- ¡Feliz cumpleaños! – dijo Daniela al entrar en mi casa con una felicidad que se le notaba en los ojos. Se acerco a mí y me dio un abrazo muy fuerte de felicitaciones, luego, me entrego un obsequio pequeño que llevaba en su mano. – Sé que es muy poco, pero es con todo el cariño que te tengo, bonita. – una enorme sonrisa apareció en su cara haciendo que yo también sonriera. – Estoy tan feliz de que cumplas tus veinte.
- Me estoy poniendo vieja. – ella se echo a reír por mi broma. Dejé el regalo que me había entregado dispuesta a abrirlo después. – Creo que ahora voy a tener canas.
- Exagerada. – dijo ella riéndose. Tomó asiento en el sofá al igual que yo. - ¿Qué ha pasado? – pregunto abriendo un tema demasiado incomodo, yo sabía perfectamente a que se refería.
- Olvídalo, no creo que sea demasiado importante.
- ¿No es demasiado importarte que casi te matan intentando entrar a tu casa? – su tono de voz ahora era más serio y no había nada de divertido en el. - ____________, Justin me lo contó, lo sabía desde que el hombre que venía conduciendo se lo contó. Yo estaba en su casa.
De repente unos pequeños celos invadieron mi mente, pero me obligué a ignorarlos y suspire mientras la miraba a los ojos.
- Es más que importante. Justin y Ryan han estado varias tardes encargados de ese tema, linda. Creo que le importas más a Justin de lo que crees.
Bufé para luego mirarla.
- Tú y mi madre dicen lo mismo.
Ella asintió con la cabeza y sonrió queriendo cambiar de tema.
- ¿Y tu madre?
- Ha decidido pasar una semana de "Vacaciones" con mis hermanas en la casa de una de sus mejores amigas.
- ¿Dejaste que se llevará a sus hermanas?
- Se fue sin que yo me diera cuenta, antes de amanecer. Cuando me di cuenta, dos horas después ella llamó a decírmelo. – explique con paciencia ignorando el vacio que me daba saber que ella estaba asustada por lo que le había dicho dos días antes de camino a casa. Ella tenía miedo de que yo me fuera con ellas. – Ni siquiera me ha dicho con detalles donde está.
- Vamos. – Daniela dio una sonrisa reconfortante pero no tuvo éxito en mí. – Estás hablando como si ella no fuera a volver con tus hermanas.
- Lo sé, soy tan negativa...
Daniela miro su reloj de mano y su expresión cambió al saber la hora que era. Me miró con una enorme sonrisa en su cara.
- Es hora de que empieces a arreglarte cariño, he traído otro obsequio para ti. – dijo entregándome una bolsa que había traído cargada de color negro. Sonreí al ver de qué se trataba. Adentro de la bolsa había un hermoso vestido que parecía ser corto de color azul que daba la apariencia de combinar muy bien con los tacones color plata qua habían allí también. – Anda. Primero dúchate y después me dices que tal te quedó el vestido.
Asentí ante casi su orden y subí al segundo piso de la casa.
(*)
- Creo que te acompañaré a la estúpida fiesta. – dijo Chaz entrando al despacho de Justin. Éste se encontraba sentado detrás de su escritorio y miraba a Chaz preguntándose a que se debía si interés por asistir con él. - ¿Qué? La mejor amiga de ______________ estará allí, vaya si la ría esta buena.
Justin rió por los comentarios de Chaz hacía Daniela.
- Vaya tío. – dijo burlándose de él. Chaz solo se sentó al frente de él a esperar que comenzaran las constantes burlas de su amigote. – Creo que ella está demasiado buenorra para ti.
- Cabrón, _______________ está demasiado buena para ti.
- Sabes que...
- Sí, sí, sí. – se rió por lo bajo al notar que su amigo iba a reaccionar de una manera poco divertida. – La chica y tú no tienen nada, eso ya lo sé, tío. El problema es que eso no es lo que parece.
- Me importa una mierda lo que parezca.
- Pues debería porque ella podría ir a la cárcel el mismo tiempo que tú por complicidad.
- También por los asesinatos que ha cometido ¿y qué?
Justin había dicho las palabras fríamente sin pensarlo, pero la verdad era que si le importaba, ella acabaría en la cárcel igual que él nada más porque había estado tratando de ayudar a su madre.
Recordó que dos días atrás ella había sufrido un casi infarto con el susto que los hombres que venían persiguiéndola le habían dado sin compasión. Después de eso él sabía que ella no estaba segura en ninguna parte y pensó dos veces en sacarla del país mientras todo se calmaba, pero también seguía siendo mala idea, porque él no sería capaz de no saber nada de ella varios meses. Era un egoísta de primera, pero no le importaba.
- Sí, está más que buena, lastima para ti que yo también probé a la amiga.
(*)
- ¡Te ves hermosa! – dijo Daniela observando a su amiga con el vestido azul que ella le había llevado. El color del vestido hacía juego con el color moreno de su piel y con el tono de su cabello. Se veía hermosa. – Lo ves, todo te queda bien.
- Exagerada. – dijo _______________ mientras se miraba atentamente al espejo de cuerpo entero que se encontraba en su habitación. Daniela la había maquillado lo bastante como para sentirse incomoda. – Creo que voy a terminar quitándome todo este maquillaje que traigo.
