El Mismo Aire

30 7 3
                                    

Recuerdos, recuerdos de aquellos días sombreados, que a tú lado, se sentían brillantes, claros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Recuerdos, recuerdos de aquellos días sombreados, que a tú lado, se sentían brillantes, claros. Simplemente se sentían cálidos. Reforzados por tus reconfortantes abrazos, tus caricias y halagos, como tuya me podías reconocer. Creabas paisajes sobre mí cuerpo con el suave terciopelo de tus manos.

Eras la luz que logra arrancarme del vacío de la oscuridad, tornabas mis lágrimas, en sonrisas y largas sesiones de risas. Dueño de mi pálpito desenfrenado y respiraciones agitadas.

No logro olvidar esas palabras improvisadas que a mi oído susurrabas,

Creía que seríamos eternos que nunca lo que teníamos llegaría a su final. Quizás todo fue en vano.

Los roles se voltearon y pronto eras tú quien se notaba apagado, sólo buscaba rescatarte, volver verte portando esa hermosa sonrisa. Tu ausencia se volvió constante. Intente de todas las maneras desaparecer el frío que surcaba tus facciones, no mentiré extrañaba que fueras tierno, necesitaba de tus atenciones.

Nunca creí cuando decías no te preocupes se me pasará; nada tenía sentido. No eras tú. No al que pensaba conocer, sabías que con nadie actuaba como contigo. Anhelaba tus labios, comenzaba a notarlo peligroso desconocía de esa sensación.

Pensé que tú también tenías apetito de mí, de repetir nuestros momentos de amantes y cómplices.

¿Amor? Por mucho tiempo parecías ser tú, cambiaste, ya no tenías vida. Quise transmitirte la misma fuerza que me dabas con tan solo unas cuantas miradas.

Podía pero no quería seguir no sin ti, esperaba que tú también quisieras quedarte. Mis sueños seguían llevándome hacia ti. No era normal que no pudiera dormir solo por ti.

Durante las noches solíamos desatar batallas por tomar el mando de nuestras caricias atrevidas y juegos apasionados. Por las mañanas la distancia era cada vez más notable.

Al caer la tarde parecíamos tan cercanos, éramos tan personales, el uno del otro.

¿Qué nos pasó? Tus labios antes dulces y tentadores, después solo me daban un mal sabor.

¿Sentiste lo mismo algunas vez? Para mí fue mucho más que solo instantes de disfrute y placer. Preferí decirte, mejor estar sola que contigo, aunque no podría sentirte más. Para ti sólo fue algo pasajero y para mí significaste mucho, ahora no eres más que un recuerdo. Me hacías cosquillas con lo que llamábamos nuestra pluma de amor, resultó que era una etapa más de tú plan.

Podría enumerar cada uno de los momentos que contigo fueron inciertos. Un sueño desierto lleno de mentiras. Besos, caricias y roces, cuando todo acabó cada uno dolió aunque se siente como fuera hoy, como si tus repetitivos te amo falsos pudieran lacerar dentro de mi pecho mi rebelde corazón. A pesar de ahora no ser nada más que solo indiferencia para ti, deberías ser consciente de que ambos seguimos respirando el mismo aire. 

Entre versos y otros tesoros: antologíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora