Capitulo 2: Percance

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POV ANASTASIA

Un día más de trabajo, un día más de paciencia infinita. Hoy hay una recepción en el hotel OleoRich, uno de los hoteles más importantes de la región. Los dueños son grandes empresarios y son dueños del 8% del todo el petróleo que se exporta a nivel nacional como internacional.

Esta recepción incluye a lo mejor de la cuidad y se entregara el premio al empresario más brillante de Seattle. No tengo ni que decir que lo más seguro es que don ogro es el ganador. Así que aquí estoy, organizando todo para que le llegue puntual, bonito y sexy mientras me como las uñas logrando que todo calce. Llamo a Taylor ya que necesito los horarios de salida y así cuadrar con la llega al hotel.

Llamada telefónica

-Taylor- responde de forma brusca.

-buenos días Taylor habla Ana, la secretaria de tu jefe- le digo

-oh... lo siento por contestar así. ¿Cómo están las cosas? - me pregunta

-como siempre. Locas. Te llamaba para saber si vas acompañar al señor Grey a la ceremonia o ira alguien más- le digo

-iré yo. La hora de salida de GEH, es a las 19:00 y la llegada estimada es a las 19:20. El único problema es que no se si el gruñón, ira con alguien- rio.

-como que se te están pegando mis sobre nombres. Tengo confirmada a toda la familia Grey, y ellos van. El me pidió comunicarle con una de sus amigas y la verdad ninguna ha aceptado. Están ocupadas y no pueden. Me dijeron que le dijera que le tenían que avisar con dos días de anticipación- escucho como se ríe abiertamente.

-el carbón esta quemado. Y la más quemada eres tu cuando le des la noticia-

-no seas malo. Y si tienen razón. Quedare hecha cenizas-

- ¿algo más? - me pregunta

-la misa en honor a mi padre es el sábado y quería saber si...- no me deja terminar ya que me interrumpe.

-ahí estaré. Sabes que cuentas conmigo en todo. Y por el cabrón no te preocupes que si se pone tonto contigo se las verá conmigo- dice

-gracias Taylor y nos vemos después-

-hasta luego- corta la llamada.

Taylor y Ray fueron compañeros en la marina. Mi padre apenas estuvo un año, pero se hicieron muy amigos. Desde ese día no se separaron. Incluso en los peores momentos estuvo con él. Mi padre le pidió que me cuidara, que ahora estaba solita en la vida terrenal pero que desde el cielo me cuidaría.

Vuelvo a mis labores. Sigo llamando a las distintas mujeres que tengo en una libreta roja, esa solo está en mis manos y los únicos con acceso a esta, es Taylor, el jefe y yo. Hay desde rubias hasta pelos de colores. Son hermosas, parecen modelos de pasarela.

El único problema es que son arrogantes y cuando don gruñón las desecha soy quien tiene que poner la cara, aguantar la cantidad de palabras ofensivas y malos tratos, luego tengo que llamar a la florería y mandar arreglos con rosas blancas y una tarjeta donde se le pide disculpas.

Por mí, debería decir lo groseras que son y mandarlas a la punta del mundo, no con palabras bonitas, sino las mismas que me dicen a mí por teléfono.

-Anastasia, a mi oficina- suspiro me va a tocar darle la noticia que no tiene acompañante. Debería decirle a Taylor mi petición cuando muere, o sino nadie va a saber cómo quiero ser sepultada. Salgo de mi escritorio, con mi libreta en mano, pero el sonido de ascensor me frena. Aparece la encargada de la cafetería, con el desayuno del ogro, si desayuno, recién llego de una reunión y no quiso comer nada, ya que, según él, la comida tenia mal olor.

-buenos días Ana. Aquí está el desayuno que pediste- me dice.

-muchas gracias Lucy. Ahora mismo se lo llevare-

- ¿necesitas algo? - me pregunta

-nada, gracias por el interés- ella asiente con la cabeza y se va de nuevo al ascensor. Dejo la libreta en el carrito y abro la puerta del despacho y entro.

-señor su comida- le digo. Comienzo a ordenar sus documentos para dejarle espacio en el escritorio para poner los platos. Dejo las tostadas, la palta, el queso y las galletas en la mesa. Luego voy por vaso del jugo de naranja. Busco la servilleta y dejo el servicio. Pero cuando voy a dejar la taza con el café caliente, se cruza haciendo que la taza se de vuelta y caiga en mi vientre corriendo por mis piernas. Chillo cuando el líquido hirviendo hace contacto con mi piel. Lo fulmino con la mirada.

-lo siento. No me di cuenta... ¿Qué sientes? - me dice

-que está caliente, muy caliente- digo por Dios me queme, que quiere que diga.

-voy a llamar a Taylor para que te traiga algo de ropa no te puede quedar con eso manchado. ¿Qué sientes ahora? -

-algo tibio- le digo. El agua se está enfriando.

-Taylor te necesito en mi oficina, ahora- corta la llamada, ningún por favor, este hombre no tiene modales- ¿y ahora que sientes? -

-frio. Ya el agua se enfrió, pero aún me duele un poco- digo, ya que cuando camino, el rose de la tela hace que mi piel duela.

-lo siento. ¿Cómo van las cosas para esta noche? -

-bien. Su familia confirmo su asistencia. El único problema es que no he podido conseguir compañía para usted, señor- digo

- ¿Qué? -

-ninguna de las señoritas está disponible y todas han dicho que por favor le avise con dos días de anticipación para arreglar sus horarios- digo

- ¿Qué mierda me estás diciendo? Es que acaso no les basta con los regalos que le mando, si no que más encima ¿se hacen de rogar? - dice furioso.

- ¿Qué quiere que haga señor? -

-elimina a todas las mujeres que te han dicho que no. No me interesa tenerlas si no me ayudan cuando quiero. Mándales un arreglo de rosas negras donde diga.... Se terminó para siempre... Cristian Grey... no des más explicaciones. Arreglos de 3 rosas nada más. ¿entendido? -

-si señor- se oye un golpe en la puerta y entra Taylor.

-señor, ¿para que soy bueno? -

-necesito que busques algo de ropa para Anastasia, le di vuelta el café sin darme cuenta-

-está bien señor, enseguida vuelvo-

-Anastasia necesito que arregles todo para el viaje a Turquía de la próxima semana, vendrás conmigo, ya que Ross ira a Japón por lo del astillero. Mañana te daré más información- dice toma en vaso de jugo y bebe.

- entiendo, ¿algo más señor? -

-sí, ya que no tengo acompañante y no puedo ir solo, iras conmigo. Será mi acompañante en la cena de esta noche-

- ¿Qué? - no puede estar hablando en serio.

-no acepto un no por respuesta-

-como usted diga. Si me permite me retiro- el asiente y salgo del despacho. ¿Qué le pasa? Oh por Dios, no tengo nada que ponerme, nunca en mi vida he ido a ese tipo de reuniones. Pero... sé quién me puede ayudar. Busco mi teléfono y marco. A los tres tonos responde.

-Kate necesito tu ayuda. Es de vida o muerte- ella es la única que me puede ayudar.


ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

SEGUNDO CAPITULO... 

EL SIGUIENTE SERA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE CRISTIAN... 

NO SABEN LO QUE SE VIENE... 

LAS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO






Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora