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Treinta y ocho

Y a pesar de que durante aquel fin de semana para los tres salir de la cama de Taehyung había sido una tarea casi imposible y era claro que todo aquello podía ser comparado con un sueño, los lunes eran el aviso claro de que tarde o temprano se debe volver a la realidad.

Jungkook había tenido que viajar fuera de la ciudad y yo tenía que ir a trabajar y al igual que siempre Taehyung había tratado de convencerme de quedarme con él sin embargo eso era algo que no era negociable para mi.

Incluso había dicho que renunciara a mi trabajo y él me contrataría como su niñera personal y a pesar de que aquello me resultó gracioso no pude evitar golpear su hombro.

Y ahora me encontraba tras el mostrador de la cafetería mirando hacia la ventana, esperando que algún cliente llegara.

A veces la cafetería sabía estar llena de clientes y eso volvía al día ajetreado, días en los que casi ni siquiera tenía tiempo para pensar sin embargo en días como este donde muy pocas personas venían solía mirar por la ventana y eso de cierta manera hacía que mi mente volara, los pensamientos nunca eran los mismos, todo dependía de lo que hubiera estado pasado en mi vida.

Y sólo ahora me daba cuenta de todo lo que había pasado, supongo que hace unos meses algo como esto era lo último que me esperaba, todo había pasado tan rápido y no es que me incomodara, sólo que para mí aquello hubiera sido difícil de explicar.

El día había pasado lento y lo único que deseaba era poder regresar a casa y acurrucarme en los brazos de Taehyung pero aunque me costara tenía que acabar mi turno antes de poder salir de ahí.

Casi sólo faltaba media hora para el fin de mi turno y creí que aquel día terminaría sin ningún incidente en especial sin embargo no pude prever aquella visita.

-Bienvenido- dije por inercia mientras me paraba para a tender al cliente, luego de que la campana anunció la llegada del mismo, sin embargo su presencia me hizo permanecer inmóvil por unos segundos.

Vestía un vestido veraniego de flores amarillas y su perfecto cabello hacia juego con su atuendo, se veía como una preciosa muñeca.

¿Qué es lo que hacía aquí?

Podía ser una coincidencia pensé, sin embargo al verme esta no lució sorprendida.

Rápidamente tome uno de los menús y me acerque a ella.

-Hola Ann- replicó esta mientras tomaba el menú de mis manos -¿Aceptarías tomarte un café conmigo?- y si que aquello me había tomado desprevenida.

-¿Disculpa?- replique pensado que quizá no había escuchado bien.

-Quiero invitarte un café- explicó de manera calmada mientras pasaba su mirada por el menú.

Fue ahí que me di cuenta que era la primera vez que no lucía molesta. Y quizá podía ser por diferentes factores; la primera vez que nos vimos directamente fue cuándo Taehyung y yo estábamos en el restaurante, luego en la fiesta en la casa de sus abuelos y la última y en la que había lucido más enojada fue cuando vio a Jungkook y a Taehyung durmiendo juntos, en todas había estado tan enojada que parte de mi creyó que en cualquier momento podría lanzar un golpe sin embargo ahora parecía un persona bastante tranquila.

-¿Cuál me recomiendas?- me preguntó -De hecho amo los postres pero ya sabes... la dieta... aunque podría hacer una excepción por hoy, no lo sé.

-Claro- dije sin darle mucha importancia, de todas maneras no hay nadie y eso me podía definir como una pésima trabajadora sin embargo tenía curiosidad por saber lo que la prometida de Taehyung tenía por decir a demás mi turno pronto acabaría -Podrías pedir un postre vegano, por ingredientes que usa tiene menos calorías.

-Esta bien... pediré el brownie de chocolate y un capuchino con leche de almendras- era claro que ella buscaba hablar conmigo y a pesar de que la duda me dominaba tarde todo el tiempo que pude mientras traía su pedido.

Y como antes lo había dicho, esta no lucía enojada y tampoco me había insultado, así que al igual que ella yo también actuaría de la misma manera, recordado que si ella atacaba yo también lo haría.

Me asenté frente a ella y mientras permanecíamos en silencio no pude evitar admirar lo hermosa que era.

-Esto sabe delicioso- replicó mientras metía la primera cuchara de postre a su boca, algo que me hizo suponer que quizá era el primer postre que comía en mucho tiempo -Vengo en paz- replicó mientras se arrimaba a la silla -Creó que tú y yo tenemos algo muy importante de lo que hablar.