✓Editado✓
Narra ____
Seguí a ____ hasta su habitación. No sé qué le pasa y estoy empezando a preocuparme por ella. Temo que todo ésto desemboque en más problemas de los que podemos soportar ya.
Cuando llegamos, tomó un portarretratos, y con las manos aún temblorosas, lo desarmó. Me llevé una sorpresa al ver una carta entre la foto y la parte trasera del marco.
- ¿Qué es eso? - pregunté atónito, sentándome junto a ella.
- No lo sé... Una carta de mis padres, supongo. - me miró - Acabo de verlo mientras está a inconsciente, creo que es algo importante - dijo en tono serio.
Yo asentí alentándola a leer, y ella se aclaró la garganta para hacerlo en voz alta.
- Si has llegado a leer ésto es porque te hemos dejado. Estamos seguros de que estarás sumergida en un océano de dudas sobre lo que está sucediendo en tu vida, pero es primordial que mantengas la calma. Todas tus inquietudes serán aclaradas por Raphael y el gran brujo de Brooklyn, Magnus Bane. Ellos sabrán explicarte todo mucho mejor que nosotros. Nos gustaría que supieras que si no te lo dijimos, fue para protegerte. De haberte hecho saber del don que tienes te habríamos puesto en peligro, y no podíamos permitírnoslo. Tienes un gran poder en tu interior, uno que, de no mantenerte firme, podría costarte la vida. Cuídate - el papel temblaba un poco entre sus manos. Estaba tensa, se le notaba. Por un momento no supe cómo reaccionaría hasta que la romper la carta en mil pedazos mientras maldecía.
- Oye, oye... - la tomé de las muñecas para detenerla. Cuando me miró, sus ojos destellan rabia - Enfadarte con ellos no es la solución, tienes que respirar y calmarte.
No le importó lo que dije, simplemente se levantó y salió disparada hacia la que, supuse, era la habitación de sus padres.
Narra _____
Lo veía todo rojo. Estaba en shock, pero muy furiosa como para quedarme quieta, ¿Como debía reaccionar?¿Debía ponerme feliz porque tengo un... Don? Si debía hacerlo en ese momento no lo hice.
Derribé todo lo que ví a mi alrededor. La habitación de mis padres estaba llena de adornos de cristal, perfectos para destruir en ese momento.
Arrojé al suelo un jarrón que se hallaba sobre la cómoda, y continué con cualquier cosa que estallara en mil pedazos y me hiciera sentir mejor.
- ¡Para! ¡Para! - Jace me tomó por la cintura y me hizo mirarlo. Tenía el cabello sobre mí rostro y la respiración agitada - ¿Debes calmarte, no arreglarás nada así.
Me llevó hasta la cama con cuidado de no pisar ningún cristal, y nos sentamos. Tras un silencio, habló:
- ¿Cómo te sientes?
- No lo sé - me froté los ojos con frustración - Joder, si antes estaba confundida ahora voy a explotar.
- Todo va a estar bien...
- ¿Bien? - solté en un suspiro - Eso quiero, - me puse de pie - pero se que no va a estarlo. ¿Por qué toda mi vida tenía que ser una mentira? Me dicen todo en una carta así como así, sin pensar en cómo podría afectarme. Si no estoy a punto de morir por una maldita reliquia familiar lo estoy por un estúpido "don" del cual no tengo idea.
- Eres _____ Colbung, y eso es lo único que importa - Jace se paró frente a mí.
- ¿Soy la cazadora de sombras que he estado intentando ser estos últimos meses? ¿O soy una mundana algo peculiar? No hay respuesta, no soy ni una ni la otra, Jace. No soy nadie. Soy muy ignorante sobre mí y mi vida como para pertenecer a alguna de las dos.
- No, tú eres alguien. Eres quien gustes ser, y sólo tú puedes decidir. Nephilim o mundana, y no me importa la respuesta porque para mi serás la misma. Si tú necesitas saber lo que eres, debes decidirlo. - asentí tragando el nudo en mí garganta - Debemos concentrarnos en la carta. Hablar con Raphael y con Magnus, ver de que se trata esto de que tienes un don. Sea lo que sea... Sabes que estaré contigo, al igual que Magnus. - suspiró, h supe lo que venía - Creo que llegó la hora de hablar con Raphael.
- Lo sé. - lo abracé, y él me rodeo con sus brazos - Jace... - comencé a decir levantando la mirada hacia él - ¿Cómo voy a hacerlo? No puedo llegar a Raphael y decirle "¡Hola! Desaparecí hace seis años porque asesine a un vampiro, que probablemente era de tu clan, de la forma más cruel y repugnante ya que creí que era quien..." - dejé la frase en el aire. Noté como se ponía tenso cada vez que lo mencionaba.
- No lo sé, pero tienes que hablar con él. No creo que si era como un hermano se enfade contigo si le explicas. No pasará nada - se separó de mí y comenzó a buscar su teléfono - Le diré a Magnus que abra un portal, y que Raphael este allí, así hablas con los dos de una vez - dijo marcando a Magnus en su teléfono.
Narra Jace
Salí de la habitación hacia el pasillo, y esperé a que contestara. Tuve que esperar un largo rato a que contestara, y cuando estaba por colgar, una voz se escucho a través del teléfono.
- Jace ¿Cómo salió todo? - escuche a Alec.
- No quiero imaginarme por qué contestas tú y no Magnus - dije rápidamente - Antes de responder al interrogatorio tengo que hablar con Magnus ¿Me lo pasas? - pregunté.
- Sí, espera un momento.
- Jace ¿Qué paso? - oí a Magnus al teléfono. Por fin.
- Magnus, no tengo mucho tiempo. Necesitamos volver a New York lo más rápido posible, y que Raphael esté contigo. Te explicaremos bien cuando regresemos, pero por ahora sin preguntas ¿Bien? - intenté ser breve.
- Yo necesito esto, yo necesito aquello, ¿Podrían decir gracias en algún momento?, Nefilims estúpidos - oí mascullar a Magnus un poco alejado del teléfono - El portal estara en la entrada a Idris en cinco minutos - hubo un silencio - ¿Y mi gracias?
- Gracias Magnus - dije - Ahora debo irme. Adiós.