por mi, camino en lo profundo y escucho la voz de mi sensei. -Necesito que te concentres en tu espalda, busca eso que tú sabes que tienes, quiero que intentes concentrar tu chakra en esa área, tomate el tiempo que necesites.- La voz de mi sensei deja eco en este lugar, intento hacer lo que dice, concentro el chakra pero no puedo moverlo a mi espalda ya que todos mis pensamientos salen y se escuchan a lo largo del cuarto y no es solo mi voz, es como si cientos de personas hablarán al mismo tiempo.
Pasan horas sin que pueda avanzar siquiera un poco, después me siento muy mareada y cuando le veo estoy nuevamente sentada en el pasto que hace un buen rato dejo de estar húmedo.
-¿Qué fue eso?- preguntó a mi sensei mientras observó cómo baja su banda ocultando de nuevo su Sharingan.
-Es parte de tu subconsciente, no te preocupes, puedes estar tranquila, "La Pantera Negra" no ha invadido ese espacio, lo que significa que el sello sigue estando intacto.- Me dice y yo hago una mueca de inconformidad.
-Pero sensei yo la escuché a noche, ella puede controlarme.- Digo temblando, la desesperación se escucha en mi voz.
-Eso es lo que ella quiere que tú creas, lo que puedo hacer es poner un sello de barrera mío que va a impedir que los vectores de ella salgan por tu cuerpo.- Me dice mientras de manera compleja saca un pergamino de color rojo oscuro. -Y eso es exactamente lo que haremos hoy.- El pergamino es más largo de lo que parece y se encuentra completamente limpio, saca también un plato de comida casera y me lo extiende.
-Come en lo que yo preparo todo.- Me ordena mientras saca tinta y un pincel. Yo hago una mueca, pero al final decidí seguir sus órdenes, saco la comida que consiste en huevo, arroz, pollo y algunas verduras.
Cerca de media hora después justo cuando estoy terminandome el jugo de mango que venía con la comida el sensei se me acerca y me pide que me acueste boca abajo, luego coloca el pergamino en mi espalda.
-Debes decirme si te duele o algo así.- Ordena y yo asiento, luego escucho como hace posiciones de manos y siento su palma en mi espalda... Siento un extraño calor que no me molesta, ese calor del tamaño de una pelota deja de estar tan pequeño y crece hasta rodear todo mi cuerpo... Lo aguanto lo mejor que puedo hasta que lo siento enfriarse de inmediato.
-Listo.- Me dice el sensei y siento como quita el papel de mi espalda, descubrí que está quemado, la idea de tener fuego en la espalda me pone un poco nerviosa.
-¿Eso fue todo?- Me animo a preguntar mientras me tocó la espalda buscando sentir algo.
-Sí, ahora tienes mi barrera también, en algunos meses tendré que reforzarlo, pedo por ahora bastará, es momento de que aprendas a usar tus propios vectores, para eso te enseñaré que debes hacer.- Dice mientras se sienta de nuevo. -Quiero que tu continues concentrando chakra en la espalda.- Me ordena mientras saca su libro con una velocidad increíble.
-¡Wow! Alto ¿Mis propios vectores? Ni siquiera sabía que los tenía.- Me apresuro a decir mientras con mayor pánico me llevo la mano a la espalda.
-Ah, si, tenía que contemplar primero decírtelo, es obvio que no es un misterio para ti que eres Vectoriana de nacimiento, no una común y corriente por supuesto, parece que las extremidades de tu cráneo nunca se formaron, pero tengo razones de sobra para creer que tienes vectores, es el modo en el que La Pantera Negra puede comunicarse contigo y la mejor forma de romper la conexión es que aprendas a controlarlos y fortalecerlos, debes verlos como una herramienta tuya.- Murmura y antes de que se me ocurra alguna otra queja me quita la mirada de encima y se concentra en su lectura.
