¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando conocimos
Los libros malditos
Nunca debimos haber tratado de imitarlos...
La historia de Stue
Resultó ser más perturbadora
De lo que todos nos esperamos.
Lo peor era esa advertencia—
Que nos pareció amenaza—:
¡¡¡Nunca intenten repetir
Lo que yo he hecho!!!
Aquel hombre,
Al conocer la existencia
De estos libros,
Decidió jugar con ellos
Y escribió estos versos:
"(...) la muerte caerá
Sobre quien lea,
Da igual el escritor:
Lo importante
Son los símbolos.
De esta manera
Terminó por caer en la locura...
Se atrevió a maldecir al mundo
Sin saber las consecuencias:
"Aquel que ose crear una maldición
Acabará maldito igual"
Recuerdo cuando Carl
Llegó con aquella cosa en sus manos.
Él contaba que debió desviarse
En su camino
Y acabó perdido
En un barrio marginal.
Estaba misteriosamente desolado
Excepto por un vendedor de libros.
Poseía originales de Mío Cid,
El Quijote y cierto libro:
"Grimorio de los Muertos"
Este libro fue escrito por Stue
Y contenía las mismas amenazas.
Decidimos obviarlo
Pero el libro parecía llamarme:
El mal siempre encuentra
Cómo llegar a los corazones.
Acabé escribiendo estos versos
Y vi morir a todos a mi al rededor,
¡todos murieron tras leer!
Te expecto diem mortis tuae
ESTÁS LEYENDO
Entre versos y otros tesoros: antología
PoetryApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.
