Sin café, por favor

45 11 8
                                    

No se trata de abarcar tu presencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No se trata de abarcar tu presencia

me llenan tus manos cuando preparan ese café,

cada taza me regresa la vida, 

cada vaho de dulzura me produce emoción.

No buscaba buscarte cada tarde,

no bebía el beber de tus palabras,

pero me hallé allí, a tu lado. 

¿Por qué las palabras se usan sin medida?

Yo puedo decir cuánto he esperado por ti,

otras personas esperan de mí,

mas tu voz, tu presencia, tu sonrisa...

siento que viajo a otra galaxia.

Pero las personas no saben de poesía o de epístolas,

conocen de ira y soberbia,

le dan mal uso a la elocuencia armónica.

No calles aunque tu voz sea opacada, 

lo dijiste una vez "seré libre",

oh, maravillosas palabras de tus labios húmedos,

oh, corazón que late con fuerza al escucharte.

Optaste por ir un paso adelante de la humanidad,

yo opté por disfrutar verte crecer,

avancé contigo.

Creímos que las malas miradas nos afectarían,

pero es muy fácil obviarlas cuando estoy contigo.

Contigo soy un súper héroe, 

los juicios no me penetran,

solo tengo oidos para ti.

El primer incómodo sorbo de café,

fue un primer presentimiento perfecto.

"Sin cafe, por favor", dije con nervios,

tu risa se volvió mi música favorita

junto a esa taza humeante que sí quería,

fueron los nervios o tu pintoresco atuendo,

Quién sabe, es un dilema.

No se volvió costumbre,

no se volvió rutinario,

se volvió hermoso y esperado.

Quería acompañarte a la hora del café,

tú creaste las excusas para encontrarme,

no nos cansamos de nosotros.

Los sándwich que preparé mil veces para ti, 

no buscaba opinión, solo una conversación más.

Admiro tus costumbres:

medias de diferentes telas coloradas,

la pluma que tu oreja decoraba,

dos cucharaditas de azúcar para su dulzor

y las tres galletas antes de vertir el café.

Me llenaste de curiosidad,

regresaste en mí ese deseo de amar,

logré amar,

logré amarte, Deret, logré amarte.

Cada tarde aromatizada a café,

tu ritual preciso para prepararlo

y un intercambio de oraciones,

horas y horas, solo nosotros.

Déjame amarte más,

déjame mirarte para observar mi cielo azul,

déjame ser parte de tu recuerdo.

Déjame, déjame, déjame...

Déjame ser todo para ti.

Gen_Alta

Entre versos y otros tesoros: antologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora