Parte 48

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Ocho de la noche, en la capital de Re-Estize:

Los guardias apostados en la entrada de la comisaria de Re-Estize, sintieron como un frio les recorría el cuerpo. Sus corazones se agitaron al ver a aquel gigante envuelto en una armadura negra caminar hacia ellos mientras arrastraba a un hombre pelirrojo que se encontraba encadenado.

Era un requisito esencial para los guardias el tener una buena memoria, ya que eran obligados a memorizar cada afiche de se busca que llegaba a la ciudad. Por ello era que los guardias podían reconocer al hombre pelirrojo que caminaba encadenado. Ese hombre que parecía triste y derrotado era un hábil espadachín y miembro de los seis brazos. Era Malmvist de las mil muertes, un asesino con largo historial y por el cual se daba una enorme recompensa que muchos creían jamás seria cobrada, pues además de pertenecer a una organización con gran influencia y poder, Malmvist tenía fama de matar de forma despiadada a los caza recompensas que iban tras él.

No era raro entonces que los guardias sospechasen que se tratase de un impostor y un pobre novato intentando ganar fama con trucos sucios, después de todo los guardias notaron una pequeña placa de cobre colgando del cuello del aventurero, pero por otro lado... no podían sentirse mas intimidados por ese gigante.

"Es fuerte" intuyeron de inmediato los guardias que se habían perdido en el negro azabache de su armadura, tan sorprendidos que no notaron cuando el aventurero llego frente a ellos.

-Nos informaron que debíamos entregar a los criminales en este lugar- dijo Momon.

La voz poderosa que venía desde el interior del casco era atemorizante y tranquilizadora. Los guardias por un lado se sentían intimidados frente al poder que emanaba de esa voz, pero por el otro se sentían protegidos por el tono respetuoso y ligeramente amable con el que este guerrero oscuro hablaba.

-¡Así es, está usted frente al recinto de justicia! ¡Cualquier problema que desee reportar será atendido por los hombres de su majestad!- Dijo el guardia.

El guerrero oscuro respondió con un "bien" y sin pedir permiso entro a la comisaria, y fue entonces cuando los guardias notaron a las 5 personas que seguían al guerrero. Dos de ellos podían definirse como "Veteranos", eran un hechicero un monje que emitían un aura de sabiduría y poder, pero más impresionante aun eran las tres mujeres que los seguían. Tres bellezas de clase mundial que harían palidecer a la famosa princesa dorada, que cargaban con ellas armaduras y algunas armas caminaban tras los tres guerreros veteranos.


Los dos guardias sintieron envidia mientras miraban la espalda de esas personas. Si bien parte de ese sentimiento nació por la frustración de no poder acercarse nunca a semejantes bellezas, la principal razón era el aura de confianza que rodeaba a al guerrero oscuro, al hechicero y el monej, pues era algo que solo los poderosos podían poseer, algo único de los elegidos...

Los dos guardias se quedaron silenciosamente mirando a la calle repleta de gente mientras en sus mentes se preguntaban cuantos de los que ahí caminaban podrían llegar al nivel que eseo hombres tenían.

Al principio los guardias creyeron que exageraban, después de todo por las placas en sus cuellos todo ese equipo era de aventureros de cobre, pero la calidad de sus equipos no respondía a ese estatus, por no decir que un equipo de cobre no podría jamás detener a un aclamado guerrero como Malmvist.

Los guardias sintieron frustración y envidia por la fuerza que reflejaba ese extraño grupo, pero a al vez agradecieron que hombres así llegaran en una situación tan crítica.

Sería bueno que fuesen tan fuertes como se veían, sobre todo ahora que el capitán Gazef no estaba, el reino necesitaba héroes.

Al día siguiente comenzó a correrse un extraño rumor. Se decía que un grupo de 6 personas habían capturado al famoso guerrero Malmvist.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora