Es mi secretaria: Cristian y Anastasia

Capitulo 50: Decidido

POV CRISTIAN

Una vez que llegamos a España, recibo una llamada de mi madre. Está preocupada porque Elliot le conto que Ana se había desmayado. Claro, el idiota de mi hermano se le olvido decirle que se desmayó porque el hermano del padre de Ana, es igual al difunto.

Estuvimos hablando unos cuantos minutos más, mientras Taylor conducía rumbo a la hacienda. Para ser un día de otoño, hay un sol que caliente un poco, así que frio no hace mucho. Este lugar es divino y muy tranquilo. Mi madre me recomendó quedarme con Ana. Que hablara a la noche con mi padre que tiene una sorpresa que darme.

Quiero ver a Ana y estrecharla en mis brazos y darle mi apoyo. Creo que puedo entender las palabras de don Jorge. Muchas veces las acciones pesan más que las palabras. Y si Ana necesitaba compañía anoche, debería haberla acompañado y no dejarla de lado y preocuparme de mi empresa.

También he pensado que no quiero que Teddy nazca sin estar con una familia antes Dios y el gobierno. Yo quiero que nazca en un matrimonio consolidado pero no sé si Ana quiera. De hecho, nunca se lo que puede estar pasando por su cabeza pero creo que la estoy empezando a conocer más y lo que estoy descubriendo me encanta.

Taylor me indica que llegamos a la hacienda y bajo. Entro en la casona con la llave que Luzmira me entrego. Me sorprendo cuando encuentro a don Jorge, Luzmira y otro hombre sentados hablando muy animadamente.

-buenas tardes- digo por cortesía, ya que la dueña de mis pensamientos no la veo en ningún lado.

-buenas tardes Cristian- dice Luzmira.

-buenas muchacho. Te presento a Eduardo, mi sobrino. El hijo de Luzmira y tío de Ana- el hombre que está delante de mi tiene un parecido increíble con el padre de Ana. Es alto, estilo militar y de alguna manera da esa sensación de estar alerta.

-mucho gusto en conocerlo- le doy la mano y el la acepta. Cuando me da el apretón, aprieta fuerte y hago una mueca.

-mucho gusto- dice de forma tosca. ¿Qué le pasa conmigo?

-Luzmira, ¿has visto a Ana?-

-está en la granja. Parece un zombi. Según lo que me dijo Kate, no durmió nada. Así que dijo que iba a dar una vuelta-

-¿sola?-

-no. El guarura que le dejaste ha estado con el ella a sol y sombra. Además Davo está a cargo de ese lugar y le dije que le echara un ojo. Cuando la veas te darás cuenta de su mal estado. Tiene unas ojeras que les llegan a las rodillas. Anda no te quito más tiempo y búscala- yo asiento con la cabeza.

-con su permiso- y salgo. No sin antes darme cuenta que el tal Eduardo me fulmina con la mirada.

Salgo de la casona y camino rumbo a la granja. Es un lugar muy tranquilo, los animales por lo general están calmados y muchas veces llega a dar sueño. Sé que ella no se metería en la parte donde están los caballos y las vacas pero puede ser que este con los conejos o las ovejas.

Busco por todos los rincones y no la encuentro. Maldición. Este lugar están grande que uno se pierde sin darse cuenta. Sigo caminando y me percato que Sawyer está sentado mirando a un grupo de ovejas que están echadas debajo de un árbol. Junto a ellas esta bigotes, sentado, vigilando. Lo mismo que bandido.

-buenas tardes señor- dice Sawyer.

-buenas. ¿Dónde está Ana?-

-en ese montón de ovejas. Llevaba un libro pero hace un rato se quedó dormida. Las ovejas se acercaron y se acostaron con ella. Debe de estar calentita- dice sonriendo.