CRUMBLE |+18| JJK |KTH

Setenta y dos - Fin

Claro que una frase como esa había hecho que los tres enteremos en alerta.

Porque de por si sabíamos que la vida era buena para arruinar los buenos momentos.

Como si de pronto aquella felicidad que nos había cegado casi por un año completo, empezara caer.

Y quizá era excesivamente nerviosa o había aprendido a ser precavida, por esa misma razón me había asustado y empezado a dudar.

-La abuela esta enojada... y desea hablar contigo- continuo diciendo Eunji, mientras yo estaba al borde del colapso, necesitando saber si ella era portadora de buenas o malas noticias -Quiere verte... y ya sabes cómo es cuando quiere algo.

Y a pesar de que aún lo acababa de hablar, para Taehyung ya había una respuesta.

-No volveré a Corea- había expresado de inmediato sin siquiera meditarlo.

Sin embargo Eunji había negado con la cabeza, antes de seguir hablando.

Y claro que desaprobaba esa actitud.

-Eres un niño muy malagradecido- había expresado una voz a nuestras espaldas, obligándonos a girar.

-Abuela- había expresado mientras caminaba hacia ella para abrazarla -Que... ¿como fue que llegaste aquí?

-En un avión, tonto- le dijo correspondiendo dicho abrazo.

Y a pesar de que a simple vista ya se podía ver lo graciosa que era y como es que daba aires totalmente diferentes a diferencia de su padre, aún no sabía cómo podía concluir todo esto y lo extraño que me había sentido al verla.

-Como te atreves a irte como si nada... dejando el trabajo que te había dado... y sin despedirte- y si que eso había acosado a Taehyung por mucho tiempo, en especial los primeros meses, y a pesar de que Jungkook y yo le habíamos aconsejado de que la llamara, supimos que después de todo aún no se sentía listo para eso, de por si sentía que ya la había decepcionado y llamarla solo concluiría con lo mismo pero en palabras y sintiéndose peor.

-Yo lo lamento- había replicado mientras sus ojos empezaba a cristalizarse.

-Eh... no lágrimas- expreso incluso cuando aún lo abrazaba, y si que era una imagen curiosa, por la altura de Taehyung y lo mucho que debía agacharse para que ella lo abrazara -No vine aquí para verte llorar, de hecho quería conocerlos- replicó mientras Jungkook y yo quedábamos petrificados -Sigues tan hermosa como él día en que nos vimos- expreso, haciendo que de pronto mi memoria regresara, claro que la había visto antes, era la mujer del supermercado, la que había llevado a mi casa y que había desaparecido tan repentinamente.

Y claro que mi expresión le había mostrado que ahora la había reconocido.

-¿Usted?- dije sin pensarlo.

-Ya lo se... solo deseaba saber el tipo de personas con las que salía mi nieto.

-¡Espera, ya lo sabes!- dijo Taehyung también sorprendido.

-Claro que lo se, siempre supe que serías del tipo de niños que traería a más de una persona loca por ti cariño- y si aquello era una especie de broma, si que había sido de la que deseas escuchar, y más de alguien tan importe en tu vida como era la abuela de Taehyung para él.

-Y vaya, que muchacho tan guapo- dijo refiriéndose a Jungkook -Te acuerdas de mi ¿verdad?- comunico mientras se acercaba a él.

-Claro que la recuerdo.

-Realmente no entiendo porque los mantenías ocultos... supongo que tu padre se ha de llevar el crédito por eso- expreso negando con la cabeza -siempre a sido un idota... como sea la pregunta más importante aquí es... ¿donde está el bebé?

-Abuela- había replicó Taehyung, luciendo avergonzado.

-Vamos, ni que fuera doloroso crear uno- le había dicho golpeando su espalda y haciendo que todos riéramos -Además tendrás que tener un heredero para dejarle la empresa familiar cuando te retires.

Y a pesar de que había creido escuchar mal a regresar a ver a Eunji estuve segura que no había confundió nada.

Era claro que había dicho eso.

Después de todo Eunji había hecho lo que le prometió a Taehyung, había solucionado cada uno de los detalles, que tendría que dejar.

Y a pesar de que esa no era para nada una mala noticia, después de algunas experiencias, entendí que en mi vida con ellos nunca haría falta nada.

Habíamos aprendido a encontrar la felicidad a nuestro modo, y eso era suficiente.