- Ni lo creas, he tardo demasiado para que tu única solución sea quitarlo.
- No tengo otra opción, Dany.
- Sí, aguantarte.
________________ negó con la cabeza mientras su mejor amiga sonreía.
Daniela volvió a mirar la hora y sonrió a un más.
- Es hora de irnos a mi casa, cariño.
(*)
La música en la casa de Daniela estaba lo bastante fuerte como para escucharse a una cuadra antes de llegar. La verdad, me había impresionado, era un fiesta tan diferente a todas las que ella me había hecho que me preguntaba si era porque este año estaría Justin presente.
Sonreí al recordar que él estaría allí.
Daniela me llevó adentro de la casa y entonces pude notar que había mucha gente que no conocía, pero que sin embargo Dany había invitado sin vergüenza alguna.
Todos me miraban preguntándose lo mismo. ¿Qué había de malo en mí? Ignore la pregunta tratando de no mortificarme toda la noche tratando de encontrar la respuesta y de igual manera ignore todos los ojos posados en mí.
Detallé el lugar y pude notar que también había pista de baile, barra de bebidas y demás.
Según Daniela, así se preparaba una fiesta.
Pasada una hora dos chicos me habían invitado a bailar con ellos en la pista de baile, a los cuales había aceptado amablemente y había bailado una canción larga con cada uno de ellos. Había pedido también tres chupitos de aguardiente que ahora me traían casi mareada.
En la hora que llevaba allí no había parado de mirar la puerta esperando que en algún momento Justin apareciera por allí y caminará hacía mí para desearme un feliz cumpleaños.
Daniela no había parado de bailar con diferentes chicos desde que habíamos llegado y ella, por supuesto había tomado un poco más que yo. Ahora estaba hablando con un chico que parecía estar acosándola y ella le sonreía tierna, el chico la miraba con mirada de necesitad. Negué con la cabeza al imaginarme que era lo que él chico quería...y por su expresión, sabía que lo quería cuanto antes.
La canción termino y empezó una todavía más movida, ésta hizo que varias parejas se dirigieran a la pista de baile y empezarán a bailar al ritmo de la música.
Pedí otro chupito.
Número cuatro.
La cuenta iba subiendo cada vez más y el alcohol estaba tomando efecto en mí.
Tres minutos después la canción volvió a cambiar y varias parejas volvieron a salir de la pista de baila. A mitad de la canción volví a mirar hacia la puerta y me llevé una gran sorpresa al ver a Justin parado con un chico que había visto antes a su lado.
Justin llevaba una ropa normal y estaba vestido casi todo de negro. Llevaba también lentes oscuros aunque sabía que era perfectamente para que nadie pudiera reconocerlo.
Él sonrió al verme sentada al frente de la barra.
Caminó hacía a mí con la misma sonrisa amable que me había demostrado dos días antes de despedirse de mí.
Se acercó a mí y me susurró un "Feliz cumpleaños" al oído que pude escuchar muy bien a pesar de la música alta. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir como sonreía estando todavía cerca de mi oído.
Mis ojos se iluminaron al mirarlo a los ojos, a pesar de que él tenía gafas oscuras sabía que también me estaba mirando a los ojos. Sonreí y él hizo lo mismo, entonces me di cuenta de que alguien nos estaba mirando.
- El es Chaz, ________________. – dijo Justin fuerte para que yo pudiera escuchar. Di una gran sonrisa a Chaz que se acercó a mí a desearme un feliz cumpleaños. El se acercó a la barra y pidió un trago de whisky al igual que Justin. - ¿Tú qué estás tomando?
- Chupitos. – respondí ante su preguntar. – Pero creo que estoy en el límite.
Él sonrió y se volvió hacía el joven que estaba atendiendo en la barra contratado por Daniela especialmente por ser un "bebé" según ella refiriéndose al increíble aspecto físico que tenía éste.
Justin le dio el primer trago a su whisky y después lo dejó un la barra, se acercó de nuevo y besó el lóbulo de mi oreja antes de decirme algo más.
- Estás realmente hermosa. – susurro haciendo que mi corazón empezara a latir con fuerza. Se alejó de mí para ver mi reacción y yo le sonreí como muestra de agradecimiento para después decirle "gracias". - ¿Quieres bailar un poco?
Asentí con la cabeza y me paré de mi asiento para caminar con él hacía la pista de baile.
Justo cuando íbamos a comenzar a bailar la canción terminó y empezó otra de nuevo. El ritmo era suave pero a la vez bailable. Justin se posó detrás de mí y me cogió por la cintura con su mano derecha, yo por mi parte empecé a mover las caderas al ritmo de la música haciendo que mi trasero rosara el miembro de Justin. El me pegó más a él haciendo que el baile se volviera realmente intenso.
Estaba sintiendo su respiración en mi cuello, la cual hacía que por unos momentos perdiera los sentidos. Él se acercaba de vez en cuando para besar mi cuello y seguir moviéndose con la música mientras me atraía más hacía él, yo aprovechaba la situación y hacía que mi trasero rosara más con su miembro haciendo que éste reaccionara y que Justin soltará unos pequeños gemidos.
- Eres realmente mala. – dijo pero me atrajo más hacía él para que continuara con mi acción. – Me alegra pensar que después de esto estarás en mi cama.