Yo me siento de nuevo, con las piernas cruzadas y las manos a la altura de mi pecho con la posición de manos de concentración, pasó toda la tarde así, ya para el anochecer me fastidio e intento con furia y fuerzas concentrar aunque sea un poco de chakra... y. Lo logro, siento un poco de movimientos en mi espalda y descubro un pequeño tirón en mi ropa... No puedo con la emoción... El sensei me dice que he hecho un buen trabajo y vamos a casa.
Son cerca de las ocho de la noche cuando llegamos a la casa, como siempre los chicos aún no llegan, cenamos todos mientras escuchamos algunas historias del señor Tazuna, esta noche si bajo Inari a cenar con nosotros, está algo callado, pero menos que otros días ya que rápidamente capta el hilo de las historias de Tazuna y este animadamente finge olvidar ciertas partes para que su nieto las complete con aires de superioridad.
Ya para más entrada la noche de nuevo voy a dormir con la señora Tsunami, no puedo dormir de inicio, cerca de las 2 de la mañana escucho la voz de Naruto quejándose de algo... Luego escucho la voz de Sasuke igual molesto, pasa media hora y escucho sus pasos subir las escaleras... Luego hay silencio profundo en toda la casa.
Hoy desperté más temprano de lo habitual, pese a la noche desvelada, me muero por seguir entrenando y controlar esos brazos que salen de mi espalda... Vectores... Desayuno en silencio, luego mi sensei baja.
-Hoy deberás entrenar sola, Tazuna me dijo que hay unos sujetos anormales que están merodeando el puente y debo asegurarme de que este bien.- Me dice mientras espera pacientemente a que su café se caliente, ahora que lo pienso he cenado con él y nunca lo he visto comer nada... Jamás se baja la máscara, planeo hoy quedarme hasta que desayuné y ver su rostro.
-Vete ya, hoy parece que va a llover, si te mojas y enfermas el entrenamiento va a retrasarse.- Me ordena y es como si leyera mi mente y quisiera frustrar mis planes... Obedezco y salgo de la casa con mi mochila, miro para la casa del señor Tazuna, justamente en el segundo piso la ventana de enmedio que es de los chicos, asomándose está Sasuke, nuestras miradas se cruzan por un segundo y luego yo sigo mi camino sin volver a voltear.
Llegó al mismo lugar al que fui con el sensei, coloco mi mochila en lo alto de un árbol y me siento en el suelo de tierra buscando la posición perfecta para concentrarme.
Pasan cerca de dos horas cuando siento los brazos salir de mi espalda... Es una sensación tan anormalmente placentera... Me pongo de pie y miro mi espalda lo mejor que puedo casi rompiéndome el cuello y los veo... Es un poco complicado mirarlos ya que son de color cristal... Mi sensei me a dicho que solo yo puedo verlos ya que son míos, son cortos, tienen las dimensiones de medio brazo mío y son cuatro, los tengo por un poco de tiempo y luego regresan a mi espalda.
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Los chicos continúan entrenando, ya suben 3/4 de árbol.
"Arr, No logró subir, y Sasuke sigue subiendo ¿Cómo lo hace? Mierda, debo dejar de pensar en Sasuke, hacerlo me distrae.... Tengo que aplicar los consejos que me dió Sakura" Piensa el rubio mientras le dedica una mirada de odio al azabache "Si ese teme no le hubiera dicho nada malo a Sakura ahorita estaría conmigo." El rubio cierra los ojos y concentra su chakra, lo manda a la planta de sus pies.... Siente como éste los rodea, es más que en otras ocasiones. "Esta vez sí que lo voy a lograr, deberás, Sakura tenía razón, lo siento... No hay nada que pueda detenerme." Piensa el rubio mientras sube dos pasos sin necesidad de correr...
-Naruto.- Llama el azabache provocando que el rubio pierda por completo la concentración y caiga de cabeza contra el suelo.
-¡Qué demonios te pasa Sasuke ya estaba concentrado!- Grita el rubio mientras se soba la cabeza.
-Bueno, yo.... Ummmmm.- Piensa el azabache mientras hace un puchero y se le nota un liguero sonrojo.
"¿Qué rayos le pasa? el nunca me habla." Piensa el rubio mientras lo mira con una cara de odio.
-Me preguntaba si.... Bueno hace unos días tú le pediste un consejo a Sakura... ¿Qué fue lo que te dijo exactamente?- Pregunta el azabache intentando tragarse todo el orgullo que tiene.
-Ahhhh, jejeje, sobre eso... Yo no te diré nada.- Dice con una sonrisa enorme y zorruna, el azabache lo mira con desprecio y avergonzado, su orgullo cayó al suelo. -Eso te pasa por ser malo con Sakura chan.- Dice con una sonrisa victorioso, el Azabache solo se queja y regresa a su árbol con kunai en mano.
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Son cerca de las 6 cuando la tormenta cae, intente agarrar mis cosas y correr a casa pero pese a todo termine hecha sopa. Llegó a la casa y solo está Tsunami con Inari, me ducho y luego me la pasó en la habitación de los chicos practicando... Los logro sacar aún más.. pero fácilmente mis malos pensamientos los dominan y terminé arañando la pared... Freno por hoy.
El sensei y Tazuna llegaron una hora después, comemos todos juntos y ayudamos a Tazuna en algunas labores de casa.
Los chicos llegaron temprano por la lluvia, cenamos todos juntos pero ellos están en una extraña competencia para ver quién puede comer más... Pero luego ambos vomitan, no puedo contenerme y los regaño, mi sensei también lo hace y le bajan a su exageración.
Naruto me cuenta alegremente que mi consejo le sirvió y está muy cerca de llegar a la cima del árbol, eso me alegra mucho, el sigue llamándome por el sufijo Chan y eso me pone feliz.
En la noche me pide que duerma de regreso con ellos pero me niego, voy a la habitación con Tsunami y duermo profundamente.
La mañana siguiente vamos a entrenar, el sensei me enseña a activar un modo de defensa con los vectores, consiste en hacer una especie de escudo ayudado de la velocidad y constancia de los vectores, el sensei dice que es momento de parar por un tiempo debido a que mi ropa se rompió y una pequeña cicatriz se me hizo a media espalda, el sensei cree que "La Pantera Negra" puede estar intentando romper su sello de barrera. Los chicos no llegaron temprano esta noche. Al día siguiente voy con el señor Tazuna al puente, el sensei se quedó en casa a descansar, por suerte no fuimos atacados, bueno solo un hombre me agarró el trasero en el pequeño puesto dónde no hay nada ya a la venta, lo que queda está feo y muy caro, salir de la casa de Tazuna me hizo ver la realidad por la que está pasando el pueblo de la niebla, debemos ayudarlos, debemos hacer algo, me propongo hoy entrenar en cuanto vuelvamos pero no tengo una oportunidad, los chicos llegan temprano, sumamente heridos y cansados, parece que los atacaron pero en realidad por fin llegaron a la cima, Sasuke llegó casi cargando a Naruto, ambos están felices y orgullosos de sus logros, el sensei nos dice que ahora todos seremos escoltas del señor Tazuna.
Inari nos llama estúpidos soñadores y Naruto ya no se contiene, le grita y le dice que el es un verdadero héroe, el niño entre lágrimas contraataca, Naruto también, le dice que es un mediocre y lo poco que cree en él no le importa ya que él puede comprobar y lo hará, que es digno de ser Hokage, al final el niño corre a su habitación, yo regaño a Naruto pero notó algo de tristeza y coraje en su mirada, el señor Tazuna nos cuenta porque Inari es así, nos cuenta la historia de su padrastro y cómo fue asesinado. Nuevamente siento miedo y muchas ganas de hacer algo, nosotros somos una esperanza para ellos, el puente terminará pronto y nosotros nos encargaremos de eso.
Naruto al igual que yo parece decidido, dice que le demostrará a Inari que el es un héroe de verdad, pero no se puede poner en pie, está rendido.