POV ANASTASIA
Varios años después.
-Teddy, cariño, no les tires las orejas a bigotes que no le gusta- mi pequeño, me sonríe y deja de tirarle las orejas al pobre de bigotes. Es esta viejo pero activo. Llega corriendo a mi lado y me abraza.
-mami, te quiero mucho-
-yo también te quiero. Anda ve a buscar a tu tío Elliot que debe de estar con Ava- le digo. El mi vuelve a sonreír y va en busca de su tío que tanto quiere.
-es muy tierno- me dice Luzmira que está a mi lado.
-es dulce cuando quiere algo. Sabe que me derrito por él, pero no le doy todo lo que quiere. Él sabe que se lo tiene que ganar- digo sonriendo.
-sí, hasta que llega Cristian y se lo compra de inmediato- pongo los ojos en blanco. Ella tiene razón Cristian lo consiente demasiado.
-también eso. No se cuentas veces le he dicho a Cristian que no lo mal enseñe pero no me hace caso- le digo.
-pequeña, los hombres son niños en cuerpo de grandes. Solo hazlos feliz. ¿Cómo han estado las cosas en la oficina?-
-caóticas. Cristian tiene muchas reuniones y ha estado de un humor de perro. Yo puedo salir a las 5 pero el a veces se queda hasta las 7 y llega a la casa a encerrarse en el despacho hasta entrada la madrugada- le digo.
-pero por lo menos lo estas ayudando en todo lo que puedes. Me alegro que hayas vuelto a trabajar con él. Cristian te necesitaba y ninguna otra secretaria lo ha podido soportar como tú- me dice Luzmira.
-lo sé. Lo malo es que si seguimos así, pasare un año en la casa y el otra en el trabajo- ella me sonríe. Entiende mi mensaje.
-pero eso es lindo. La familia crece y estoy feliz de tenerlos conmigo- veo que sonríe.
-así es la familia, loca- se ríe.
-¿y dónde está el parcito?-
-durmiendo y de hecho es hora de despertarlos. Deben bajar y pasar un rato con la familia. ¿Le puede echar un ojo a Teddy?-
-claro pequeño. Solo ve y trae a mis otros nietos- me sonríe.
Entro a la casa y con cuidado subo las escaleras. Llego a la habitación donde están durmiendo el parcito, como lo llama Luzmira. Me acerco a la cama donde se encuentra Alexander, de cariño le decimos Alex. Me acerco y le acaricio la mejilla.
-mi amor, despierta. Hay que bajar- le digo. El poco a poco comienza a abrir los ojos y me sonríe.
-mami-
-si mi niño. Arriba. Hay que dejar de ser flojo y comenzar a moverse- el niega con la cabeza y abraza la almohada.
-no mami, tuto. Mucho tuto- sonrió.
-vamos pequeño dormilón, hay que despertar a tu hermano. ¿Te gustaría que lo despertemos juntos?- veo como sonríe y sus ojitos brillan.
-sí, mami- lo tomo de la mano y lo llevo a la cama de al lado. Dejo a Alex en la cama y como es tan travieso se lanza sobre su hermano, el cual despierta de forma brusca. El despierta asustado y sus ojitos se cristalizan.
-no mi amor, no llores. Alex, eso no se hace. No puedes despertar a Nando así- veo que baja su carita mientras yo trato de consolar a Nando, que es el diminutivo de Fernando.
-no más mami, no más susto Nando. Yo quero a Nando- por Dios, la ternura y la dulzura de mis hijos es única. Alex se acerca a su hermano y lo abraza. La imagen es tan linda que mi corazón salta de alegría.
-muy bien par de dos, al baño y a cambiarnos. Hay que hacer muchas cosas y seguir durmiendo no es una de esas- les digo. Ambos se miran.
-¡Mami!- gritan los dos con el ceño fruncido.
-nada de mami, al baño ahora- ambos refunfuñan pero van al baño. Dios los amo pero me vuelven loca.
Bueno han pasado casi 5 años desde el incendio. Todos, y cuando digo todos, nos hemos adaptado a esta nueva vida en Seattle.
Comenzando con mis adorados viejitos. Ellos están más activos que los jóvenes. La mansión está intacta, salvo los prados y los árboles. Ellos trajeron árboles frutales y diseñaron una huerta orgánica, además de plantaciones. De los animales que pudieron salvar de la hacienda, trajeron conejos, unas cuantas ovejas y cabras, además de unos cuantos pollos.
Ellos adaptaron su nueva casa a una versión más pequeña de la hacienda, pero sin perder su esencia, un lugar hogareño para cualquiera de la familia. Davo se vino con ellos, él no tenía familia y no quería quedarse solo, así que mis abuelitos lo aceptaron como uno más y hoy el cuidador de ellos. También deje en sus manos los recuerdo de mi padre, ellos se salvaron del incendio, pero les corresponde a ellos tenerlo. Viví toda mi vida con Ray y esto es lo único que tengo de él. Es por eso que decidí que tuvieran algo físico de él.
Luego sigue el hermano de Cristian, Elliot. Se casó un año después de eso en una hermosa ceremonia a la luz de las estrellas aquí en la casa. Fue una boda de sueño, y mi amiga estaba muy feliz. Al año, llego la pequeña Ava y en unos cuantos meses más llegara el pequeño Datan. Ellos han consolidado su amor y han comprado una mansión cerca de la nuestra.
Por otro lado, Mia encontró el amor con nada más ni nada menos que con Sawyer, mi guardaespaldas. Llevaron su romance en secreto por casi dos años, y no por culpa de ella, si no dé el. Un día Mia se sintió muy mal, incluso se desmayó, hablamos con Grace y la llevamos al doctor. Ahí fue cuando nos enteramos de su embarazo. Cuando los hermanos Grey se enteraron, pusieron el grito en el cielo pero al final los apoyaron, a ambos. Y ahora están viviendo en la casa de Grace y Carric. Grace no la quiso dejar ir y no se equivocó, el pequeño Damián es la vida de esa casa.
Mis suegros, ellos están viviendo la mejor etapa de sus vidas. Ellos están viviendo la etapa de abuelos chochos. Claro y teniendo en cuenta que tienen 7 nietos a los que adorar y cuidar, tomaron la decisión de jubilar. Hicieron todos los trámites y hoy por hoy, se van por meses a recorrer lugares y también pasan tiempo con sus nietos. Ellos están felices y eso es lo que cuenta.
Taylor y Gail también se casaron y el año pasado nació el fruto del gran amor que se tenían. Fue un embarazo de alto riesgo y después de casi tres meses que tuvo que estar en reposo, hoy tienen en sus brazos a la pequeña Sophie, una combinación perfecta de sus padres. Sus ojos color azul verdoso y su cabello rubio, la hacen parecer una princesa, la tierna y adorable princesa Sophie.
Y bueno nosotros, Cristian y yo hemos pasado por mucho pero aún seguimos aquí y juntos. Volví a trabajar a la empresa y volví a ser la secretaria de Cristian. No es que necesitara el dinero pero con el carácter que se gasta mi marido, no había secretaria que dudara más de 3 meses.
Así que, llegue un día y me plante con pie firme y hable. El, al principio se negó diciendo que Teddy era muy pequeño, pero respetando los horarios y la hora de lactancia todo salió como debía. Algunas veces sin que lo supiera llevaba a mi pequeño conmigo y esos días era otro gerente, más relajado y tranquilo.
Cuando Teddy cumplió dos años, me entere que estaba embarazada y lo más sorpréndete es que estaba esperando a gemelos, los cuales llamamos Fernando y Alexander. Ellos juntos son un remolino y lo que más me gusta es que son una copia de Cristian, salvo sus ojos que son azules con algunas tonalidades grises.
