¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un poema escribió.
En el espejo lo señaló.
Un demonio apareció.
Y sus labios sello.
Una maldición se desató, y el caos lo condenó.
Pobre poeta, que sus versos a muchos desgarró.
Con las manos ensangrentadas el poema escribió;
Tú corazón se acelera, al sentir que te observan.
No te dejes engañar.
Pues, soy aquel hombre que escribía versos inspirados a lo anormal, y lo que ahora es tan real.
¡Yo busco el vacío y la oscuridad!
Las tinieblas son ellas también lienzos, que pronto se cubrirán de tu sangre derramada, que ahora será mi paz.
Ellos te observan mientras respondes a mi llamado...
Cada vez que se apagan las luces los oigo gritar.
Sus llantos son tan vacíos como las sombras, perdidos en los cantos de los helados campanarios que hacen centellar las luces de un pueblo extraño.
Cuidado con lo que lees, tu perdición puedes ver.
Un poema escribió.
En el espejo lo señaló.
Un demonio apareció.
Y sus labios sello.
Una maldición se desató, y el caos lo condenó.
He oído el suspiro de las sombras en una destripada casa de columnas, y he llorado las golondrinas difuntas.
Su silencio en llanto, vaga adónde ascienden espectros que responden a mi llamado.
De ellos jamás escaparas...
Me han cosido los labios, me han cortado ambas manos, para jamás revelarle la verdad.
Escuchad... porque ahora que has acabado de leer este escrito estarás maldito por toda la eternidad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ESTÁS LEYENDO
Entre versos y otros tesoros: antología
PoetryApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.
