Estela.
Que tonto empezar esta carta sin "querido Santa", pero... Estela. Necesito a mi amiga Estela. Estoy viajando constantemente a un infinito cielo, donde siento que no tengo muchos deseos. En ese cielo solo existe alguien llamada Estela.
Mi agujero interno, ¡oh Dios mío! ese espacio de amnesia y lágrimas. ¡Oh me siento tan herida! Por favor ten piedad de estos deseos y dime que traerás a mi amiga Estela.
Han pasado navidades sin ella, sin reflejarme en su mirada, sin sentir su ingenuidad, sin mirar sus travesuras. Y a veces una fotografía me recuerda que estoy viviendo sin mi Estela.
Querido Santa, recuérdame que las navidades son una fantástica magia rebosante de sonrisas y miradas al cielo, donde te escondes de mí y donde te puedo encontrar. Recuérdame el hechizo para traer a Estela.
O llévame al pasado, transpórtame a ese día, déjame salvarla, rómpeme si quieres a mi, envenéname y que sienta mi cuerpo retorcerse, mi corazón parar, pero no a ella.
Solo te pido Santa ver a Estela, mi amiga, mi compañera, mi hija, mi hermana, mi querida Estela.
ESTÁS LEYENDO
Entre versos y otros tesoros: antología
PoetryApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.