La luz de las guirnaldas
Seguía intacta en tu retina
A pesar de haber vivido
Nuestra última fiesta agostina
Me desperté con la ausencia
Y supe que hoy era el día
Que el calendario nos corte
A mitad las alegrías
Y, así me despierte
en un mundo clandestino
Donde amar sea enamorarme
de tus hombros a tu ombligo
Para que ahora en adelante
Sea todo tan repentino
Y ningún dulce villancico
Sea de nuestros preferidos
Te dejo la libertad
De jugar con mis memorias;
Con el calor y las cenizas
De fechas que ya no importan
Porque no importan los días
Si mi corazón se atonta
Porque amarte no es por tiempos
Sino por la trayectoria
Siempre lloraré
Y no dejaré de hacerlo
Ningún mes me hará sentir
De la forma que te quiero
Por eso lo que me mate
Sea la voz de tu silencio
No un sol que siga brillando
Incluso si no lo vemos
Nada marcará de la forma que vivimos
Sea una lucha o sea una fiesta
Seguiremos siempre unidos
No me aterra la incongruencia
Que nos lleve a tal destino
Si el amor que te procese
Viva en todos tus latidos.