—¡Adiós, Ailee!— Te despides de la empleada de tu abuela. Sunmi está revisando las ganancias que se hicieron en la mañana, así como Ailee hará lo mismo con las de la tarde de hoy. Yuri no está contigo, tal parece que es libre de desaparecer cuando quiera. —Oye, Sunmi...
—¿Qué?
—¿Tú siempre has vivido aquí, verdad?
—Sí...
—¿Tienes recuerdos de pequeña? De la ciudad y eso...
—Aaammm...¿qué quieres saber con exactitud?
—En el 96, cuando tenías cuatro años...¿tienes memorias de ese diciembre?
—¿Para qué quieres saber?
—Una tarea...— Inventas.
—Diciembre...— La chica alza la vista al techo tratando de recordar.— Pues no me acuerdo algo específico del año, pero recuerdo que en Diciembre se hacía un festival y en ese festival venía gente de muchos lugares.
—¿Ah, sí? ¿Qué celebraban?
—Creo que la fundación de la ciudad. Había juegos, comida, espectáculos, música. Era muy lindo.
—¿Por qué ya no se hace?
—No lo sé. Supongo que era mucho de lo mismo, la gente dejó de venir y el ayuntamiento ya no lo vio como rentable. El último del que me acuerdo es de cuando tenía 10 años.
—Ya veo...
—¿Te sirve?
—¡Sí, gracias!
—Por nada—. Responde la joven sonriendo.
—Buenas tardes—. Un cliente llega a la florería.
—Buenas tardes—. Sunmi atiende. Aprovechas la distracción para ir al baño.
Cierras la puerta y llamas a la fantasma tres veces.
—Oye, ¿Te suena algo sobre un festival?— Cuestionas en cuanto se hace visible frente a ti.
—¿Un festival...? No...no me acuerdo de nada...
Esperabas haber descubierto algo. Te decepcionas.
—¿Qué lograría que lo hicieras?
—Sé tanto como tú...
—¡Pero...! Has estado muerta por años, ¿Enserio no recuerdas en absoluto?
—Mi mente es una nebulosa laguna...
Qué frustrante.
—¡TN, ven a ayudarme, por favor!— Te grita La florista.
—Hablamos luego, Yuri.
—¿Puedo verte trabajar?— Pide el espectro.
—¿No lo has hecho ya?
—Muy poco.
—Está bien...sólo no hagas nada levitar—. Sales al lugar en el cual la empleada está. Hay una chico esperando a que lo atiendan. —¿En qué puedo ayudarlo?
—Hoy fue un día tranquilo—. Comenta Sunmi mientras cierran el negocio, refiriéndose a que no vendieron mucho.
—A veces son buenos los días así—. Agregas.
—Todos los días son buenos—. Concuerda la empleada,quien presiona los candados de la entrada. —Nos vemos mañana.
La ves alejarse.
—Nos vemos.
—¿Entonces hoy fue un día aburrido?— Dice la muchacha muerta. Toda la tarde estuvo detrás tuyo, observándote detenidamente. Caminas en dirección a tu apartamento.
—Se le dice "tranquilo".
—Quiero verte trabajar en un día apurado.
—El día que lo sea no podré llamarte, estaré ocupad@.
—Entonces yo apareceré.
—¿Cómo haces eso?
—Pues paso a través de "la puerta".
—¿La puerta?
—Es como una especie de ventana que de pronto se forma en el abismo.
—¿A qué te refieres con el abismo?
—Es ese lugar oscuro y frío en el que estoy cuando no me ves. Cuando sigo nadando...
¿Nadando? ¿Se refiere al otro lado del espejo? ¿Debajo del agua?
Tienes curiosidad, pero crees que el tema la angustia. Mejor no preguntas.
—Ya veo...
Caminan y charlan esporádicamente, pues de vez en cuando la gente pasa y para no parecer loc@ permaneces callad@ ante ellos. Ya están muy cerca de tu edificio. Cruzan la esquina y cuando lo hacen ves a una chica parada en la entrada, viendo indecisa el conjunto.
—¿Buscas a alguien?— Preguntas cuando te acercas.
—¿Eh?— La desconocida voltea sorprendida.—¡Sí! Busco a...— La joven se inmuta y te observa unos segundos. —¿¡TN!?
—Aaammm...Sí...— Miras más atentamente a la muchacha. Te resulta familiar. Esa sonrisa y mirada de niña...¿¡Dasom!? ¿¡Es Dasom!?—¿¡D-Dasom!?
—¡Sí!— Tu compañera de la infancia te da un fuerte abrazo.
—¿¡Qué haces aquí!? ¿¡Cómo llegaste!?
—¡Es una buena historia! Pero antes, dime, ¿quién es tu amiga?— Pregunta la chica, viendo a Yuri.
*Kirari Ai <3