—¡Hola, abuelita!— Saludas. Tratas de estar lo más calmad@ posible.
—¡Hola! Saca las cosas de las bolsas.
Los víveres de las compras están sobre la mesa.
—¿Qué vamos a comer?
—Pescado empanizado. El casero me dijo que su esposa hará empanadas, ¿quieres ayudarle?
—Este...quizás luego...
—Bueno.
Al día siguiente en la escuela es hora del receso. Agregaste a Dahye a tus contactos, pero no le hablaste. Piensas que este asunto es mejor hablarlo en persona.
—¡Oye, Dahye!— La llamas cuando la ves entre la multitud de alumnos que salen de sus salones al patio para disfrutar su receso.
—¡Hola!— Dice ella feliz cuando te pones a su lado.
—¿Puedo hablar contigo... A solas?
—¿Ahora? Nara y yo iremos a comprar nuestro almuerzo.
—Es sobre fantasmas...
La chica exclama en entusiasmo. Voltea a ver a su amiga.
—Ve...— Responde Nara sin muchos ánimos.
—¿¡De qué me quieres hablar!?— Cuestiona la fanática de lo paranormal luego de que caminan sol@s por el patio. —¿¡Te atacó un poltergeist!? ¿¡Viste un espectro!? ¿¡Tuviste un sueño astral!? ¿¡Viste un hombre de la sombra!? ¿¡Te acosa un fantasma!?
—No...Sí...algo así...no...sí...
La dueña de Nieve se queda sorprendida.
—¿De verdad?
Asientes lentamente.
—Sobre todo la última...
—¿La Sirena?
—Sí...¿cómo lo supiste?
—¿Por eso fuiste a visitarla?
—No, regresé aquel día porque la noche anterior había perdido este collar—. Le muestras el regalo de Dasom. —Y...de algún modo...esa chica muerta apareció ante mí. Nunca antes me había sucedido algo así.
—¿Nunca antes habías visto un fantasma?
—No.
—Uuummm...¿sufriste alguna pérdida o viviste una experiencia cercana a la muerte?
—S-sí...mi mamá murió hace poco.
—¡Eso debe ser! Ese acercamiento debió afectarte demasiado y terminó volviéndote más sensible a lo relacionado con la muerte.
Parece tomarse las cosas muy en serio...e importarle poco lo de tu madre.
—Pero...¿no debería ser capaz de ver otros fantasmas?
—En ese caso...quizás no eres taaaan sensible. Tal vez ella eligió mostrase ante ti. En todo caso sí eres más perceptiv@, pero sólo con los espectros que desean que los veas. Todos tenemos diferentes grados de perceptibilidad.
—Oh...
—¿El fantasma te ha hablado?
—Sí...
—¡OMG! ¡Qué afortunad@!
—¿¡Qué!? ¡No! ¡Es aterrador!
—¡Yo siempre he querido hablar con un muerto! Pero no soy tan sensible como otros...
—¿No te daría miedo?
—¡Para nada! Bueno, siempre y cuando no sea un hombre de la sombra o un demonio...o un espíritu maligno.
—¿Cómo puedes diferenciarlos?
—Creo que a primera vista no es posible. Debería poder hacerse con el tiempo...Si en el lugar donde se ve el espectro suceden cosas negativas entonces es un espíritu maligno. Si en cambio, el fantasma no parece ocasionar nada más que sustos esporádicos, debe ser inofensivo. ¿Qué te dijo ella?
—Quiere que la ayude a salir de este mundo.
—Trascender. Ella murió ahogada. Es una muerte trágica. Los espíritus que mueren de esa forma suelen quedarse a vagar en este plano. Pero no sabemos cómo es que terminó en el río...Eso debe ser lo que necesita descubrir.
—¿Ahora qué hago?
—¡No lo sé!
—¿¡No lo sabes!?
—Aún...¡Cuenta conmigo! ¡Tienes mi ayuda en todo momento! ¡Wow! ¡Esto será tan emocionante!
—Pe-pero...
Sin planearlo haz conseguido una enciclopedia viviente de fantasmas dispuesta a hacer tu trayecto más fácil.