Me quedé unos minutos recostada sobre la cama de Jace. No voy a dejar que nada malo te pase. Recordar eso me dibujó una sonrisa en el rostro. En estos meses que pasaron, comencé a sentir cosas por él, no lo se, pero no voy a decir nada. Izzy me contó lo fuerte que fue para Jace su ruptura con Clary, y siento que es terreno peligroso, siento que aunque llegara a tener una relación con él... nunca me querría de la misma manera. Así que mejor reprimo esos sentimientos, aunque se que en algún momento van a estallar. Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos.
- Pase - dije, mientras me incorporaba.
- Hola - dijo Alec entrando en la habitación, parecía a punto de decir algo pero al ver mi expresión dijo - oye, que pasa? ¿estas bien? - se sentó junto a mí en la cama.
- Si, de hecho... - sabía que en algún momento le tenía que decir a Alec sobre El Cristal, además, siempre se daba cuenta cuando no estaba bien o cuando mentía - no en realidad no estoy bien. Alec, recuerdas las pesadillas que he estado teniendo?Bueno, Jace me dijo que investigaría sobre eso, y descubrimos algo -.
- ¿Que?¿que descubrieron? - preguntó Alec.
- Bueno, según un libro que él encontró, los Instrumentos Mortales no son tres, son cuatro. La Copa, La Espada, El espejo, y El Cristal, que traducido al latín es In Speculo. - le explique como y para que se usa, como lo encontramos y como lo habíamos guardado - Alec, si más gente sabe que existe, no solo quieren El Cristal, también a mi. Necesitan mi sangre para hacer el ritual. - él estaba prestando suma atención a cada palabra que salía de mi boca.
- ¿Izzy sabe de esto? - me preguntó todavía sorprendido por lo que acababa de contarle.
- No, no se lo he dicho aún, pero voy a hacerlo. Alec, necesito estar preparada, antes no sabía si contártelo o no. Entiende que cada persona que sabe de esto, puede estar en peligro. Con Jace no tuve opción, pero contigo e Izzy sí, así que por favor no lo comentes con nadie, y... Alec - lo mire seria - necesito pedirte un favor -.
- Sí claro, lo que necesites - dijo medio aturdido.
- Si... si algo llegara a pasarme, si me raptaran o algo por el estilo - me estaba costando hablar, pero no podía poner en peligro a todos - necesito que detengas a Jace o a Izzy, incluso detente a ti mismo, para que no vayan a buscarme. No te he dicho donde escondimos El Cristal, porque no me perdonaría si les pasara algo, pero si quieren mi sangre, tienes que dejar que la tomen. Nadie va encontrar el cristal, y por ende, dejaran de buscarlo. Porque se supone que solo se activara con la sangre del propietario, y si ya no queda nadie de mi familia, y yo no se lo doy a nadie, será imposible. Solo-solo quiero que si muero, quede aquí en el Instituto, pero que no le pertenezca a nadie. Alec - tomé sus manos - se que tú harías lo mismo por tu familia - las lágrimas casi desbordan de mis ojos, pero las sequé a tiempo.
- Si, está bien. Lo haré. - secó una lágrima que había caído por mi mejilla - Ahora vamos, estoy seguro de mueres de hambre, - dijo con una sonrisa amistosa - y fui por comida no quería que mueras el día antes de tu cumpleaños con la comida de Izzy - los dos reímos un poco.
Nos pusimos de pie y fuimos hasta la cocina. Cuando llegamos, Jace estaba devorando su plato de pizza, e Izzy lo estaba regañando por no esperarnos. Alec y yo nos sentamos, y todos comenzamos a comer, incluso Jace, que casi come la mitad de la pizza él solo. Luego limpiamos, y nos despedimos.