Parte 166

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Los aventureros, nunca fueron una amenaza. Fue por ello que ver  a la gran sacerdotisa Lakyus, abrazar y comportarse de forma amigable con el monje, no parecía nada extraño o grave.

Era incluso relajante saber que ese poderoso monje, capaz de destruir la piedra con fuego, y quien quizás fuera el responsable de las llamaradas que salían por las puertas, fuera aliado o quizás pareja de una noble del Reino.

Pero quienes aún podían ser enemigos. Quienes pese a estar recibiendo ovaciones de la gente del reino, no parecían contento, o complacidos, eran lo verdaderamente preocupante.

Algunos no olvidaban que ese hombre, ese hechicero de túnica negra, hizo el gesto de intentar atacar el campamento, cuando el aventurero de armadura completa lo detuvo. No olvidaban que ese hombre aniquilo a un ejército con un hechizo, y la campeona que hoy no se encontraba presente, había derrotado al capitán Gazeff.

El asesino del desierto, y el hechicero negro caminaban por el campamento, sin que nadie les dijese nada, sin que nadie pudiera detenerlo pese a que su objetivo claramente era el segundo príncipe del reino.

Zanac respiro profundamente al verlos acercarse. Ningún soldado, ni siquiera los guerreros de Gazeff se dignaron en interponerse en el camino de esos dos conquistadores.

El príncipe no los culpaba. Si esos sujetos salieron vivos de esa batalla dentro de la ciudad... eran algo que estaba mucho más allá de los humanos.

Pero hubo alguien... hubo alguien lo suficientemente temerario o idiota para ponerse enfrente del príncipe, y detener la marcha de los conquistadores.

-Va contra la etiqueta acercarse a un miembro de la realeza sin antes ser anunciados. Ainz-dono, Ooal-dono-

Katrisa detuvo el avanzar implacable de los conquistadores. Un simple campesino, que no valía nada más que por su brillante mente, detuvo los pasos de los hombres que caminaban ya en el territorio de los dioses.

-¿Realeza?- pregunto Ainz.

El tono del hechicero negro, era de auténtica sorpresa.

-Así es. El que esta frente a ustedes es el segundo príncipe de Re-Estize, Zanac...-

-El que esta frente a nosotros es un idiota que causo el nacimiento de un monstruo- dijo fríamente Ooal (TouchMe) el asesino del desierto.

"Lo saben..." pensó resignado el príncipe.

-Habíamos pensado que era un general imbécil. Un desgraciado animal que dedico su vida a llenar su boca de comida con el trabajo de otros. Pero resulto ser el hijo de ese rey idiota-

Zanac se mordió el labio al ver que el buen nombre de su padre habia sido manchado por su error.

-Bien, de igual forma ya estábamos en guerra con el reino- dijo Ainz y apunto su dedo hacia el príncipe.

Al instante, los soldados desenvainaron sus espadas. Temblaban, estaban al borde de las lágrimas, pero fieles a su deber, y a su rey, morirían por defender a la familia real.

Al ver a los soldados desenfundar sus armas, Ainz bajo el dedo. El conquistador se detuvo antes de atacar pero...

"[Aura de desesperación: Miedo]" Ainz activo una magia silente.

Un aura obsidiana cubrió al hechicero oscuro. El corazón se alteró, los pensamientos eran confusos y todo lo que quedo en las almas de los soldados, era el deseo de correr tan lejos como las piernas les permitieran

Todos, incluso los fieles caballeros bajaron sus espadas y se arrodillaron ante el conquistador.

Zanac, quien estaba tentado a imitar la misma acción, aplaudió a Katrias por resistirse al miedo provocado por ese hombre. Su mente era su fortaleza... ¿Pero cuánto resistirá si el conquistador de Carne atacara de nuevo con esa aura opresiva?

Overlord: Trinidad Caps 1-170Where stories live. Discover now