Parte 153

1K 142 6
                                    


El ser responsables, dela aniquilación de una ciudad repleta de inocentes, no causaba ningún conflicto en la mente de aquellos dos monstruos.

Las mujeres capturadas por los 8 dedos, que para su amigo eran una constante razón de preocupación, no representaban nada para ellos. Aquella víctimas; para los monstruos solo significaban agradables caminatas nocturnas por el reino.

El hambre, la muerte y el constante peligro con el que vivía la gente de este mundo no les eran importantes.

Cuando vio a Enri ser golpeada de aquella brutal forma, Momonga solo pudo sentir la emoción por la victoria de un enemigo más débil sobre una amenaza superior. No hubo pena porque la niña que le servía tan fielmente, perdiera a lo que ya eran sus amigos.

El extorsionar a una anciana, y atarla usando como cadena la vida de su nieto, parecía ser incluso divertido dentro de la mente del demonio.

Haber lanzado un hechizo que extermino cientos de vidas y marco un destino de tragedia para el reino, no causo más que emoción en el no-muerto al ver de lo que era capaz.

Pero...

Momonga se encontraba preocupada por Albedo, quien se estaba prisionera en una celda helada. Se preguntaba si comía bien y si sus protecciones elementales le defendían de aquel inclemente frio.

Ulbert sintió su corazón mover al contemplar el demacrado estado de Rena, y pena al escuchar su llanto.

Y hoy ambos, sintieron empatía por un sufrimiento que entendían...

Aun cuando la supresión de emociones los ataco apenas un segundo después, quedo en ellos algo parecido a la lastima.

Eran un no-muerto y un demonio; dos seres que existen para traer tormento y muerte... Ni siquiera ellos sabían entonces, porque sus corazones eran capaces de conmoverse ante ciertas situaciones.

Y lo que tampoco entendían era...

-Ha... que conmovedora historia-

Como es que a veces su amigo, era quien parecía tener la actitud más fría.

-Pero estoy seguro de que esa mujer se colgaría al momento de enterarse, cuántas vidas fueron sacrificadas para traerla de regreso- dijo TouchMe. –Dime ¿Enserio pretendes que creamos esa linda historia? ¿Qué dentro de ese cuerpo esquelético late el corazón de un niño que llora por su madre? Dinos el verdadero motivo por el que quieres nuestra ayuda-

Las palabras del caballero con karma positivo, que en primera instancia pudieron ser duras y hasta crueles, le recordaron a Ulbert y a Momonga, algo que el propio Overlord había dicho desde que llegaron a este lugar.

"Paranoia" era algo que los podía salvar.

Fue hasta que TouchMe hablo, que a Momonga se le ocurrió un escenario aterrador... ¿Qué pasaba si de alguna manera este hombre logro escavar en sus mentes con una magia misteriosa? Parecía una locura. Era una locura.

Era de hecho más lógico que simplemente fuera cierta su historia, y que esa poderosa motivación lo haya llevado a  conseguir todo este poder... pero si pensaban de esa manera se podrían en peligro.

Aunque sabía que era imposible, por ahora Momonga debía fingir que esa magia que podía escavar en sus recuerdos humanos realmente existía. Debía recordar lo peligroso de empatizar con una persona, con la que de hecho estaban negociando...

Khajiit, después de las palabras de TouchMe pareció ser afectado de alguna manera. Parecía incluso que una supresión de emociones propia lo ataco, y ahora esa aura depresiva a su alrededor se había desvanecido.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora