Sesenta y cinco

1K 136 4
                                    

Taehyung había llegado. 

Y si que ahora todo era más completo, como sus manos habían viajado por mi torso cuando corrí hasta él, como sus labios tocaron los de Jungkook con él mismo ímpetu que mantenía cuando estaba dispuesto a lo que sea.

-¿Que tal el trabajo?- había cuestionado Jungkook mientras deshacía el nudo de su corbata para empezar a tirar su ropa al suelo.

-Todo es de la mierda hasta que los veo- había dicho suspirado.

Era claro que lucia cansado y pensativo, y un cosquilleo en mi estómago me hizo desear abrazarlo y acurrucar su cuerpo diciendo que todo estaría bien, como si antes de que lo dijiera lo había empezado presentir.

-Dime...- exprese acercándome a él, tomado su rostro -haré lo que sea para animarte- sin embargo aun así aun lucia distante.

-Vamos guapo una proposición como esa no te dan todo lo días- dijo Jungkook -Vamos hermosa Ann... yo también estoy triste y de hecho tengo muchas ideas para animarme- comunicó haciéndome reír, pero después de todo que alego era reír mientras él aun parecía lleno de dolor.

Pues al ver la expresión de Taehyung pude notar como es que aquello tampoco lo había hecho reír. Y a pesar de que dicha pregunta siempre me había asustando sentí que debía decirla.

-¿Todo está bien?- repliqué acariciado su rostro, de manera temerosa. Mientras mi estómago pareciera empezar a dar vueltas.

-Sabes... ya se que es lo que quiero- había dicho mientras trataba de fingir una sonrisa, y a pesar de que había notado aquello, había decidido aceptar -Prometan que jamás me odiaran- había dicho como si aquello fuera posible, era claro que no estaba en mis planes odiarlo.

Y Jungkook tampoco lo haría, así que aun no podía entender porque parecía han agobiado y triste. Además que había esquivado mi pregunta, casi como si no la hubiera escuchado.

-Y ahora ¿podrías besarme?- pregunto apretando mi cintura a su cuerpo -Supongo que sería agradable fingir que estamos casados.

-Si- apoyó Jungkook -Imaginar que vivimos en otro país... y que vivimos a las afueras de algún pueblo.

-Yo podría tener una panadería- comunicó Taehyung.

-Podría ser algún país Europeo, y Ann trabajaría para una revista de modas... sería interesante- y claro que aquella imaginación era casi un sueño -incluso tendríamos dos gatos, de esos que tienen mucho pelo, y dejarán botando el pelo por toda la casa y nos pelearemos sobre quien debería limpiarlo.

-Y jamás tendría que casarme con Eunji- concluyó Taehyung, volviendo a lucir triste, pues sus ojos se habían empezado a cristalizar.

Así que lo único que pude hacer fue realizar su pedido anterior.

Besarlo y fingir que éramos esa pareja extraña en las afueras de un pueblo, donde yo trabaja para un revista de modas, Jungkook era quizá el contador de la panadería de Taehyung, de la cual a penas acababa de enterarme que deseaba.

Porque no era una vida glamorosa, pero parecía perfecta.

-Hagamos el amor- dijo en mis labios girando hasta caer sobre la cama.

Y era la primera vez que lo decía de esa manera, como es que acariciaba mi rostro y su mirada se enternecía, y si antes lucia como si deseara llorar, ahora había compartido dicho sentimiento conmigo.

Estábamos sobre la cama y ahora Jungkook nos acompañaba.

Cómo a pesar de que mi corazón se sentía extraño no podía evitar estar agradecida de poder recibir tanto amor.

Besar los labios de Jungkook y de la misma manera los de Taehyung.

Como un cuerpo era cambiado por el otro, ni siquiera podía estar segura de lo que haría ni lo que vendría, pero por ahora apreciaba tener todo aquello.

Como al igual que antes cuando yo apreciaba la calidez de mis pechos y lo mucho que me permitían disfrutar, como ellos parecían entender ese sentimiento, y cada uno se dedicaba a darle placer.

Jungkook y Taehyung tomando los mismos en sus labios, lamiendo mis pezones mientras mi vagina empezaba a mojarse.

Había visto sus ojos, como es que de vez en cuando ninguno parecía expresar en palabras lo que sentía pero lo sabíamos.

Y ahora no podía entender como es que no hubiéramos sido estado destinados a estar juntos.

Como luego de un par de segundos los labios de Jungkook bajaron hasta mi vulva y luego de quitar la ropa interior, empezó a lamer.

Y vaya que si había estado necesitado eso, como los labios de Taehyung aun besaban mi cuerpo, acercándose otra vez a mi rostro, susurrado dicha frase en mi oído.

-Te amo- dijo cuando más débil y vulnerable estaba.

Porque ni siquiera habíamos concluido con aquello, normalmente siempre lo decíamos luego del sexo, así que aquello me había dejado sin palabras.

Como al sentir los labios de Jungkook mi cuerpo de por si vibraba y ahora sentía aquel miedo de Taehyung, como sus palabras parecían nostálgicas, pero aún no entendía porque dolía.

-Luces hermosa- había replicado cuando dejó una corta sonrisa.

Para ahora ir hasta Jungkook, como luego de hacerlo parar, había besado sus labios y se había ofrecido para ser él quien realizara el sexo oral.

Pero quizá al igual que yo, Jungkook también había notado aquel dolor.

Algo no andaba bien, y lo sabíamos.

Sin embargo quizá no queríamos arruinarlo, no queríamos que todo se fuera a la mierda, no antes de tiempo.

Pero también era difícil fingir que todo estaba bien.

CRUMBLE |+18| JJK |KTHOnde as histórias ganham vida. Descobre agora