Capitulo 7: Intento de suicidio

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POV CRISTIAN

Estamos en el avión. Como era de esperarse el viaje comenzó pasada la media noche. Hubo unos problemas con el clima, así que creo que desde el cielo están ayudando a Ana para que pudiera asistir si o si a la misa de su padre.

Lo que realmente me sorprendió fue que cuando llego al aeropuerto llevaba unas gafas oscuras escondiendo sus hermosos ojos azules. Por su lado, Taylor ha estado muy pendiente de ella, lo cual de alguna manera me molesta.

Está sentada en los asientos que quedan a un lado de mi puesto. Esta tan concentrada leyendo que no se da cuenta que la observo. No logro ver cuál es el nombre del libro pero la veo muy concentrada. Así que la dejo de mirar y me concentro en los papeles.

Un sonido de que algo se cae me saca de concentración con los contratos. Me doy cuenta que Ana se acaba de quedar dormida y el libro que tenía en sus manos se ha caído al suelo. Me fijo que Taylor también se ha dado cuenta y puedo ver en sus ojos un poco de preocupación por ella. ¿Qué fue lo que paso en la misa?

-Taylor- lo llamo. Él se acerca de forma inmediata.

-dígame señor-

-lleva a anastasia a la recamara. Ahí podrá estar cómoda- veo que se sorprende, asiente con la cabeza y se acerca a ella. Con cuidado desabrocha el cinturón de seguridad y la toma en sus brazos. Se ve tan pequeña en los brazos de Taylor. Desaparece de mi campo de visión y dos minutos después sale.

-Taylor- lo vuelvo a llamar

-¿Qué pasa, señor?-

-necesito hablar contigo de Anastasia. Toma asiento- le indico el asiento libre que está al frente de mí.

-lo escucho- dice después de sentarse.

-¿desde hace cuánto que conoces a mi secretaria?-

-desde que tenía tres años señor-

-ella entro a trabajar en esta empresa debido a tu insistencia. No solo trabajo sino hizo también su práctica- veo que asiente con la cabeza -¿Por qué?-

-ella es una mucha muy responsable y sencilla. También tiene carácter así que supuse que podía servir para reemplazar a Andrea. Eso todo- dice.

-también para vigilarla, ¿no es así?- él se sorprende pero entiende mi pregunta.

-para eso también. Ella está sola señor. Desde el fallecimiento de su padre, las únicas personas que quedamos en su vida, somos Gail, una amiga y yo. Nadie más-

-¿y su madre?- ¿Cómo es que puede estar sola? No lo entiendo.

-nadie lo sabe. Solo Ray. El arrendo un vientre para tenerla y cuando Ana nació nunca más se supo de ella. Nunca me dijo quién era. Ni siquiera en el acta de nacimiento sale el nombre de la mujer-

-¿Qué paso en la misa?-

-¿Por qué lo pregunta?-

-porque no la veo bien. No es normal que ocupe lentes oscuros. Es como si quisiera ocultar algo- veo que Taylor se pasa las manos por la cara y luego por el pelo.

-no estuvo muy bien. Paso algo que me dejo impactado. De hecho su amiga y Gail no sabían cómo reaccionar. Nos dejó sorprendidos- dice.

-¿Qué paso?-

-Ana casi atenta contra su vida. Ella llevaba una pistola. No tengo ni idea de cómo la consiguió pero al final de la ceremonia se acercó donde se encontraba una imagen de Cristo, estuvo susurrando cosas mientras lloraba a mares y luego vi como de su cartera saca el arma- supera pesadamente mientras apoya la cabeza en el respaldar del asiento.

-¿Qué? Eso no puede ser. Ella estaba bien- el me mira y fulmina con la mirada.

-señor ella lleva días mal. El hecho que su amiga se vaya a vivir con ella me asegura un poco que estará acompañada pero lleva un año solo. Por más que le he pedido que se mude conmigo o con Gail, no acepta. De hecho estoy comenzando a pesar que ella extraña más a su padre de lo que dice-

-¿crees que necesite ayuda psicológica?- le digo.

-no creo que sea eso señor. Yo creo que a esa niña le falta amor. Pero más que nada alguien que este con ella en la noches. Esas horas son las peores cuando estas solo, ya que lo único que haces es pensar y esos pensamientos pueden llevar a cualquier lado- eso es verdad.

-¿Qué hiciste con el arma?-

-la tengo bajo mi custodia- dice serio.

-¿Qué paso cuando diste cuenta de sus intenciones?-

-le quite el arma lo más rápido que pude. Cuando ella se dio cuenta que no tenía el arma, comenzó a llorar y callo de rodillas. La levante y la abrace. Después de un rato la deje junto a Gail y su amiga mientras conseguía algo para que tomara, para que se calmara. Al final tuve que suministrarle un sedante. Despertó 1 hora antes de la salida-

-creo que es mejor dejarla descansar- digo. Santo cielo. Todo lo que ha paso esa niña y más encima yo ayude a su decisión. De eso estoy seguro.

-señor, yo solo quiero que ella sea feliz. Ella tiene un corazón de oro. Cuando sale por ejemplo a caminar al parque y ve a un niño llorar le compra un helado o lo que sea para verlo sonreír. Cuando ve a un animal en mal estado, lo lleva a su departamento hasta que se mejora y luego le busca hogar. Dios sabe cuántos animales ya han encontrado hogar gracias a ella-

-¿Por qué me estás diciendo eso?-

-para que no se siga comportando con ella como la peor persona del mundo. Yo sé que usted tiene un carácter fuerte pero ella no hace mal su trabajo, de hecho pienso que lo hace mejor que Andrea. El problema radica que si usted sigue siendo descortés con ella va a tomar la decisión de irse y ni usted ni yo lo podremos evitar-

-ya entendí. Mi madre me dijo lo mismo. Así que no te preocupes. Además esta semana que ha sido tan fría conmigo no me ha gustado. Es como si fuera otra persona- suspiro.

-ojala y lo haga, señor. Esa niña ya ha sufrido mucho. Es hora ser feliz aunque sea de a poco- dicho eso Taylor se para y toma asiento en el último puesto del avión.

Con cuidado me acerco a la habitación del avión. La abro y entro. Veo que ella tiene su dedo pulgar en boca. ¿Eso no lo hacen los bebés? Veo que tiene la mano como buscando algo para abrazar y me acuerdo que en el armario hay un peluche de Mia. Tiene no se cuentos años pero es grande. Lo saco sin hacer ruido y lo coloco en su brazo. A los segundos lo abraza y la escucho murmurar la palabra <<papá>>.

La observo e intento imaginar mi vida sin mis padres y no puedo. Ellos son un pilar importante en mi vida y si ellos yo no sería nada. Es lo mismo que está pasando con Ana pero la diferencia que ella lo está viviendo y yo solo lo estoy pensando. Observo su cara, sus largas pestañas cubren un poco las ojeras que hay en sus ojos por tanto llorar. Suspiro. Pobre de ella. Es mejor cambiar antes de que haga algo más y cumpla su cometido. Solo de pensar el hecho de que no esté me da escalofríos. ¿Por qué esta niña me inquieta tanto? ¿Por qué me confundo tanto cuando pienso en ella? ¿Por qué?

OTRO CAPITULO MAS... 

CHICAS DE VERDAD ESTOY HACIENDO TODO LO POSIBLE PARA PUBLICAR LO ANTES POSIBLE PERO A VECES MI IMAGINACIÓN NO AYUDA... 

¿ALGUIEN SE HA SENTIDO ASÍ COMO ANA, NO LLEGANDO A TOMAR LA DECISIÓN DE ELLA?...

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LOS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO...

Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora