Princess of the mafia. [EDITA...

By Ohmysexygrey

2M 66.2K 3.1K

El amor hará que ellos hagan cosas irremediables, que él y ella lamentarán para siempre. More

Antes de iniciar.
Princess of the mafia.
Capítulo 01.
Capítulo 02.
Capítulo 03.
Capítulo 04.
Capítulo 05.
Capitulo 06.
Capítulo 07.
Capítulo 08.
Capítulo 09.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Epílogo.
Capítulo 0 {Extra}
¡Mil gracias!

Capítulo 33.

31.7K 1.2K 55
By Ohmysexygrey

Chaz entró con un paso seguro en la habitación. Su rostro mostraba la misma preocupación de nosotros, dejaba al descubierto que algo malo estaba pasando. 

- Anton ha dejado que ella pertenezca a su mafia. 

¿Anton? ¿Quién demonios era Anton? ¿Pertenecer a su mafia?

- Excelente. – respondió Justin. Él me miro, una sonrisa apareció en su rostro, como si ya no hubiera peligro alguno. – Viajarás a España y por un tiempo permanecerás allá. – me informó Justin mientras me miraba. Miré a Ryan y a Chaz que se encontraban casi al lado de Justin, sentados sin preocupaciones en una silla. – Y trabajarás para él.

- ¿Quién es?

- Es el líder de una mafia Rusa. 

Di un suspiro y asentí con la cabeza. La preocupación se había ido de las tres personas que se encontraban al frente de mí y eso, por una parte me alegraba, porque podía significar que todo estaba resuelto. La policía no tendría chance de capturar a ninguno de nosotros. 

Justin se paró de su asiento y salió de la habitación, minutos después regresó, con una botella de whisky en la mano.

- Esto merece una celebración. – sacó cuatro vasos y sirvió trago para cada uno. Noté que me miraba entretenido mientras llevaba el primer trago a su boca. Sonreí antes de tomar el mío. 

(*)

La botella de whisky estaba llegando a su fin y al lado de esta se encontraba otra totalmente llena esperando para ser destapada por Justin o alguno de los chicos. 

Ryan y Chaz se encontraban hablando mientras sostenían un cigarro cada uno en su mano. 

Justin me miraba desde su asiento. Podía sentir su penetrante mirada encima de mí, pero cada vez que lo miraba yo también, agachaba su cabeza y cerraba sus ojos. Era totalmente extraño su comportamiento. 

Me acerqué a él poco a poco y me senté en su regazo. Él puso sus dos manos alrededor de mi cintura apretándome más hacía él.

Le sonreí y le di un pequeño beso en los labios.

- ¿Qué te pasa? – le pregunte. El frunció el ceño tratando de actuar. Alcé las cejas como muestra de que no le estaba funcionando muy bien, al final, Justin se rindió y me mostro una falsa sonrisa. – En serio Justin...te está pasando algo y no estoy muy convencida de que sea algo bueno.

El dio un suspiro y llevó una de sus manos hasta mi cabello, acarició éste y con su dedo pulgar acarició mi cara. Me miró a los ojos mientras lo hacía. Lo miré con atención tratando de entender que estaba pasando con él. 

- Justin...

- Shh. – fui interrumpida por él. Dejó de acariciarme y me besó. Llevé mis manos hasta su cuello y con mi mano derecha empecé a acariciar su cabello. El me rodeo con una mano mientras que con la otra acariciaba mi pierna suavemente.  - ____________.... – murmuró. Abrí mis ojos inmediatamente y me separé un poco de él. Sus ojos mieles expresaban una pequeña preocupación. – Yo...mhh. – pasó su mano derecha por su cabello. – Me entregaré. 

- ¿¡Qué!? – grité por la sorpresa. Cuando pensé que era algo malo no pensaba que lo fuera tanto. Me paré y lo miré sin entender nada. El me miraba de igual forma esperando que de mi boca saliera algo. Yo simplemente cerré mis ojos unos segundos tratando de calmarme, cuando los abrí de nuevo Justin aún estaba mirándome con atención. - ¡Maldita sea Justin! – grité de nuevo. Él se quedó callado. – ¡Cuando creí que estaba pasando algo malo contigo, nunca creí que fuera de esa magnitud!

