—¿Vas a presentarme a la sirena?— Pregunta Dahye.
—¿No dijiste que no puedes ver fantasmas?— Le recuerdas.
—No...pero, conservo esperanzas. Deberías preguntarle su nombre.
—Yuri. Se llama Yuri.
—¡Waaaah!— Grita la chica a tu lado. Los alumnos cerca la ven extrañados.
—¡O-oye, no grites!
—¡Lo siento! ¡Es que te envidio tanto!— Dice en un tono más bajo, pero sin disminuir su emoción.—No estarás inventado todo esto, ¿verdad?
—¡No! ¿No me crees?
—Sí, pero mi gusto por lo paranormal es bien conocido y sé lo que la gente piensa al respecto...No dudo que más de uno ha inventado algo para emocionarme y burlarse a mis espaldas...
Vaya. Qué sincera es esta muchacha. Eso es una virtud...y un gran defecto.
—Bueno. Yo no soy así, no te preocupes—. Comentas.
—Siempre me preocupo...—En eso pasan por la tienda de la escuela y Nara llama a su amiga con la mano.—Entonces ya sabes, TN. Mantenenme al tanto de todo.
La joven se dispone a ir con su mejor amiga.
—¡Espera!—La detienes. —Sé discreta con esto, ¿vale? Si se enteran me tacharán de loc@.
—No lo dudo—. Dahye te sonríe y se va.
Vuelves con tus amigos y en cuanto lo haces te echan una mirada que dice "¡No pierdes el tiempo!"
Tú sólo volteas hacia otro lado.
Así que debes descubrir por qué Yuri murió...
Eso no será para nada fácil.Tal parece que ni siquiera ella recuerda cómo terminó en ese río.
Las clases han terminado y estás en tu casa. Acabas de comer y meditas en tu sala, mientras "ves" televisión con Tu abuela. No ves la tele realmente, pues tus pensamientos giran en torno a lo que harás para solucionar tu problema. Tu abuela no puede ayudarte, ella se mudó a la ciudad cuando tenías 5 años y abrió la florería dos veranos después.
¡Fue hace 18 años!
Lo mejor debe ser contactar al espectro y partir de ahí.
—Voy a recostarme un rato, abuelita—. Dices.
—Está bien, Hij@.
Entras a tu habitación y accedes a tu baño para pararte frente al espejo.
—¿Estás ahí...? ¿Yuri?— No aparece. La vez pasada dijiste su nombre tres veces.—¿Yuri?...¿Yuri...?
Unos segundos después la mano de la chica golpea el cristal. Das un brinco de sorpresa. Te ve nuevamente con su mirada curiosa. El otro lado del espejo sigue viéndose como si estuviera bajo el agua, pero cuando la muchacha cruza el cristal no gotea. Retrocedes un poco.
—¿Me ayudarás?— Su voz suena como la de una persona normal.
—S-sí. Creí habértelo dicho antes—. La difunta sonríe. —Tienes que saber cómo moriste, ¿cierto?
—N-no lo sé...
¿No lo sabe?
—Bueno, eso escuché...¿No recuerdas cómo moriste?
—No...únicamente me acuerdo de sentir el impacto del agua y sentir como miles de alfileres clavándose en mí por su frialdad...—Su timbre cambia a ese silbido espectral que te recuerda al viento—después...todo cada vez más y más negro...
—¿Nada más?
—Nada más...
—Tendremos muchísimo que hacer...
*Kirari Ai <3