Lyla:
—¡NO QUIERO! ¡SUÉLTAME!
—¡Chuck calmate!
—Quiero ir donde Alby–lloraba.
—¡No dejaré que te maten niño insolente!—lo cogí de los hombros— de una vez entiende que te estoy ayudando.
Corrí aún cogiéndolo de la mano hacia una de las cabañas que más cerca estaban.
Entré y cerré lo mejor posible. No sería para nada bonito que de repente uno de los penitentes entrara a matarnos ahí dentro. En un lugar de cuatro paredes, sin escapatoria, sin ningún sitio a donde ir.
Al asegurarme que la puerta está bien cerrada me giré hacia Chuck para comprobar que estuviera bien, encontrándome con este mismo tirado en el piso y hecho un bolita.
—Chuck tranquilo todo va...
—¡No me mientas!—me sobresalté— no me vengas con que todo va a estar bien cuando ya he perdido a un gran amigo y estoy a punto de perder a todos los demás ¡Y TODO POR TU CULPA!—lágrimas resbalaban por sus mejillas y se veía el miedo que le causaba estar en esta situación.
—Yo solo... AH—grité.
No...
Un inmenso dolor me atravesó por todo el cuerpo llegando como destino a mi cabeza. Incapaz de soportar el dolor que eso me estaba ocasionando me tiré al suelo gritando, era lo único que podía hacer.
No...
Antes de poder gritar otra vez, el dolor desapareció tan rápido como vino.
Me levanté, quedando en frente de Chuck.
—Mira estupido niño, no todo es de color de rosas, hay personas que preferirían estar en tu lugar, porque aunque no lo creas peores cosas están pasando fuera de este maldito lugar—me fui acercando haciendo que este se encogiera más en su sitio por cada paso que daba— Intento ayudarte y lo único que haces es quejarte. ¿Pero eso hacen todos no? Nuca ven cuando uno los intenta ayudar.
El niño solo me escuchaba aún con lágrimas en los ojos.
—Así que ahora mismo te quedarás calla... AH—de nuevo el dolor.
Mierda, mierda, mierda.
—¡No más !—grité de nuevo encogiéndome de dolor— ¡No más!
Sentí un dolor aún más fuerte.
Lágrimas empezaban a descender por mis mejillas.
Esto no es justo.
Aún con dolor en el cuerpo volví a mirar a Chuck, que me miraba confundido y con miedo a la vez.
—No...—lloré—No quiero...
Otra ráfaga de dolor.
—No me dejaré...—volví a decir.
Otro grito.
—¿E-estás bi...?
—¡ALÉJATE DE MI!
Chuck retrocedió.
Minho:
Otros dos muertos.
Esto era una catástrofe.
Los penitentes parecían no tener ganas de tomarse ningún descanso, su ganas de matarnos parecían ser mucho más fuerte al cansancio. En cambio nosotros no podíamos aguantar mucho más, porque aunque lo más que quisiéramos fuera terminar con todo esto nuestros cuerpos parecía tener otros planes.
Todos tuvimos que ignorar el hecho de que en solo segundos habíamos perdido a nuestro gran amigo y líder. Y por las circunstancias habíamos tenido que pasarlo por alto y seguir peleando, dejando su cuerpo en el suelo ya sin vida.
Lo peor era que no sabíamos donde estaba Chuck y eso nos estaba carcomiendo por dentro pensando en que cualquier cosa le podía haber pasado. Nadie se lo perdonaría. Y aún y cuando queríamos correr a buscarlo entre todos había algo tan simple como un monstruo con ganas de matarnos, así que era algo casi imposible de hacer en esos momentos.
Eso era lo más frustrante, cualquier paso en falso sería otro muerto más, algo que no nos podíamos permitir ahora mismo
Me agaché para evitar uno de los golpes del animal y subí la lanza con intención de acabar con él.
Terminé de atravesar la lanza con mucho cuidado de que el fuco animal no me saque ningún ojo y me detengo un momento a coger aire.
Malditos cosas con patas ¿Que problema tienen?
¡Solo quiero vivir! ¡¿Que plopus hay de malo en eso?!
Me paré derecho en cuanto vi a otro venir a por mi.
Genial.
Sin embargo, en el momento en que me puse en posición de ataque escuchamos un grito que nos hizo sobresaltarnos.
Lyla.
Cuidándome de que el penitente no me diera ningún ataque sorpresa crucé miradas con Newt, y este con Thomas.
—¿Donde está Amy?—preguntó el primero.
—Ahora tenemos que preocuparnos más por Chuck—habló la nombrada corriendo lejos para ayudar a Winston—¡Minho, ve tu, Newt acompáñalo! Entre los demás intentaremos cubrirlos, no podemos dejar más tiempo a Chuck con esa loca.
Mas cuando volví a centrarme en el penitente me sorprendí al ver cómo en lugar de atacarme se revolcaba en el suelo.
Y no era el único.
Todos los penitentes hacían lo mismo.
—¡Minho aprovecha ahora y ve!—gritó Teresa.
Le dirigí una mirada a Newt y este me siguió. Teníamos que averiguar donde podían estar.
Corrimos hacia las cabañas del este y con precaución nos aseguramos de que no hubiera nadie ahí.
Después de correr casi por toda el área y descansar unos tres minutos nos dirigimos hacia las cabañas del sur.
Nos alarmamos cuando vimos una luz encendida. Estaban ahí; sin embargo no podíamos verlos. La cabaña estaba lo suficiente resguardaba como para no tener ninguna abertura que permitiera acceder a ningún penitente o persona sin saber la manera correcta de entrar y salir.
Escuchamos otro grito y cruzamos miradas preparados para entrar.
—Un momento... ¿sabes cómo entrar verdad?—me preguntó Newt abriendo los ojos.
— ¿Que? ¡Pensé que tú sabrías!
—¡Maldita sea Newt eres el segundo al mando, ahora supongo que primero, y novio de la que ha estado trabajando en todo esto!
—¡Tu eres también como su mano derecha, y eres el líder de los corredores!
—Bien, que no panda el cunico.
—...
—¿Que? Cuando estoy nervioso digo tonterías.
—¿Entonces lo estás siempre?
—¡Concentrémonos! No puse mucha atención en cuanto nos explicaron sobre cómo abrir las cabañas y obviamente no la podemos romper, somos sólo dos y eso posiblemente sería un cebo perfecto para los penitentes, cosa que no queremos. Atacarían a Lyla y Chuck al instante.
—Tiene que haber una manera...
—Si, ¡fuca vida! ¿Porque tenían que hacer esto tan complicado?
—¿Para que nos salven la vida tal vez?
—No ayudas...
—Tu tampo... Minho...
—Me estoy estresando—dije sobándole las sienes.
—Minho...
—No vuelvo a dejar de escuchar lo que diga Amy.
—Minho...
—¡Abrete sésamo! Eh.. no ¡no funciona!
—¡Minho!
—¡¿Que plopus quieres ahora cojo?!—al instante este me miró mal.
—¿No crees que la señal en rojo que pone "abrir" nos puede ayudar?—señala hacia una esquina.
—¿Que?—miré la señal—Ah... si pos si...
—...
—Okey, hagamos esto—me acerqué intentando no hacer ningún ruido para poder abrir la cabaña. Tarde, me caí al suelo.
—¡Maldita sea! Quita ya lo hago yo...—susurró Newt.
—¡¿Porque mierda tenían que hacer está la más complicada?! ¡Las otras las abrimos bien!
—¡Rompiste dos puertas!
—Okey pero...
—¿Que?
—Nada no tengo excusas...
Conseguimos abrir la puerta después de unos minutos y al entrar vimos cómo Chuck se hacía bolita en una esquina y Lyla gritaba.
Después de unos segundos se dio cuenta de que estábamos ahí.
—Ayu... Veo que no pudieron seguir con los penitentes ¿eh?—sonrió divertida levantándose del suelo—lastima, pensé que me ahorraría el trabajo de matarlos. lo siento—puso las manos en el corazón e hizo un puchero demasiado falso mirándome — de verdad, solo que lo del amor y esas mierdas no es lo mío.
Baje un poco la cabeza al sentir la mirada de Newt en mi.
—Oh, ¿no lo sabían?—ríe—Bueno—miró al rubio—tu amiguito pensó que podía llegar a enamorarme de él algún día ¿Buenísimo verdad?—soltó una carcajada—cuando le dije que solo quería salir no le importó nada y por el gran amor que sentía me dejó ir. Lastima—se encogió de hombros— un buen chico, pero no es para mi. Por si aún no se dan cuenta no soy alguien que se enamoré del primer aficionado.
Auch.
—Bien, ¿por quien empiezo?
Los dos nos pusimos en modo ataque.
Me acerqué a ella y esquivé el golpe que me iba a dar. La había visto entrenar lo suficiente para saber cuáles eran sus movimientos y para mientras Newt corría hacia Chuck.
—Tranquilo Chuck ¿Okey? Vamos a donde Amy, ya veremos que hacer—le dijo, haciendo que este asintiera con lágrimas en los ojos.
—¿Enserio?—habló de nuevo Lyla—¿Cres que el niño estará más a salvo sacándolo a donde están los penitentes? Vaya... creí que al menos tú eras inteligente huh, fallo —esquivó una patada—Mio—rió.
Yo seguía sin decir nada, no era momento. Además, era muy buena, sabía moverse.
Gruñí al sentir la cortada de uno de sus cuchillos.
Genial.
Seguí dando patadas y en una de ellas conseguí darle darle en la cadera, haciendo que saliera un grito de su boca. De todos modos volvió a lanzar puñetazos aprovechando mi momento de distracción.
Lo siento, pero no quería pasarme con ella. Aunque esta no lo considerase.
En ese momento me volvió a propinar un puñetazo y tras este un corte leve pero bastante doloroso en el torso.
Antes de poder recuperarme esta levantó el cuchillo de su mano derecha para ensartármelo.
Pero cuando creía que me lo metería soltó un grito y se tiró al suelo.
—¡No!—gritó.
¿Que mierda?
—Ayuda...—me miró con los ojos llorosos.
—Ah no, no volveré a caer—la fulminé con la mirada.
Volvió a gritar.
—Está... Esta bien. S-Solo llévame a fuera—soltó otro grito y una risa—¡Hazlo!
Miré como Newt y Chuck ya estaban saliendo de la cabaña. El pequeño detrás del rubio. Y...
Mierda sé que me arrepentiré.
Cogí a la chica de la cintura y la saqué de la cabaña.
¡Ni siquiera sabía porque lo hacía!
Pero ahí estaba yo, salvando a la chica que quería matarnos a todos.
Ella solo gritaba y negaba, diciendo "por favor" y a veces reía y maldecía.
Daba miedo.
Y se parecía a lo mismo que hacía Ben y los demás antes de ser desterrado...
No puede ser...
¿Serían los penitentes capaces de picar a la propia chica que los guiaba?
Seguí caminado hacia afuera y me sorprendí al ver a los penitentes que seguían revolcándose en el suelo. Los larchos solo miraban esperando cualquier movimiento, como respiración cansada. Todos estábamos agotados. Sin embargo muchos soltaron un suspiro de alivio al vernos a los tres.
Estaba ya casi llegando a donde los demás cuando escucha otra risa de Lyla y sentí un fuerte dolor en el torso, justo en la leve herida que antes me había hecho. Me caí al suelo con los ojos abiertos mirando el cuchillo que de repente estaba ensartado en mi cuerpo si saber que decir o hacer. Con una mirada más vi como Lyla volvía a gritar.
—¡No! ¡Lo siento!—lloraba—¡Maldita sea! ¡No!
Algunos larchos empezaron a correr hacia mí para ayudarme y quitar a Lyla de encima mío, que seguía gritando y a veces encogiéndose de dolor pero intentaba tapar la sangre que salía de mi cuerpo con sus manos.
No fue necesario que llegaran los demás. Puesto que está se levantó sola y salió corriendo a no se donde.
Intenté sacarme el cuchillo pero sentí demasiado dolor como para hacerlo.
—¡Minho!—oía decir a Chuck por lo lejos. Podía sentir que estaba llorando.
Los que llegaron a mí intentaron ayudarme, más se alarmaron al sentir como los penitentes volvían a atacar.
—¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!—gritaba alguno.
—¡Mierda ahora no!
Volvieron a ponerse en guardia pero hubo otra cosa que nos sorprendió a todos.
Antes de que los penitentes salieran corriendo a por nosotros. Oímos otro grito más fuerte a todos los demás y los monstruos se giraron a ver a otra dirección. Todos al mismo tiempo y al mismo lugar.
Lyla se encontraba por la parte oeste gritando y los animales, como si estuvieran siendo poseídos por algo se pusieron en modo ataque.
Otro grito de dolor. Lyla se calló de rodillas, pero volvió a levantarse y en ese momento, ante la mirada sorprendida de todos, los penitentes corrieron hacia ella en modo ataque.
—¡USTEDES SOLO LÁRGUENSE DE AQUÍ!—volvió a gritar de dolor—¡AHORA!
Cruce mi mirada con la suya por última vez, que me miraba con los ojos llorosos y llenos de culpa antes de que los penitentes se abalanzaran hacia ella logrando que ya no la viéramos más.
Esa... no me la esperaba.
¿Y ustedes? ¿Se la esperaban?xd
Espero que les haya ido bien estas navidades y que pasen un buen año nuevo!
Subiré capítulo para el 1 de Enero, como regalo de año nuevo! Xd
Pero bueno cuéntenme,
¿Que les regalaron por navidad?
A mí unos cuantos libros, unos auriculares, ropa y un collar junto con un anillo.
Espero que les haya gustado el capítulo y espero sus votos y sus comentarios. Me divierto al leerlos, tienen mucha imaginación así que, ¿Que creen que pasará?
¿Será que ya estemos cerca del final? 😋
Bueno, gracias por leer, les envío muchos besos!
—Scar💋