- ____________....- trató él de explicar. Yo le presté atención. – Por eso te irás a España, trabajarás con Anton, mientras que tus hermanas permanecerán al lado de Daniela el tiempo que necesites. Tú no me necesitarás más, sabes lo que necesitas saber para estar en este trabajo. – se calló por un momento. Yo negué con mi cabeza ante sus palabras. Justin estaba completamente loco. ¿Entregarse a la policía? Era completamente una locura. – Yo en cambio... - continuó hablando. Me di cuenta de que ahora la mirada de Chaz se posaba en nosotros dos al igual que la de Ryan. Miraban con atención. – Yo ya he hecho mi pequeño trabajo y la única salida que tengo para dejarlo es entregándome a la policía.

- Dijiste que yo iba a volver en unos meses. – le dije ignorando por completo sus palabras. Mi voz se estaba empezando a quebrar y lo último que quería ahora era llorar en frente de él. – Nunca me imaginé que estuvieras diciendo que volvería, pero que te encontraría encerrado en una maldita prisión. – dije con asco. Él lo notó y agacho su cabeza. No dijo nada por unos minutos. – Nunca me imaginé que me dejarías sola en este cochino negocio. ¿Sabes lo que significa eso? 

El mojo sus labios mientras me miraba fríamente. Apretó su mandíbula y desvió su mirada. 

Claro que sabía que era lo que significaba eso. 

- Ahora eres tú el que me ha traicionado.

- Si quiero que te vayas a España es por tu bien. – El sirvió el último trago que quedaba en la primera botella de licor y se tomó todo este de un sorbo. – Nunca volverías en primer lugar. ¡Estarías trabajando para él, no para mí!

Negué con mi cabeza.

- No lo puedo creer, Justin.

- Entiéndeme, ______________. No quiero seguir trabajando en esto. 

- ¡No lo hagas entonces! – grité. Mi cara se encontraba roja por la rabia que tenía. – Tiene que haber otras salidas.

- No las hay.

- Claro que si, Justin. – le dije. Me acerqué nuevamente a él y me volví a sentar en su regazo. Me relaje mientras el volvía a posar sus manos alrededor de mi pequeña cintura. Los dos escuchamos como la puerta se abría y se cerraba un instante después. Chaz y Ryan habían salido de la habitación. – Podemos irnos a vivir a otra parte del país, Justin. – acaricié su cabello como minutos antes el lo había hecho conmigo. Lo miré a los ojos tratando de darle el razonamiento que necesitaba. – Podemos vivir los dos junto a mis hermanas en una nueva casa, un nueva ciudad. Tratar de tener una nueva vida. Tratar de que te olvides de todo eso. – Él negó con su cabeza cerrando sus ojos. – No puedes entregarte y dejarme sola, Justin. – Una lágrima empezó a caer. Mordí mi labio intentando no sollozar. – Eres la única persona que tengo joder, no me puedes dejar sola de esa manera. – le supliqué. Justin me abrazó para que llorara en su hombro. Me derrumbé y empecé a llorar desconsoladamente. 

- No te dejaré sola, ____________. – murmuró Justin acariciando mi espalda, haciéndome saber que se iba a quedar conmigo. – No me separaré de ti.

Volví a componerme para luego mirarlo a los ojos con ilusión. En su rostro apareció una pequeña sonrisa reconfortante, le devolví la misma y lo besé con cariño.

- Te necesito. – susurré cuando nos separamos por falta de aire. Justin pegó su frente con la mía, para segundos después volverme a besarme con el mismo cariño que el beso anterior. 

El me tomó en sus brazos, cargándome, se paró de su asiento y comenzó a caminar hacía la habitación que se suponía que era suya. 

Cuando por fin entramos a la habitación, él me dejó encima de la cama y se volvió para cerrar la puerta. Se subió a la cama, y se poso encima de mí. Comenzó quitando mi camisa lentamente, cuando ésta estuvo fuera de su camino comenzó a besar mi cuello, bajando esta mis pechos cubiertos todavía por el sostén. Bajó hasta mi abdomen y dejó besos mojados allí también.

Buscó con desesperación el botón de mi pantalón, y desabrochó éste con la misma desesperación y se deshizo de la prenda. 

Ahora solo me encontraba en ropa interior frente a él.

Acarició mis dos piernas con sus fuertes manos y se inclinó hasta llegar a mi cara, empezó a besarme de nuevo. 

Mis dos manos empezaron a buscar el principio de su camisa para poder deshacerme de ella. Lo acaricié lentamente mientras quitaba su camisa por encima. 

Admire su abdomen marcado y posé mi mirada en los tatuajes que lo adornaban. Nunca le había prestado tanta atención a aquellos dibujos marcados en su piel.

- ¿Por qué te los hiciste? – le pregunte. Él sonrió.

- Cada uno significa algo diferente para mi, nena. 

Asentí y decidí dejar el tema. 

Noté que el ya había quitado mi sostén, había dejado mis pechos libres ante él. 

Comenzó a chupar con fuerza el pezón de mi pecho derecho, mientras que al izquierdo le daba la misma atención pero con su mano, haciéndome gemir de placer. Cuando estuvo satisfecho con mis pechos, bajo y comenzó a bajar mis bragas, bajando estas por completo y tirándolas a alguna parte de la habitación. 

No quise quedarme atrás, así que desabroché su pantalón y me deshice de él rápidamente, dejándolo solo en bóxers. Podía ver su gran erección. 

Justin se acercó a mí y me pegó más a él, para que pudiera sentir se erección en mi sexo, separados por la tela de su bóxer negro.

Metí una mano y empecé a acariciar de su sexo. Justin gruño y cerró los ojos.

- Nena...

- Querías sentir mi boca... - susurré. Bajé sus bóxers con experiencia e hice que Justin quedara debajo de mí para yo poder hacerle una mamada. 

- No, nena. – se negó el. Tomó mi cabello rubio en sus manos y me atrajo hacía él para besarme. – Hoy no. 

Asentí con mi cabeza. El atrapo mi culo con sus manos y guió su pene, para que pudiera entrar en mí.

Gemí cuando lo sentí adentro. 

Era maravillosa la sensación que sentía cuando nos encontrábamos de esta manera. Haciendo el amor. 

Justin hizo un pequeño movimiento, haciendo que yo quedara de nuevo debajo de él. Comenzó a moverse suavemente, embistiéndome con paciencia. Sus ojos se encontraban cerrados y el tomaba su labio inferior con sus dientes. 

Coloqué mis piernas alrededor de su cintura, empujando de él para que pudiera llegar más adentro.

- Justin... - murmuré. El abrió sus ojos y me pregunto con su mirada que pasaba. – Más...mhh...Más rápido.

- ¿No te gusta así? – preguntó. Se acachó para llegar a mi oído y poder murmurar algo en francés que no pude entender. - ¿No te gusta así despacio, __________?

- Ahh, sí. – logré decir entre gemidos. Era intenso que él quisiera hacerme el amor lento, aprovechando cada momento. El tomó el lóbulo de mi oreja entre sus dientes haciendo que un escalofrío dominara todo mi cuerpo. Me estremecí, haciendo que mis paredes vaginales apretaran más fuerte la masculinidad de Justin. 

- Ohh. – gimió él. Tomó mi cintura con sus manos y poco a poco fue cambiando el ritmo de sus embestidas, cada vez más rápidas, pero estas no dejaban de tener la ternura de las embestidas del principio. – Gime mi nombre, ______________. 

- Mhh.

- Gime mi nombre. – volvió a repetir, embistiéndome más fuerte, provocando que gritara su nombre, fuerte, sin miedo a ser escuchada. – Nena, vamos, di que sientes, dime si te gusta.

- Umh, Justin...no pares. 

Las embestidas tomaron un poco más de rapidez y fueron fuertes. Empecé a estremecerme, sintiendo como poco a poco llegaba a límite.

- ¡Justin! – grité cuando llegué al orgasmo. Justin me embistió unas cuantas veces más provocando también su liberación mientras gemía mi nombre.

Me besó en los labios por última vez y salió de mí con cuidado. 

Los dos caímos en un profundo sueño, minutos después.

Continue Reading

You'll Also Like

235K 15.7K 41
Lara Sylva nunca se imagino que tras aceptar el trabajo de sus sueños su vida daría un giro inesperado... Tras aceptar el trabajo en una vieja casa d...
2.7K 183 22
Amor, todos desean amor. Compañía, todos desean compañía. Soledad, todos desean escapar de ella. Una trampa de afecto imaginario, un rapto de ob...
160K 8.3K 45
"Este zumbido me carcome el alma; Este dilema me duerme en un sueño moribundo. ¿Qué será el amor? ¿Qué será el orgullo? Porque entre el amor y el org...
109K 9.7K 30
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...