Cuarenta y cinco

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Al final de todo aquella conversación con Eunji había dejado tranquilidad en mí y mientras los días pasaban noté que no había sido la única que se sentía más tranquila. Taehyung y Jungkook lucían más animados y más que nada Taehyung, quien se pasaba todas las mañanas tarareando canciones mientras cocinaba el desayuno.

Ver su emoción y tranquilidad daba como efecto colateral que yo también me sintiera igual.

Había sido sábado por la mañana cuando luego del desayuno Taehyung propuso aquella idea.

-Es una casa en el bosque- explicó mientras nos tirábamos sobre el sofá a descansar -es una de las casa de la abuela y realmente me gustaría ir con ustedes ahí.

-En realidad... eso me entusiasma- dijo Jungkook al igual que siempre, dispuesto y abierto a nuevas experiencias.

-Saben que... al final de todo será bueno despejar la mente- expuse ya que a pesar de que por ese momento estaba bastante cansada ya que la semana había sido complicada en el trabajo sin embargo sabía que siempre podía recuperar aquella energía si estaba a lado de ellos.

Fue así como al final sin siquiera meditarlo mucho habíamos acabado los tres en un auto.

Primero habíamos hecho una parada rápida en el supermercado.

Ya que Taehyung quería comprar un par de cosas para la cena además de que tendríamos que abastecernos de bocadillos para el viaje.

Taehyung se había sentado en el asiento trasero mientras que Jungkook y yo íbamos adelante.

Aquella tienda en la que nos detuvimos quedaba a las afueras de la ciudad, era parte de una gasolinera, así que mientras el auto recargaba gasolina entramos para elegir los artículos que llevaríamos.

Y a pesar de que al salir de casa no estaba tan entusiasmada tal y como lo había dicho antes conforme pasaba el tiempo me iba animando más. 

Desde que era niña había sido fan de los viajes en auto, el trabajo de mi padre era de esos que dependían de viajar y a diferencia de lo que se creyera no es que viajaba en avión o se hospedaba en hoteles lujosos, cuando desidia acompañarlo teníamos que ir de autobús en autobús para ir a su destino y luego regresar a casa, solía acabar agotada sin embargo amaba ir con él, y de cierta manera aquello había dejado una buena experiencia en mi corazón.

Y mientras permanecía en aquel lugar aquel recordatorio llegó a mi mente dejando nostalgia a su paso.

Aún mantenía presente la última vez que había visto a mis padres, sin embargo a diferencia de ayer recuerdo aquello no paso a ser una sensación cálida en mi corazón.

Aquello al igual que el día en el que nos echaron de casa marco un antes y un después en mi corazón.

Mi madre que siempre decía que las cosas buena les pasaban a las personas buenas, había empezado a creer lo contrario.

Al final de todo quizá la vida no era como te la pintaban en televisión.

Quizá en otro tiempo no hubiera podido ser capaz de asimilar lo que estaba pasando a mi alrededor, aquellas sonrisas de dos personas a las que había llegado amar en tan poco tiempo.

Quería atesorar aquellos momentos y ni siquiera entendía el porqué.

Quizá aquello había sido efecto del recuerdo de mis padres y todo el tiempo que perdimos creyendo que nuestra vida juntos sería eterna.

-Será el mejor viaje- había replicado Taehyung luego de dejar un beso en mis labios mientras iba tras Jungkook.

Ni si quiera recordaba la última vez que había hablado con mamá.

Sin embargo no era la primera vez que tenía una sensación como esa, ya en el pasado me había topado con un momento similar sin embargo había sido frenado.

-Mi madre solía decir que las cosas buenas le pasan a la gente buena- le había explicado para luego escuchar una risa de su parte.

-Al final y al cabo supongo que somos un efecto colateral de otros- dijo antes de explicar su punto, pues según él, habían cosas en mi que podría asegurar habían sido heredadas de mis padres, incluso si yo misma me negaba ha aceptarlo  -Eso no es siempre así- continuó dejado salir el humo de su tabaco -No creo qué hay gente buena o mala... sólo hay personas que saben lo que quieren, unos dudan y otros sólo lo toman.

Que difícil fue para mí entender esas palabras, pero aún así las mantuve presentes, mi madre se había equivocado y ella mismo se dio cuenta de aquello sin embargo aún así, jamás perdió la fé y quizá aquello fue lo que más me molestó.

Creía que aquel pensamiento era egoísta y hasta soñador, pero al ver aquellos dos hombres pude saborear aquellas palabras, tanto las de aquel joven risueño como las de mi madre, luchado por demostrar que uno de ellos tenía la razón.

Por qué al final de todo quizá aquellas sonrisas eran mi esperanza, pero por primera vez en mucho tiempo también eran el ancla, que me mantenía en el presente.

El amor que les tenía a ellos dos.

CRUMBLE |+18| JJK |KTHWhere stories live. Discover now