Declaro que fui oruga torpe, comiendo hojas secas
hasta que un día encontré una hoja verde
en una planta de dulce placer.
Con ella empecé a tejer mi capullo dorado
esperando con tiempo y prudencia,
fue vital la paciencia hasta que logré salir
convirtiéndome en una mariposa alas de cristal.
Empezando a volar y aletear, aún así...
siempre habían corrientes tentando llevarme
como ansiaba llegar, a mi planta dulce,
a mi jardín de flores, a mi preciado hogar.
Al conocerlo, no lo quise dejar, porque ahí estaba él...
El maravilloso jardinero cuidador de flores
con solo saber que con mi aleteo transparente
le alegraba la vista y la vida de mi jardinero.
Era muy feliz, no existía otra cosa más que eso
y sin embargo...
¿Se puede ser feliz solo en un oasis?
Sabiendo que lo que nos rodean son desiertos,
donde hay alacranes, lagartijas.
Esto representa mi vida, a medias
donde puedo vivir espléndidamente
en mi oasis con mi jardinero
siendo todo diferente si salgo afuera.
Ahora es cuando me doy cuenta...
Que así muera este mi cuerpo físico
las palabras con sentimiento veraz,
que me dedicó mi jardinero,
quedarán en la inmortalidad de sus versos.
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Entre versos y otros tesoros: antología
PoetryApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.