- Haber si entendí. - dijo Alec - Debemos conseguir la réplica del Cristal. Tu irás con ella a enfrentarte a Jason y Adam mientras nosotros nos escondemos, y cuando esté por quitarte la sangre, tenemos que aparecer y asesinarlo? -.
- Bueno... Sí. Si Jason no los espera, no tendra tiempo de actuar - dije algo dudosa. Desde su punto de vista, no sonaba como sonaba en mi mente, pero parecía eficaz.
-No, ni lo pienses. No voy a dejarte sola con Jason, y menos con el desgraciado de Adam. Jason estuvo a nada de matarte y Adam... - dijo Jace con rabia, y como si mencionar el abuso fuera tan difícil como mencionar a Dios para los vampiros.
- Oigan¿Nos perdimos de algo? - preguntó Izzy.
- Iz es complicado - dijo Jace.
- Bueno, creo que ya no lo es más. - dije, y suspire - Hace seis años Adam abusó de mí haciéndose pasar por un vampiro - mire a Iz y se veía atónita, al igual que Alec y Magnus.
- Hay por Ángel - susurró Iz.
- ¿Que? - exclamó Alec.
- Ay galletita - dijo Magnus con lástima.
- Oigan, esta bien. No esperen que me ponga sentimental. Eso ya lo descargue con Jace y Raphael. - dije esbozando una sonrisa para calmarlos - Volviendo al plan. Jace, no va a pasar nada. Además, tú vas estar observando en todo momento - le dije intentando calmarlo.
- Escucha, seguro que Jason va a querer amarrarte a esa especie de cama de tortura, y no podrás hacer nada si Adam si quiera toca un solo cabello tuyo, y no voy a permitir que eso pase. No de nuevo - dijo acunando mi rostro con ambos manos. Yo sonreí, y tome sus manos entre las mías, las cuales, se veían considerablemente pequeñas junto a las suyas.
- Oye, si eso sucede. Si me atan a esa cama de tortura, y Adam me toca de manera indebida, pueden interferir. Pero sólo si él hace eso. De lo contrario, necesito que se escondan hasta el momento indicado. Y es posible que él me sostenga para que Jason me muestre algo, o no lo sé, pero en ese momento, deja que lo haga, bien? - le dije mirandolo a los ojos. El suspiro algo fastidiado
- Bien - grabó un corto beso en mis labios, y luego Magnus habló.
- Creo que _____ debe estar cansada,¿Vamos garbancito? Tenemos él asunto pendiente - dijo con segundas intenciones, de las que todos nos dimos cuenta. Le tendió el brazo a Alec, él lo aceptó gustoso, y salieron de allí.
Luego a Izzy le sono el teléfono, y supe que era Simon por su sonrisa al ver la pantalla. Se dirigió a su habitación, y luego estábamos como al principio. Jace y yo solos.
- Creo que se olvidaron de la réplica del Cristal - dijo Jace riendo, mientras se acostaba a mí lado y me abrazaba por la cintura.
- Y yo creo que supones bien - dije. Ambos reímos, y luego sus ojos se conectaron con los míos. Haciendo que me perdiera en el mar dorado de estos, y acariciara su mejilla casi involuntariamente. Él sonrió,y puso un mechón de mí cabello, detrás de mí oreja.
- ¿Tú sabes donde está esa réplica? - me preguntó.
- Sí. En mí casa de Idris. Una vez mientras vivía en el departamento de mi hermano, me desmayé y soñé con El Cristal. Claro que no sabía lo que era, pero lo vi en mí casa, en una puerta secreta que hay en la cocina - le expliqué.
- Bien, ¿Quieres ir por ella ahora? - me preguntó.
- Sí, así lo tendremos en caso de emergencia - dije, y ambos nos pusimos de pie.
El me tomó de la mano, y con la otra dibujo una runa de portal. Una pelicula líquida y brillante verde apareció frente a nosotros, y la cruzamos rápidamente. Pronto el suelo se volvió firme bajo nuestros pies, y los típicos mareos aparecieron en mi cabeza. Divise mi casa frente a nosotros, y caminamos hacia ella. Abrí la puerta, y todo se encontraba como la última vez que estuvimos aquí. Entramos, y fuimos directo a la cocina.
- Busca por allí - le indiqué a Jace un lugar de la cocina, mientras yo estaba en otro. Empezamos a tantear las paredes, para encontrar algo hueco. Pronto yo encontré el lugar - La encontré - dije victoriosa. Jace caminó hacia mí, y yo le indiqué el lugar.
El comenzó a analizar la pared, y rápidamente sacó un recuadro de madera, que dejaba ver trás de él una puerta. Ambos nos miramos, y luego yo la abrí. Había un cofre, uno idéntico al del Cristal. Lo tomé entre mis manos, y lo abrí. La réplica era exactamente igual, solo que completa, ya que a la original le faltaba un pedazo, por el dije que me regaló Jace.
- Bueno, ahí está - dijo Jace cerrando la puerta, y acomodando todo como antes.
- Bien, vámonos - dije. Jace volvió a hacer el portal, y yo tome el cofre. Lo cruzamos, y pronto aparecimos en la enfermería. De ahí nos encaminamos a nuestra habitación, y dejamos el cofre sobre una mesa.
- Muero de hambre - dije tirándome en la cama.
- Tú siempre tienes hambre - dijo Jace recostandose junto a mi.
- Bien, voy a omitir el hecho de que me dijiste gorda, - él me miro atónito, pero para mí fue así - porque también quiero descansar. Ahora si me disculpas - me puse de pie, y tomé del armario mi pijama - voy a cambiarme - dije dándo un portazo mientras me metía en el baño.
Al salir, me di cuenta de que Jace ya se había puesto la pijama también. Que solo consistía en un pantalón, dejando su trozo desnudo, mostrando los oscuros trazos de sus runas. Nos acostamos en la cama, y él me rodeo con sus brazos y yo me acosté en su pecho.
- Buenas noches mi mundana - dijo, y yo sentí resonar las palabras a través de su caja torácica.
- Buenas noches teñido - nos dimos un corto beso, y luego de unos minutos, caímos rendidos antes el sueño.