Adam Houchein
— ¡Adam, abre la maldita puerta ahora!— me grita Thomas desde afuera de mi casa—. ¡Sé que estás allí!
Son las 4:25pm. Tenía planeado dormir toda la tarde, pero al parecer ese no era el plan de Thomas. Lleva una hora allí afuera, gritando y tocando las puertas y ventanas. No entra porque todas tienen seguro.
Una hora.
Creo que de verdad quiere explicarme lo sucedido. Pero simplemente no puedo. Él me mintió y traicionó. Y nada de lo que diga me asegura que pueda ser real. El problema tal vez no sean ellos, sino yo lo sea al darles tanta confianza a unas personas en tan sólo dos semanas. Por tratar de ser diferente en vez de insistirle aún más a mamá para volver a la ciudad y buscar a Richard para que todo volviera a ser como antes. Así tal vez me estuviera ahorrando este problema.
"De los errores se aprende" Casi puedo escuchar que me dice mamá. Pero simplemente no sé qué aprender de esto y cómo ayudaría a que todo siguiera normal. ¿Seguir ignorándolos? En algún punto me cansaré. ¿Enfrentarlos y dejar que se expliquen? Creo que me haría dudar de sus palabras. ¿Huir a la ciudad a reconstruir de nuevo mi vida? Suena tentador, pero exagerado de ejecutar.
A veces duele cuando tu alma se separa y trata de seguir distintos caminos. Te sientes confundido y perdido. Ya me ha pasado antes, me imagino que es parte de caminar en el laberinto de la vida.
Y hablando de dolor espiritual, el dolor físico no se queda atrás; tengo un terrible dolor de cabeza, siento que me va explotar. Y eso, mezclado con mi cansancio y remolino de emociones negativas, hace que me encuentre al borde del colapso.
— ¡Ya yo te conozco cuando tratas de conseguir algo, pero tú no me conoces a mí! ¡Así que te lo advierto!— exclama el rubio con, lo que deduje, frustración—. Generalmente respeto la privacidad de las personas, pero eso pasa a segundo plano cuando me encuentro en este tipo de situación, así que: ¡Abre ya la maldita puerta o te juro que partiré una ventana y entraré!
Al oír eso, me levanto del sofá y camino hacia la puerta principal para abrirla. Sé que es capaz de hacer eso y más, así que evitemos otros problemas en los que estén incluidos mamá y Daniela. No obstante, no sabía que estaba lloviendo y un empapado Thomas está mirándome con alguna fusión de tristeza y rabia. Su camisa blanca y vaquero pegados a su cuerpo, al igual que su rubio cabello, me hace pensar que tal vez agarre un resfriado después de esto. O puede que sea yo, al estar ahora igual que él y con el malestar que anteriormente había mencionado.
— ¿Cuál es tu maldito problema? No me dejas dormir— cuestioné con frialdad cuando vuelvo a la realidad.
— ¿Cuál es mi maldito problema?— repite mi pregunta con una sonrisa llena de sarcasmo—. Tú no dejas que te explique.
— No necesito explicaciones— le lanzaba una mirada de completa indiferencia y frialdad—. Me engañaron; jugaron con mis sentimientos y pensamientos. Pero ya no más.
— ¿A qué te refieres?— cuestiona confundido mientras gotas de agua pasean por su rostro y cada parte de su cuerpo.
— Deja de hacerte el inocente, ¡Tú eres el maldito ex de Daniela!, aunque ahora creo que nunca terminaron. Sólo les gusta jugar con los sentimientos de las personas. Pero ya no les seguiré más el jueguito— dije un poco alterado—. Quisiera saber el por qué lo hacen, pero ahora simplemente no me importa.
— ¡Sacas conclusiones sin saber nada!— al parecer Thomas también se está alterando. Esa oración ya se la había escuchado varias veces a mamá, pero ahora no me importa. Es lo de menos y no me agrada dar la razón a alguien con el que estoy peleando.
— ¡No, no sé nada, porque al parecer todos en este maldito pueblo me ocultan algo! Así que, ¿Podrías iluminarme señor sabelotodo?— grité con toda la furia que trataba de mantener encerrada.
— ¡Yo...!— Thomas iba a decir algo, pero se detuvo de golpe, cambiando su rostro de frustración a uno de arrepentimiento en cuestión de segundos—. Yo no soy el más indicado para decírtelo— habló aparentemente calmado—. Tarde o temprano sabrás la verdad, pero mientras te tenga alejado de ella estarás mejor.
¿Verdad?, ¿Cuál verdad? Sí tiene algo que ver conmigo, quiero saberlo. Pero no presionaré más a Thomas para que me lo diga, sé que no me lo dirá y tampoco soy el tipo de personas que tiende a rogar. Lo hago en casos extremos, cuando la culpa me carcome. Pero esta no es la situación y no dejaré que me vea débil en medio de la discusión.
El rostro de Thomas volvió a cambiar de expresión cuando sus facciones se contraen y sus labios se fruncen ligeramente; ahora noto preocupación.
— Tu nariz— empieza a decir él.
— ¿Qué con ella?— cuestiono con una ceja arqueada.
— Estás sangrando por la nariz— explica aún preocupado.
Yo llevo mi mano a la nariz y puedo sentir un líquido. Y sí, evidentemente era sangre ligada con un poco de agua de la lluvia. Thomas trata de acercarse a mí, pero yo me aparto rápidamente.
— No importa— le digo calmado, sólo es una hemorragia—. Sí no me dices la verdad, entonces vete. No le veo el sentido a seguir con esto, ya hiciste lo que querías. Ya no puedes obtener nada de mí. Seguiré como el chico nuevo del instituto, no aparentes preocupación— emito con una frialdad jugando en mis cuerdas vocales. Ese tono me sorprendió mucho, nunca lo había usado.
Él se queda pensativo por unos segundos, pero luego simplemente asintió y giró sobre sus talones para caminar hacia su moto. Pero, antes de montar en ésta, se dio vuelta otra vez.
— Sólo puedo decirte que nada de lo que viste en el pasillo fue real, no estábamos jugando con tus sentimientos; Yo no soy el ex de Daniela. Si quieres conocer la verdad acerca de su ex, búscalo: Ethan Lauce— aclaró con algo de sinceridad, o al menos eso deduzco—. Yo no te hablé el primer día porque quería jugar de esta manera, sólo lo hice porque sentía que eras un buen chico y en tu sonrisa vi un futuro en el que podríamos tener una gran amistad. Y es raro que yo diga eso, ¿Sabes?— sonríe levemente y da un vistazo rápido hacia el suelo. Creo que está nervioso, o algo similar—. Es difícil que yo forme una amistad, porque me conocen como el chico asocial del instituto. Sólo he tenido un verdadero amigo en mi vida y, cuando busques al ex de Daniela, sabrás lo que le sucedió. Supongo que esto de discutir y perdonar fuera de mi zona familiar es algo extraño para mi persona— me observa a través de sus ojos cafés—. Nunca antes algo había surgido tan natural como lo fue con tu llegada y quizás esto es algo... nuevo para mí.
Y sin más que decir, se dio vuelta, subió a su moto y arrancó. Perdiéndolo de vista en la larga carretera mientras sentía que la lluvia se intensificaba.
Entré a mi casa antes de agarrar un posible resfriado y cerré la puerta detrás de mí. Agarré una de las toallas del perchero y me fui secando con ella mientras me dirigía a la cocina a agarrar un algodón del botiquín de primeros auxilios. Me empecé a limpiar la sangre con esa suave lana.
Una vez limpia mi nariz y dejando de salir sangre, me desplazo hacia el baño para ducharme y luego me coloco mi pijama para poder dormir un rato después de todo este desastre. Quizás el olor a lluvia me ayude a relajarme.
O quizás no, porque los próximos treinta minutos sólo era yo dando vueltas en mi cama para tratar de buscar una posición cómoda.
No lo entiendo, estoy cansado física y psicológicamente, pero no puedo dormir. Hasta tuve una hemorragia causada por el estrés, o al menos eso pienso. Aunque médicamente no tenga tanto sentido, se ha dado casos.
No puedo dejar de pensar en Daniela y Thomas, quizás por eso no pueda dormir. Sobre todo en el último chico; sus últimas palabras aún andan caminando por mi cerebro a pesar de todo. Y es que el rubio traspasó mi barrera fría cuando dijo esas palabras que me describieron perfectamente a mí. Un chico asocial que no está acostumbrado a socializar, pero que cuando llega al pueblo todo eso cambia. En los últimos días me he preguntado qué le sucedió a ese Adam, al que sólo estaba cómodo con Richard y simplemente se acercaba a los demás para hacerles una maldad o alguna que otra actividad en grupo. ¿Es posible que el pueblo cambie a las personas? ¿O tal vez la promesa que le hice a Madre Nonna? Porque si es así, pienso que las creencias de los biólogos están sobrevaloradas. Que un árbol haga eso es... improbable.