Pero aun sentía que me faltaba algo, así que el año pasado le roge a Cristian que tuviéramos otro hijo, o mejor dicho una hija. Quería ver a una pequeña corriendo por los prados de la mansión. No es que no me gusten mis hijos, pero tengo tres y digamos la verdad, si papa dice que no, los tres dirían que no. Necesito el voto de la discordia, así serian 4 contra 2 y 4 contra 1.
Al principio las cosas no pasaron como quería. No me embarace ni al primer mes, ni al segundo. En realidad, me embarace casi 8 meses de pedírselo. Esa fue una etapa difícil, ya que Cristian se sentía usado y pensaba que no lo amaba, que solo lo usaba como el procreador y nada más. Eso provoco muchas discusiones y peleas tontas, hasta que en una de esas tantas peleas me desmaye. Cristian se asustó mucho, ya que no reaccionaba con nada. Así que me llevaron al hospital y bingo, estaba embarazada.
Hoy cumplo 6 meses de embarazo y Dios escucho mis ruegos, ya que estamos esperando a una pequeña, nuestra pequeña Phoebe.
Hemos tomado como costumbre hacer almuerzos familiares en las distintas mansiones los fines de semanas. Nos vamos turnando y siempre estamos acompañados. Los almuerzos son de locos y como cada año, algún integrante se suma es peor.
Después de bañarlo y dejarlos listos dejo a mis pequeño en el jardín para que jueguen con su hermano y sus primos. Todos ya están el jardín y me alegra ver cuanta felicidad se siente en el aire.
La risa de los pequeños llena todo el ambiente y hace que la familia se una más. Veo que Cristian viene con algo en las manos y deja en la mesa unas cuantas botellas de vino y luego se acerca a mí.
-hola pequeña, ¿Cómo están?- me dice. Se acerca a mí y me besa. Luego se sienta a mi lado y me abraza.
-estamos bien. Solo un poco cansada, el par de dos y Teddy me tienen agotada- le sonrió.
-mis pequeños. Me encanta verlos feliz- me dice mientras los observa.
-te tardaste- le digo.
-si. Estaba buscando esto- me entrega una cajita. La abro y encuentro un collar con las iniciales de cada uno.
-es precioso. Muchas gracias- digo.
-te mereces esto y mucho más, mi hermosa e inteligente esposa- me sonríe.
-déjense de hacer cosas cochinas, vengan a comer y luego pueden seguir haciendo eso- grita Elliot.
El grito de todas las mujeres nos hace reír y Cristian que aún no tiene mucho filtro, grita.
-vete a la mierda, Elliot- lo miro sonriendo.
-¡Cristian Grey! controla tu vocabulario, hijo por favor- le grita Grace. El levanta las manos en señal de rendición y todos reímos.
-amo estos días en familia- digo.
-yo también. Y gracias por darme todo lo que hoy nos rodea- me dice.
-no hay nada de que agradecer. Lo que nos rodea lo hicimos entre los dos- le doy un beso.
-solo agradezco una cosa señora Grey-
-¿Cuál?-
-que el destino te traerá a mi vida- me dice.
-¿aun siendo una simple secretaria?- la miro intrigada.
-sabes pequeña, fuiste, eres y serás siempre mi secretaria. La única mujer que es capaz de soportarme tal cual como soy-
-eso es bueno saberlo. Te amo tanto Cristian- le digo mientras me levanto de la silla. El me sigue.
-yo te amo más, Ana. Mi Ana, mi esposa, mi secretaria y mi todo- sellamos esas palabras con un beso y nos dirigimos a la mesa donde ese encuentra toda la familia sentada. Una gran familia que siempre estará unida, por el resto de nuestras vidas.
CON ESTO SE ACABA LA HISTORIA...
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
LAS QUIERO MUCHOS...
BESOS...