Narra _____
Los rayos de sol invadieron mis párpados, haciendo que se se abrieran. Mis ojos de acostumbraron a la luz, y pude ver a Jace durmiendo junto a mi. Sonreí ante el recuerdo de la noche anterior. Salí de la cama y fui a darme una ducha. Me puse un pantalón elastizado, y una blusa algo holgada que caía por uno de mis hombros. Fuí al baño a cepillar mi cabello y lo recogí en una cola. Cuando salí ví a Jace de pie. Traía un pantalón, y estaba sin camiseta. Se acercó y me implantó un tierno beso en los labios.
- Buen día hermosa - me dijo.
-Buen día Jace - dije con una sonrisa - ¿Me acompañas? - le pregunté dulcemente.
- ¿A donde? -.
- A entrenar -.
- No, ni lo sueñes - su semblante cambio totalmente, y se dirigió a su armario para ponerse una camiseta.
- ¿Porque no? - le pregunté un poco molesta.
- Te puedes desmayar en cualquier momento, y no quiero que nada malo te pase - dijo mientras se acercaba y rodeaba con sus brazos mi cintura, y yo puse los míos en su pecho.
- Jace, sabes que de todas formas iré. Además no pasará nada, y Magnus dijo vendría en estos días, lo que significa hoy porque no creo que aguante tanto tiempo sin su garbancito - imite la voz de Magnus, y los dos reímos.
- Bien - dijo.
- Oh! Antes de ir - me separe un poco de él y tomé la caja que Jace me había dado - ¿Me ayudas? -.
- Claro - me sonrió.
Me día la vuelta. Sentí su dedos rozar mi nuca mientras apartaba mi cabello, lo que me hizo sentir un cosquilleo. Paso frente a mi el dije, y lo tomé entre mis dedos, se sentía bien el frío de la cadena en contacto con mi piel. Nuevamente, las manos de Jace se posaron en mi espalda, y una vez que logró unir el seguro de la cadena, sus manos ascendieron hasta mis hombros. Comenzó a besar mi cuello, para luego darme la vuelta unir nuestros labios en un cálido beso. Nos apartamos uno del otro. El entrelazó nuestras manos, y nos dirigimos a la sala de entrenamiento.
Pasamos toda la mañana entrenando, no sin que antes Jace insistiera en darme un desayuno "nutritivo", si a la pizza del día anterior se le puede llamar así. Cuando el almuerzo estubo listo, Alec vino a llamarnos.
- Oigan - dijo entrando en la habitación - ya está listo el almuerzo -.
- ¿No lo cocinó Isabelle verdad? - preguntamos Jace y yo al mismo tiempo.
- No, fuimos a Taki's. Por cierto Jace, la camarera te manda saludos - dijo Alec antes de desaparecer tras la puerta. Note como Jace palideció un poco.
- ¿Quien es la camarera? Si se puede saber - pregunté algo molesta.
- Es... ejm, digo ella es - tartamudeo nervioso mientras se rascado la nuca.
- Una de tus, espero, antiguas zorras, no? - dije.
- Si! Exacto... Espera ¿Que? No! - dijo. Yo comencé a caminar a hacia la puerta de la sala de entrenamiento, y Jace corría detrás de mí.
- Solo no te sorprendas por la venganza cariño - dije con una sonrisa malévola mientras cerraba la puerta para luego dirigirme, corriendo, a la cocina.
Mientras almorzamos no le dirigí la palabra a Jace. Quería planear bien mi venganza, así que cuando terminamos, le propuse a Izzy pasar una tarde de chicas.
Prácticamente me llevó arrastrando a su habitación. Yo entre y me senté en su cama, mientras ella cerraba la puerta.
- Bien, ahora dime pequeña¿Que necesitas? - dijo mientras saltaba junto su mi en la cama - Porque a mi no me engañas. No le hablaste a Jace en todo el almuerzo, y eso es raro - alzó una ceja.
- Bueno... Quiero vengarme de él, y tú lo conocés de toda la vida. Además, ya extrañaba hacer cosas juntas - dije.
- Me encanta! - chilló Izzy - ¿Que tienes planeado? - dijo sonriente.
- Bueno... - estaba a punto de hablar, cuando escuche unas voces detrás de la puerta. Le hice señas a Iz, y las dos caminamos hacia esta, y nos apoyamos en la madera. Pudimos distinguir de quienes eran esas voces.
- Jace esto que haces son tonterías -.
- Cuando Magnus diga que se vengará de tí, y lo haga con una sonrisa psicópata, en ese momento puedes regañarme Alec, pero ahora sólo quiero escuchar -.
Se hizo un silencio, y decidí que lo mejor para mi venganza sería que no se lo esperara. Le hice señas a Iz nuevamente para que me siguiera la corriente.
- No, Iz. Confío en Jace, y en que deben ser tonterías - dije aguantando me la risa.
- Si tú dices. Pero sabes que mi propuesta sigue en pie -.
- No, mejor dejaré esto de lado. Ya no me vengaré - Las dos contamos hasta tres, e Izzy abrió la puerta.
- Oh chicos! ¿Perdieron algo? - preguntó al verlos de pie frente a la puerta.
- Mm... No! Solo es que no te encontraba - dijo Jace mirándome nervioso.
- Y no me encontrarás en toda la tarde porque estaré con Izzy - dije intentando no reír.
- Jace, vamos. Me tienes que ayudar con...la cosa - dijo Alec. Jace pareció confundido, pero luego siguió la mentira.
- Oh si! Vamos - dijo, y salieron prácticamente corriendo de ahí.
Izzy cerró la puerta, y las dos estallamos a carcajadas hasta llorar.
- ¿Y que tenías planeado ____? - dijo Iz secando sus lágrimas.
- No lo sé ¿Cual es su mayor miedo? - pregunté.
- Los patos - dijo ella divertida. La mire con expresión confundida y ella solo asintió. Estuvimos un rato pensando, hasta que Isabelle volvió a mirarme con los ojos abiertos como platos.
- Ya se que podemos hacer - dijo.