Creo que el entrenador estuviera sepultando mi cuerpo en estos momentos de tanto que he pensado esa palabra.
Dirijo mi mirada hacia la notebook que se encuentra en la mesita de noche. Muerdo mi labio mientras pienso si agarrarla o no. No tengo nada qué perder y mi curiosidad está atormentándome. Siento que si no lo hago, mi mente no quedará tranquila, así que sólo suspiro, agarrando la notebook y sentándome en forma de indio en mi cama.
Lo primero que abro es el buscador y coloco 'Ethan Lauce'. De inmediato me aparecen muchas cosas de diferentes Ethans, pero no creo que ninguno sea el ex de Daniela.
'Veamos con otro' pensé.
Puse en el buscador 'Ethan Lauce, Bennys Hills' y me aparecieron distintas noticias, por lo cual abrí la primera.
'Vamos Tommy, dame una razón para seguir confiando en ti.' Rogué en el fondo de mí ser.
La noticia ya había cargado, por lo que empecé a leer.
'Diario el informador.
Viernes, 25 de diciembre del 2009.
Jessica J.
Reportera.
"El trágico final de un joven soñador"
El pasado jueves 24 de diciembre, a casi víspera de navidad, ha ocurrido otra trágica muerte en el pueblo de Bennys Hills. En las profundidades del bosque, las autoridades hallaron el cuerpo sin vida de un joven el cual fue identificado como Ethan Lauce de 19 años de edad, luego de llevar días desaparecido.
Tras hacerle la autopsia, descubrieron que murió desangrado por algo que perforó su cuello. Los forenses nunca descubrieron que era ese 'algo', pero aseguraron de que era muy filoso como para poder destrozarle todo el cuello.
¿Fue un asesinato?, ¿El ataque de un animal?, no creemos eso, púes en el cuerpo no se encontraron huellas ni maltratos de una persona.
El joven era huérfano de madre y su padre, un importante empresario, Kennedy Lauce, asegura que el chico no poseía ningún déficit psicológico, ni problemas a sus alrededores. El tema de la muerte de su madre ya lo había superado hace 10 años, por lo que es muy poco probable de que fuera un suicidio.
El chico se preparaba para agarrar las riendas de las empresas de su padre, que desde pequeño soñaba ser alguien importante y exitoso como éste mismo.
Demás familiares, amigos y su novia; Daniela Sprause, no testificaron acerca del asunto, por lo que sólo sus recuerdos vivirán en sus corazones.
Con ésta, ya son 5.345 muertes registradas en un año en el pueblo de Bennys Hills, teniendo la mayor tasa de mortalidad en un año.
Oregón. Última actualización: 04 de enero del 2010'
El ex de Daniela y el amigo de Thomas está... muerto.
No creo esto, no puedo digerirlo bien. Busqué en otros noticieros y todos decían lo mismo.
Ethan Lauce murió.
Y yo pensaba que Thomas era el ex de Daniela, que me estaban engañando. Pero al parecer yo fui el que me engañé a mí mismo. Ahora me siento culpable, muy culpable. Tanto, que estoy considerando lo de arrastrarme hacia los pies de Daniela y Thomas para que me perdonen.
Por otro lado, otra de mis dudas son resueltas: Ya entiendo por qué Daniela es fría con las personas... Se encuentra herida por la muerte de alguien que amó. Y no le gusta que le tengan lástima, así es la chica. O tal vez sólo trata de ocultar su dolor a través de una sonrisa, a través de un "No me sucede nada", cuando la verdad es que el mundo se le está cayendo encima.
El libro sobre las mujeres que leí hace un tiempo está dando frutos en momentos de presión, increíble.
Pero aún hay algo que no me convence.
¿Por qué Daniela, siendo tan fría con las demás personas, me habló y confió en mí? ¿Por qué Daniela ahora habla con Thomas? Tal vez tenían una conexión gracias a Ethan, pero luego se disolvió cuando murió.
"Sólo tal vez", es una suposición. Aún me ocultan cosas, eso lo tengo en mente; cosas que no quieren que nadie más sepa, que tiene que ver con el pasado y está afectando en el presente y quizás al futuro. Y a las personas que se acercan hacia ellos.
¿Por qué Thomas no me lo había dicho antes? Esa es la principal pregunta para armar el nuevo rompecabezas. Las piezas de éste se unen cuando se sepan las respuestas del efecto que tiene la muerte del chico en lo que está sucediendo ahora.
Pensando en eso, salí de mi habitación y agarré las llaves del auto de mamá que se encontraban en la sala de estar. Salí de la casa cuando me asesoré que la lluvia ya se había detenido y sólo quedaban algunas corrientes de agua en las calles que se iban directo a las alcantarillas. El cielo aún seguía nublado, pero el arcoíris aseguraba que no iba a seguir la tormenta.
En una de las noticias que leí, dejaban la dirección cerca de donde encontraron el cadáver de Ethan. Entré en el auto de mamá y arranqué a esa dirección con ayuda del GPS.
Y diecisiete minutos me tomó llegar a dicha dirección.
Estaba en una carretera larga donde sólo se podían notar árboles a sus alrededores, era un bosque. No había autos en esta carretera. Creí que el GPS se había equivocado, pero el gran letrero— parecido al que vimos cuando llegamos al pueblo— que se encuentra junto a la carretera, me dice que ésta es la dirección correcta.
No hay por dónde llevar el auto, por lo que tuve que bajarme y adentrarme caminando al bosque, asegurándome de estacionar el auto en un lugar oculto y poniéndole alarma.
Son las 6:27pm según mi celular, por lo que las nubes se están disipando y el sol se está ocultando. La poca luz que da no me ayuda a saber para dónde camino. Aunque en realidad no sé para dónde voy. Sólo estoy caminando en línea recta a ver qué puedo conseguir. Espero que no sea el animal que mató a Liam.
Otros veinte minutos pasan, en los cuales mis cinco sentidos están al máximo y a veces deseo que mis lentes hagan más de lo que hacen para ver de lejos a un posible animal rabioso o alguna raíz de un árbol para no tropezarme. Aunque en realidad casi me caigo unas cinco veces, el torpe chico en mí quiere surgir.
Aunque valió el esfuerzo, ya que, cuando me iba a dar por vencido, conseguí un claro oculto; de esas zonas en los bosques que extrañamente no tiene naturaleza, pero si está rodeada de ella. Es majestuoso encontrar uno, aunque sea a veces muy común. En este claro oculto había una enorme roca junto a una pequeña laguna con un poco pasto alrededor. Lo demás era sólo tierra húmeda y una que otras flores naciendo de ella.
Algo me dice que estoy en el lugar que quería estar, por lo que empecé a detallar mejor el pequeño claro oculto; Comencé por la gran roca; no hay nada especial en ella, sólo pude detallar una marca en el medio de ésta. Era un corazón y en el medio estaba tallado con algún objeto filoso una "D", un signo "+" y luego la letra "E".
'Daniela y Ethan' Pude deducir.
No la seguí detallando porque siento que me observan, me volteo y miro a mis alrededores. No hay nadie.
Debe de ser imaginación mía, ya el sol se ocultó y sólo alumbra los rayos tenues de la luna, por lo que este lugar ya me empieza a dar escalofríos. Voy a tratar de terminar rápido.
Con eficacia fui a investigar la laguna, el agua es cristalina y hay pequeños peces en ella. En el fondo se encuentran rocas y flora acuática, y en el medio puedo ver algo que brilla. Me quito mis botas, enrollo mis vaqueros hasta las rodillas, y entro en la laguna a recoger eso que brilla. Siento el agua muy fría, sin embargo eso no me impide sumergir mis manos para llegar al objeto.
Es un collar.
Tiene forma de corazón, es de color oro, tiene inscrito 'Danexa' y al parecer se puede abrir. En su interior existe una pequeña fotografía moldeable para el collar, teniendo la misma figura de corazón. Es Daniela junto con Ethan mientras están agarrados de la mano en un parque. Lo sé porque en las noticias aparecían fotos del chico.
Él era de cabello castaño, tez blanca y tenía los ojos grisáceos. No se parece nada en mí— salvo por la edad y la figura "normal" que poseo, la cual no es ni muy musculosa, ni muy desnutrida. Es más como término medio—, por lo que Daniela no fue amable conmigo por parecerme al chico.
Mi subconsciente me dice que tal vez le estoy dando muchas vueltas a esto. Que tal vez Daniela simplemente me habla porque soy agradable, por más extraño que suene eso para mí. Sin embargo, otra parte de mí dice que algo no cuadra entre lo que estoy viendo y la noticia que leí. Pero por más que esfuerce mi mente, no llego a deducir nada al estar más concentrado en terminar rápido.
— Este era nuestro lugar secreto— habla una voz detrás de mí.
Un escalofrío transciende mi columna vertebral al oír aquello y todo el miedo se esparce por mi cuerpo hasta que colapsa, cayéndome totalmente a la laguna y bañándome por cuarta vez en el día. Y después de cometer tal estupidez, sólo escuché la leve risa de una voz femenina.
Esa risa yo la conocía. Me levanté y abrí mis ojos, e indudablemente era la castaña de los Sprause.
— Al parecer ya te enteraste de lo de Ethan— asegura ella con cierta tristeza en su rostro.
Yo sólo asentí.
— Aún no sabemos lo que le ocurrió en verdad, sólo puedo decir que cada día lo extraño más— susurra ella con melancolía.
— Yo... lo siento— fue lo único que pude decir.
Es que, ¿Qué puedo hacer en esta situación? No soy muy bueno consolando a las personas cuando alguien cercano muere. No lo sé, me hace sentir incómodo a pesar de que siento la necesidad de apoyarlos.
— No lo sientas— me dice ella tratando de sonar dura—. No me gusta que me tengan lástima.
Dicho eso, se va a la roca y se sienta junto a ésta.
Salgo de la laguna, trato de secarme sacudiéndome— aunque lo único que provoca es que me dé frio—, y voy a sentarme junto a Daniela a una distancia prudente para que no quede empapada por mí.
— Mi historia con Ethan comienza cuando él llega junto con su papá al pueblo. Nos conocimos en el instituto aunque yo trataba de evitarlo. Él era alguien muy amable y carismático, quería ser amigo de todos. Pero particularmente de mi familia por las cosas que se escuchan en los pasillos— la sombra de una sonrisa se posa en rostro—. Digamos que de alguna forma se ganó mi cariño, haciendo pequeños e inútiles detalles que finalmente lograron su objetivo. Él era amigo de Thomas, aunque de una manera parcial; simplemente quería conocer la actitud del chico, aunque sí se la pasaba mucho con él. Luego sucedió algo más entre nosotros: De tanto salir como amigos, un día Ethan me pidió ser su novia y yo acepté porque él me hacía feliz de una forma inexplicable— observaba como jugaba con sus manos mientras contaba la historia—. Todo iba bien, los pequeños detalles nunca desaparecían por parte de él; a veces me robaba un beso para distraerme, otras me daba una simple cosa que poseía un gran significado para ambos y en ocasiones simplemente nos acostábamos en este lugar a observar las estrellas— siento como aprieta los labios y mira hacia el cielo. Algunas estrellas se pueden ver desde aquí, otras sólo están cubiertas por las nubes—. Hasta que un día, todo cambio.
Sé que se refiere a su muerte, no lo quiere decir en voz alta y la entiendo. Me parece increíble lo fuerte que ha sido la chica para afrontar la muerte de sus seres queridos: De sus padres, de Susan y la de Ethan. También descubrí el por qué se alteró el día que le di el beso en la mejilla, le recordé a Ethan. Y, a pesar de que no fue mi intención, de alguna forma me siento culpable.
— A veces me pregunto qué diría de mí ahora— murmura ella—, de que ya no soy la radiante chica que solía ser.
— No digas eso— la interrumpí de golpe—. Tal vez no lo demuestres con cualquiera, pero sigues siendo esa radiante chica. A mí me lo demostraste. Así que, si Ethan te viera ahora mismo, seguro estaría orgulloso de ti, de cómo has avanzado y madurado sin él. No dudes que Ethan te seguirá amando esté donde esté.
Y ahí fue cuando Daniela me abrazó, muy fuerte para ser exacto. No protesté, porque eso era lo que ella necesitaba, que le demostraran o dijeran que estaba haciendo las cosas bien.
— Estoy mojado, ¿Sabes?— reaccioné.
— No me importa— dice aún entre mis brazos. Y así dura unos segundos más hasta que susurra en mi oído: — A veces tu actitud me recuerda a él— rompe el abrazo.
Ella se levantó de la nada y empezó a caminar por donde había aparecido.
— ¿A dónde vas?— pregunto confundido.
— Mi papá me está esperando para cenar— explicó volteándose hacia mí—. Sí no llego a tiempo, me destrozará— dijo sonriente.
— ¿Y qué hago con el collar?— le enseño el radiante collar que reposaba en mis manos.
— Devuélvelo a la laguna, allí es a donde pertenece. Hasta luego— se despide para después voltearse y caminar al bosque.
— ¡Oye, espérame!— le digo tirando el collar a la laguna y correr hacia donde ella se había ido.
Pero ya no había nadie.
O Daniela es muy buena deportista o sabe esconderse muy bien. Cual sea la respuesta, me sorprende la verdad.