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Treinta y nueve

Hace un año

-Se que parece complicado pero es lo que siento- replicó el muchacho mientras escuchaba como un golpe de parte de su padre era dejado sobre la mesa.

-Es una broma, ¿Verdad cariño?- replicó su madre tratado de mantener la compostura, aquella mujer era hermosa pensó Taehyung sin embargo ahora cada parte se su rostro se esforzaba por no manifestar el verdadero horror que sentía -Vamos Taehyung dile a tu padre que es una broma- y en realidad Taehyung hubiera deseado que aquello fuera una mala broma y hasta incluso pudo haberse salvado de aquello si es que lo decía sin embargo este había sido un gran paso como para volver hacia atrás.

-Sal de mi oficina- replicó su padre sin siquiera mirarlo -Vuelve cuando ya no digas tonterías... Que es marica, ni siquiera sabe lo que significa eso.

Y a pesar de que espero que su madre fuera tras él hasta llegar a su habitación no recibió ningún abrazo o alguna caricia acompañada de las palabras de su madre donde le decía que "todo estaría bien".

Fue ahí cuando lo supo "Estaba solo".

Lágrimas caían por sus mejillas mientras metía a una valija la ropa que estaba más a su disposición, realmente no sabía lo que haría pero la idea de tener que volver a ver aquellos rostros llenos de decepción le horrorizaba.

Había bajado por las escaleras con la esperanza de salir de aquel lugar sin ser visto sin embargo tuvo que verlos por última vez junto a la puerta.

Su madre aún le decía que le dijera que todo aquello era una broma.

Y la verdad es que una parte de Taehyung espero que lo detuvieran sin embargo aquello no pasó.

La única persona que llegó a su cabeza fue su abuela, la cual solía ser la segunda mujer que más amaba en su vida y que por ese momento acabó siendo la primera, aquel día no hablaron mucho, tan solo el muchacho se había dedicado a llorar entre sus brazos mientras esta acariciaba su cabello.

Cuando era un niño Taehyung jamás creyó que por una pelea acabaría por irse de su casa, sin embargo ahora muchas ideas que tuvo cuando era un niño le parecían muy infantiles y tontas.

Varios meses habían pasado y durante todo ese tiempo se había sentido más en hogar que nunca antes.

-Hay que verlo del lado positivo así has podido emanciparte- había dicho la mujer en una de las cenas -Si quieres podría acompañarte a ver un par de departamentos.

-¿Acaso no te gusta mi compañía?- había cuestionado el chico volviendo a sentir un dolor el pecho.

-Claro que si por mi, viviría todo lo que me queda de vida contigo ... sólo que ya eres un adulto, necesitas tener tu espacio.

Fue así como acabaron yendo a buscar departamentos para que Taehyung pudiera vivir, fue así como acabó mudándose a un nuevo lugar, las primeras semanas su abuela se la había pasado metida ahí, arreglando todo para que quedara perfecto y uno de esos días fue cuando aquella llamada llegó.

No había visto a sus padres en mucho tiempo así que no podía negar que una llamada de ellos no le entusiasmará, incluso llegó a pensar que quizá se disculparían y todo volvería a estar bien, pero que equivocado estaba.

Aquella llamaba había llegado solo para confirmar lo desesperados que estaban por qué Taehyung no fuera lo que decía ser.

Fue así como supo que se casaría, con una chica la cual a penas había visto un par de veces. 

Aquello no podía ser cierto y había vuelto a llorar toda la noche, si de por si sentía que las chicas no iban con él era peor aún tener que casarse con una.

Quizá su abuela lo podría solucionar. Pero luego aquella frase llegó a sus oídos.

-Si no lo haces, olvídate que soy tu padre- ¿Que podía hacer ante aquello?

Fue así como a la fuerza tuvo que reunirse con EunJi, pero a diferencia de él esta parecía emocionada y no podía decir que fuera grosera o mal educada, incluso cualquiera podría decir que ella se veía como una modelo de revista, y a pesar de que nunca se lo dijo, a Taehyung le dolió no poder lograr hacer que ella le gustase.

Y a pesar de eso siempre trato de ser aquello que se esperaría, siempre ser amable, incluso de cierta manera hacer todo lo que ella ordenaba y hubieron varias veces en las que quizo decirle la verdad sin embargo luego todo parecía cambiar, algo más importante aparecía y se sentía un mentiroso.

Pero siempre se comenten errores y a pesar de que en un principio ella parecía quererlo, todo cambió de manera drástica luego de aquel evento en su oficina.

Fue ahí cuando EunJi empezó a ser más fría y Taehyung le daba la razón sin embargo no entendía por que ella no había cortado aquel compromiso ya.

Y si ella ya lo sabía y estaba dispuesta a continuar con aquella farsa ya no era su culpa, pensó. Y luego también se dijo a sí mismo que de todas maneras siempre supo que estaba condenado a vivir una vida así, al igual que su abuela y sus padres y la mayor parte de su familia pero una tarde en la que no esperaba que nada especial pasara, la conoció, mientras la noche caía y esperaba que EunJi saliera, de la nada sus labios se conectaron con alguien diferente y todo en él se removió.

Jamás se había sentido así, su corazón jamás había palpitado de esa manera, en tan solo unos segundos todo en su vida se había detenido.

Por que ella brillaba, tanto como el sol.

Habría mandado todo a la mierda solo por un beso más de aquella mujer y eso lo hizo cuestionarse, siempre creyó que era gay y ahora otra vez se cuestionaba.

Tan solo jugaban había dicho ella, pero él corazón de Taehyung esperaba que aquel juego se hiciera realidad, por que a pesar de que sus besos sabían bien, la simple presencia de ella lo animaba, ya que jamás se había sentido tan real en la presencia de otros.

Por qué incluso con sus chistes malos Ann sonreía, pero de la misma manera Ann trajo consigo a alguien más, alguien que podría acabar otra vez con su vida.

Y Taehyung supo eso cuando probó los labios de aquel joven.

¿Como es que la vida le presentaba algo como eso?

Sin embargo acabó por entender por que ellos dos le gustaban tanto y era porque ellos lo entendía más que cualquier otra persona.

Y pensar que podía estar con ellos dos, solo lo hacían sentir que estaba dentro de sueño.

No tenía que cambiar para ser amado, por que había encontrado alguien que lo amaba así como era.